REFLEXIONANDO

Por Tony Pineda

María de Nazareth

El ángel Gabriel exclamó ante María virgen: “¡salve muy favorecida!, el Señor es contigo; bendita tu entre las mujeres” (Lucas 1:26-28), porque ella fue un vaso escogido que halló gracia delante de Dios, porque era una mujer piadosa, humilde, sumisa, pues iba a concebir un hijo sin haber conocido varón, y aún sabiendo el desprestigio que tal hecho traería a su persona, ella dijo: “he aquí la sierva del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra (Lucas 1:38). Se gozó y aceptó todo esto por que sabia que el santo ser que nacería era su “Dios y salvador” (Lucas 1:47).
Jesús siempre fue respetuoso con sus padres, y “estaba sujeto a ellos” (Lucas 2:51). Sin embargo, él nunca se refirió a María como su madre, ni a José como su padre.
En cana de Galilea, en una boda, María intercedió ante Jesús y le dijo: “no tienen vino, Jesús entonces le respondió: ¿Qué tienes conmigo mujer?” (Juan 2:4), y antes de morir, estando en la cruz, Jesús le dirigió unas palabras a María refiriéndose a Juan: “mujer, he aquí tu hijo” (Juan 19:26). Seguramente que el Señor puso en la biblia las pautas para que reconociéramos a María como una mujer virtuosa: pero nunca para exaltarla o adorarla como superior a Dios, lo cual seria causa de condenación, según los diez mandamientos, para quienes así lo hicieran. Tales personas creen, sin darse cuenta, en una Trinidad de cuatro personas: María, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. (En alguna reflexión posterior hablaré de la Trinidad, el porqué de esa doctrina).
Jesucristo es el único hombre sobre la tierra que tuvo dos naturalezas: la humana, tomada de María y sus ancestros, y la divina, sin principio y sin fin, llamado el verbo de Dios (apocalipsis 19:13). Este es el nombre que se da al Cristo pre- existente. Y es el único ser que ya existía desde antes de nacer en carne, “y aquel verbo se hizo carne” (Juan 2:1 y 14). También el teólogo san Pablo dijo: “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para ser nuestro redentor” (Gálatas 4:4-5a).
Por lo tanto, María fue madre de Jesús, pero no del verbo. Entonces Jesús, ¿a quien llamo madre? “señalando a sus discípulos dijo: He aquí mi madre y mis hermanos, por que todo aquel que hace la voluntad de mi padre que esta en los cielos, ese es mi hermano, y ese es mi hermana, y mi madre” (Mateo 12:46-50).
Un día una mujer de la multitud levantó la voz y le dijo a Jesús: “bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste”. Y él dijo “antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan” (Lucas 11: 27b-28).
La voluntad de Dios, para ti amigo lector es que creas que “Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores”, de los cuales tú eres uno. Jesús nació en un pesebre, murió en una cruz y resucitó de entre los muertos para ofrecerte vida eterna. Invita a Jesucristo a entrar en tu corazón y ser tu salvador.

Gracias x sus comentarios, cualquier duda o aclaración, escriban a: Tony_pineda21@hotmail.com

1 comentario:

  1. muy buena reflexion....
    Dios es el unico ser supremo, el no tiene principio ni fin, asi lo dice su palabra....maria solo fue un precioso instrumento k El uso para sus planes....en horabuena.

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