EL FORAJIDO

Por Abelardo García

Los cobardes panfletos son reflejo de la identidad y perfil personal de los actores

Ahora está ocurriendo que aparecen de manera cobarde y burda una serie de panfletos que antes del amanecer de cualquier día, gente cobarde que no tiene valor de dar la cara ni firmar lo que dice, tira en algunos puntos de la ciudad en los que acusan a los funcionarios de la comuna desde borrachos hasta las mil linduras, pero en cuyo texto no dejan de evidenciar ese sabor a rencor y de inconformidad que la derrota electoral les provocó y la obligación de dejar de usar los puestos de la comuna para no solamente no subsistir sin esfuerzo alguno sino de saquear los recursos del pueblo y sencillamente irse a invertir a Ixtapa o al propio puerto en los que solo ven lo que a ellos les conviene y se olvidan de los requerimientos que las acciones de gobierno y el propio programa de obras está requiriendo la población y mas aquellos que ellos mismos han estado utilizando para acceder al poder administrativo, tal como lo demostraron los dos últimos períodos que solo les sirvió para que disfrutaran las componendas y privilegios que este les proporciona y que finalmente solo los mal acostumbró al grado que cuando el pueblo se los arrebató ahora están indignados por lo que perdieron y que sus mentes “enanas” les hace pensar que los nuevos actores son de su igual corte y el ardor del egoísmo los corroe al grado que los obliga a disparatar acusaciones por medio de cobardes y burdos panfletos los que con inexactitudes, mentiras y hasta con aberrantes faltas ortográficas acusan a los funcionarios de la actual administración de todo y en las que de manera irresponsable tratan de confundir a la población rumbo a recuperar de esta forma el poder y seguir en las mismas.
Es justo que la población tenga acceso a la información pero también que la libertad de expresión no se confunda y se mal interprete al grado de ofender y agraviar de manera irresponsable a las personas, porque si estos recurren a las mismas formas seguramente se armaría un merequetengue del que tal vez nadie saliera bien librado y se perdería el equilibrio de relación que toda buena sociedad debe de vivir.
Es justo y prudente que los actores de los gobiernos y especialmente los que se dicen líderes morales de partidos incluyendo a los difusores civiles que tienen o han tenido la oportunidad de tener la capacidad de saber discernir lo que le conviene o no a las mayorías, actuar con más apego a un principio ético de procedimientos que enaltezcan y lleven el debate social y político de los nuevos tiempos a mejores niveles.
Es cuestión de principios y de respeto a uno mismo, porque a nadie creo que nos gustará que se esté satirizando nuestro actuar cuando ni siquiera no sentimos capaz de hacerlo en respuesta a estas acusaciones, que no dejan de ser sin sustento y que solo vierten la amargura que les provoca el aún dolor de haber perdido el poder político administrativo del municipio que los mal acostumbró a lo bueno, pero no les dijo que tenían que plegar sus acciones al rendimientos de frutos y resultados en beneficios de las mayorías, que finalmente son las que definen lo bueno, lo malo o tipo de gentes a los que les quieren otorgar el rumbo de su desarrollo.
Los panfletos que siempre han salido y más cuando la oposición sale del poder, son plenamente identificados y hasta nombres y apellidos tienen y esto lo sabe la población en general, la que en muchas ocasiones hasta ignora y no genera efectos, pero no deja de provocar escozor que aún en estos tiempos cuando se dice que hemos avanzado en muchos aspectos culturales tengan estos tipos de gentes que recurrir a estos vergonzosos procedimientos para realizar según ellos denuncias, lo que podrían estar aceptada si se hicieran responsable de lo que están escribiendo.
Los nombres están en la mente de los que de alguna manera hemos leído los panfletos, y la convocatoria sería al buen vendedor de ropa, perredista con fama de que defrauda a proveedores con cheques sin fondos y al propio ex pseudo contralor ex priista, ex perredista y ex de todo que son tiempos diferentes que las cosas están mas transparentes y que seguramente no existe en la actual administración un perfeccionismo absoluto, porque nada lo es, pero cuando menos no se soportan huevones, que se dicen los ultra sabihondos y que en los hechos y las prácticas solo se dedican a estar intrigando a la administración ante la incapacidad de poder trabajar en grupo, como lo ha demostrado generacionalmente. Que ni qué.

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