PECATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía

Burla Sangrienta.

“Carne que se lleva el gato, no vuelve al plato”
Y si te da miedo, deja la luz prendida, ándale chiquito, y…Zaz, les bajaron el swich y los dejaron en la calle. La acción fue fríamente calculada, La mecxicana secretaria de Energía, Georgina Yamilet Kessel desde septiembre pasado había solicitado la liquidación de la discutida Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), como tantas otras veces lo intentaron otros presidentes, supuestamente ahogada en lamentables corruptelas del personal que, esforzadamente trataba de controlar su director general, ingeniero Jorge Gutiérrez Vera y su Órgano de Control Interno con su apenas efectivo “Operativo de Usuario Simulado” a los que ni en cuenta tomaron para tomar sus instalaciones con la fuerza temeraria de la PFP, del indomable Genaro García Luna, elogiada por su audacia de apoderarse de los controles principales para evitar que los trabajadores fueran a cortar el servicio, como si estuvieran haciendo una gracia.
Se argumentó, y así lo magnificó el presidente Felipe Calderón que ya era insostenible continuar manteniendo una empresa inviable con un presupuesto asignado para 2010 de 41 mil 945 millones de pesos, y a la que se han transferido del 2001 al 2008 un 200 por ciento del ignorado presupuesto anterior. Pero también dijo que al liquidar a unos 44 mil trabajadores destinarían unos 20 mil millones de pesos, la mitad del presupuesto que supuestamente se derrocha, pero nada se dijo del servicio a unos 25 millones de usuarios que a un promedio mínimo de 500 pesos bimestrales alcanzarían la nada despreciable suma de unos 75 mil millones de pesos directos a las arcas de la nación.
Pero eso sí, la mayoría de la intelectualidad que maneja más del 80 por ciento de la mediatización se devanó los sesos, gastó ríos de saliva y horas de espacio electrónico, en desgarradoras argumentaciones para convencer a la mexicanada de ser responsables de obligar al presidente a tomar una dolorosa pero valiente decisión de liquidar la empresa y echar a la calle a esos miles de trabajadores del antes aguerrido Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) plagados de privilegios gremiales, cosa hasta cierto punto cierta y altamente envidiable por el resto de los jornaleros del país a los que ya mero les pagan con fichas.
Ahora que muy pocos aceptan comulgar con las ruedas de molino que pretenden que se traguen el secretario del Trabajo (?) Javier Lozano y el presidente Calderón, pues para nadie es un secreto que a la oportunidad la pintan calva y, la añorada liquidación de LyFC, se presentó casi solita con la manipulada disputa por la secretaría general de SME de Martín Esparza por la reelección y su tesorero Alejandro Muñoz que no previeron lo que se venía y que ahora están unidos dispuestos a hacerle frente, al percatarse que el fondo del asunto es la privatización para apoderarse del sistema de “fibra óptica” por el que vienen inversionistas españoles escoltados por el regio Canales Clariond y el lustroso Diego Fernández de Cevallos incluyente del triple play y su multimillonaria cauda, mientras que su poderoso sindicato que algún día creyeron invencible, como antes lo imaginaron “La Quina” y Napoleón Gómez Sada, después presuntos delincuentes y, figura en la que bien podrían caer Esparza y Muñoz, a menos que se autentifiquen democráticos, revolucionarios y quizá héroes en vida, o en la historia…digo!
Reconocimiento al valor civil de su denuncia confidencial al correo: zarrojo2000@yahoo.com.mx

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