Por: Amador Sánchez Maciel
ZIHUATANEJO, GRO., DICIEMBRE 8 DEL 2008.- “Estoy siendo extorsionado y amenazado por la secretaria de acuerdos del ramo civil del juzgado mixto de paz, en el municipio de Zihuatanejo de Azueta, Verónica Legorreta Hernández, después de que ella compró un pagaré vencido para falsificarle la firma, alterarlo y elevarlo de mil pesos a 4 mil 600 pesos, al punto que ahora me ha girado oficio de embargo en caso de no pagar”, fue la explicación angustiosa con voz cortante del pequeño comerciante, Porfirio Osorio Canales.
Relató el quejoso, que el día 15 de febrero de este año, solicitó un préstamo particular al señor Alfredo Peñalosa Ríos, por la cantidad de mil pesos, firmando por ello un pagaré que se venció desde el día 15 de septiembre del año en curso, pero “como no tuve para pagar”, la secretaria del juzgado de paz, compró el documento al Alfredo y ahora Verónica le copió la firma, falsificó la letra del deudor y lo elevó a 4 mil 600 pesos.
Ahora, la servidor público, ha mandado requerir a Porfirio Osorio hasta llegar a la amenaza de embargo de una pequeña relojería que se limita a una simple vitrina en un reducido local comercial, ubicado en calle Ciruelos número ocho, en pleno centro de este lugar.
El declarante ha pedido el apoyo de este reportero y de los medios de comunicación en general para clamar justicia contra esa licenciada “abusiva y trinquetera”, de quien señaló que ella misma le ha planteado que le perdona el 10 por ciento de los intereses moratorios si le paga la cantidad que supuestamente tiene firmada, caso contrario, no le quedará más que “actuar conforme a la ley” en cualquier momento.
Si los sencillos relojes de pulso que tiene en venta, no son suficientes para cubrir el adeudo, se le embargarán otras pertenencias, le explicaba la secretaria de acuerdos al ingenuo comerciante, al tiempo que le recordaba que el arreglo era con ella y no con su acreedor original Alfredo Peñalosa a quien le pidió aquellos mil pesos.
Por el momento, la víctima de la impartidora de justicia, está con el temor a flor de piel de que en cualquier momento le vayan a embargar su negocio, porque sigue sin poder conseguir el dinero para pagar esa falsificación que lo condena.
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