LAS DENTELLADAS

El TEDF, peor que los establos de Augías

Por El Tiburón.- Me dice el camarada Paul Morquecho, historiador, doctorado en ciencias ocultas por la universidad de “Chale” (que debe pronunciarse “cheil”), ubicada en un barrio populoso del Distrito Federal, que, según la mitología griega, el tal Augías fue rey de Elide. Formó parte de la expedición de los argonautas, siendo el encargado de convencer a su hermanastro Eetes de que entregara sin broncas el vellocino de oro.
Señala Paul que por designio de los dioses, el ganado de Augías no sufría enfermedades ni bajas, así que poseía el mayor rebaño del lugar. La bronca es que el tal Augías era medio cochinón, así que nunca había limpiado sus establos hasta que lo hizo Hércules en un solo día en cumplimiento de su quinto trabajo de los doce que le impusieron para expiar sus culpas por los daños que hizo durante cierto tiempo que enloqueció. Dice el camarada Paul que, nada Güey, Hércules desvió el cauce los ríos Alfeo y Peneo (ah pa’ nombrecito el de este segundo río) cuyas aguas arrastraron todo el estiércol acumulado por años en los establos de Don Augías.
Nos comenta mi camarada que, por este pasaje que nos relató, muchos “suidadanos” suelen recordar a Augías cuando se refieren a un lugar atascado de mierda, como parece estar hoy el Tribunal Electoral del Distrito Federal, organismo formado por cinco magistrados cada uno de los cuales gana como 108 mil pesos mensuales, o sea, 25 veces más de que gana usted, y eso ya contando las propinas. Pero eso no es todo, los magistrados del TEDF tienen una serie de prerrogativas extras que ofenden a toda la cristiandad. Dinero para teléfono celular, para automóvil, para gastos médicos, aguinaldo, prima vacacional equivalente a 30 por ciento de su salario bruto, estímulo anual, ayuda de despensa de fin de año, seguro de gastos médicos mayores y seguro de vida institucional.
Bueno, pues resulta que alguien comenzó a buscarle los pies al magistrado Miguel Covián y resultó que fueron a dar con los establos del tedeefe. El diario La Crónica documentó que uno de los dueños del establo, el magistrado Covián es un pillo. Según las notas de este diario a lo largo de semanas, el “majestrado” contrataba personal para el equipo que tiene por tarea asesorarlo y ayudarlo a estudiar los casos y elaborar los proyectos de resolución de los asuntos que caían en sus manos, todos en materia electoral.
Afirman que para mejorar sus ingresos, el tal “majestrado” en lugar de contratar abogados incorporaba a su equipo a maestras de primaria, policías auxiliares, choferes con elevadísimos sueldos, a quienes les pedía, que digo les pedía, les quitaba a la mala por lo menos la mitad del salario para el vencedor.
Claro, la mayor parte de su trabajo como juzgador era una porquería y la mayoría de sus proyectos eran rechazados en el pleno. Bueno, contrató hasta a un ex precandidato a diputado lo que está expresamente prohibido por la ley. Se supone que son los mejores hombres, los más conocedores, los más rectos quienes conforman este tipo de organismos. Seguramente alguien de arriba quiso darle recio a Covián y sacaron todo el estiércol acumulado en su establo del tedeefe.
Finalmente los integrantes de la Asamblea legislativa ya no pudieron seguir haciéndose patos y llamaron a Covián a que rindiera cuentas de las denuncias vertidas. Cuenta Paul que lo que ahí pasó fue peor que si Covián se hubiese vomitado y zurrado en el sacrosanto recinto legislativo. Una vez que lo atoraron, dijo que si lo iban a correr que los echaran de una vez a los cinco magistrados pues tanto el actual presidente, Adolfo Riva Palacio, así como los magistrados Darío Velasco, Armando Maitret y Alejandro Delint, también han incurrido en anomalías, o sea que todo el organismo es un nido de pillos. Vaya confesión del “majestrado” Covian.
Dice Paul que esto es importante para nosotros por que afortunadamente, para los guerrerenses, nada de esto pasa en Zihuatanejo, que digo en Zihuatanejo, no pasa en todo Guerrero. Y eso a mí me consta. Nunca ha pasado ni pasará un caso bochornoso como éste por una sencilla razón: Aquí no existe ningún Tribunal Electoral del Distrito Federal.
Aquí pasan otras cosas pero eso sí, tan bochornosas o peor que éstas. Recordará usted que en el año 2005, Televisa documentó un caso de soborno y corrupción en el Consejo Estatal de Guerrero. Este organismo adjudicó un contrato para elaborar la papeleria electoral que se usó en febrero y octubre de 2005 a la empresa SAMESA, la cual, presumiblemente, dio a cambio dinero y un cheque por 3.25 millones de pesos a nombre del entonces consejero Alejandro Ortiz Hernández, pero como el cheque no tenía fondos, el consejero trató de venderlo a un particular, quien se las ingenió para filmar la reunión con Ortiz y le pasó los videos a Televisa.
Alejandro Ortiz involucró en los videos en este presunto caso de sobornos y corrupción, al ex presidente del Consejo Estatal Electoral de Guerrero, Ceferino Cruz Lagunas y los ex consejeros electorales: Víctor Manuel Trani Clemente, Alfonso Antonio Neri Celis, Alejandro Ortiz Hernández y Emiliano Lozano Cruz, quien sustituyó a Lagunas en la presidencia del Consejo Estatal Electoral de Guerrero. También salpicó al representante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ante ese órgano electoral, Roberto Torres Aguirre. Yo, hasta donde sé ninguno de los mencionados está en el bote. Si alguien tiene datos en contrario con todo gusto los publicaré, pero ya sabe usted que éste es el mundo de la impunidad.
Lo peor de todo, mi estimado es que existe la leve sospecha de que muchos de estos organismos supuestamente formados por fulanos “intachables” requieren que les aventemos todas las aguas del Peneo.

1 comentario:

  1. Mi querido Tiburcio dejame felicitarte a ti o a tus "concejeros"por el conocimiento en mitologia griega. Muy buena nota e investigacion sigue asi Tiburon .........Abur

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