EN POCAS LINEAS

Por Abelardo Abarca Rendón

Al entrar en funciones el gobierno municipal de Alejandro Bravo Abarca, se terminaron las exigencias, prepotencia, vanagloria y amenazas del líder del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Zihuatanejo, CAPAZ, José Antonio García Hernández, más conocido por el mote de “El chile vele”, quien otrora chantajeaba a los miembros del cabildo del puerto con paros y huelga por cualquier motivo, por insignificante que este fuera.
Ahora, a nueve meses y ocho días de la nueva administración, bueno, no tan nueva, ya no es ni la sombra del “chile vele” de antes, pues los sindicalistas de la para-municipal han visto disminuidas sus prestaciones, entre ellas, el derecho de recibir atención del seguro social, no obstante que les fueron descontadas en tiempo y forma de sus emolumentos las cuotas obreras, y… el dirigente se ha convertido con su silencio, en cómplice de esa anomalía.
Por si lo anterior fuera poco, varios trabajadores socios y no socios del sindicato de esa empresa han tenido obstáculos con el trámite de su jubilación y pensión, por el adeudo millonario que las pasadas administraciones dejaron a su paso con el seguro social, y el susodicho dirigente hace caso omiso, es decir que no convoca a las marchas y plantones, como lo hacía cuando Amador Campos y después Silvano Blanco, fungían como alcaldes de Zihuatanejo de Azueta.
Quienes integran la planta laboral del organismo operador del agua, critican acremente la postura nefasta asumida por García Hernández, haciéndose los más variados comentarios al respecto, entre ellos, que el “chile vele” fue amenazado para que no hiciera ningún movimiento por las violaciones del contrato colectivo de trabajo, otros comentan que el “enano” recibió dinero para no realizar ninguna protesta y…. su más cercanos detractores, aseguran que el individuo de marras, con su silencio está pagando el precio, por mantener enquistados en la nómina de la empresa a sus hijos, hermanos, cuñados y demás parentela, lo cual significa un fuerte descalabro para las finanzas de esa factoría.
Como no tienen derecho a la atención del IMSS, los empleados y trabajadores de la CAPAZ están recibiendo ese servicio por parte de clínicas particulares, pero también iniciaron los obstáculos, solamente por que la empresa no tiene recursos para pagar las facturas, y el “chile vele”, ni suda, ni se acongoja, para él nada pasa, todo es normal. Es todo.