PECATA MINUTA

AL DIABLO CON SUS ALIANZAS
Por Rogelio Gómez Mejía

“Entre menos Burros más Olotes”
Se necesita de verdad tener muy poca vergüenza en nuestros tiempos para reventar a nombre de la democracia la libertad del pueblo a decidir quiénes deben ser sus gobernantes, pero poco podría esperarse en una dictablanda cuasi perfecta en el abono al camino de un gobierno del pueblo adobado a cuenta gotas desde las cruentas luchas que nos llevaron al inicio de nuestra constitución en nuestro celebrado centenario con nuestro primer jefe, Venustiano Carranza.
Todavía tiene vigencia el espíritu del artículo 41 de nuestra Constitución de 1917 en el sentido de que la soberanía de la nación la ejercerá el pueblo por medio de los poderes de la Unión, pero no en la realidad que nos mantiene alejados de aquellos que aparentemente resultaron electos por la ciudadanía y que nos exonera de la responsabilidad de que los habitantes tienen los gobernantes que se merecen, porque legalmente no los hemos elegido.
Todo esto viene a cuento porque de pronto el secretario de Gobernación rompió la armonía de la simulación del juego democrático, al renunciar al partido que lo llevó al gobierno del PAN de Felipe Calderón Hinojosa, ya de por sí cuestionado, factiblemente por estar en contra de sus principios y convicciones del que fuera su partido político desde los 14 años, al decidir alianzas para efectos electorales con sus adversarios de ideologías, PRD, PT y Convergencia que efectivamente a últimas fechas han dado pobres muestras de un pragmatismo indigno de la conciencia que abanderan.
Y consideramos la pertinencia de la observación, no nada más por los diferentes propósitos en las plataformas políticas y los fines ideológicos de los partidos supuestamente contendientes y ahora aliados con el argumento, hágame el favor, de impedir el “bloqueo total de la democracia” en estados como Oaxaca, destacadamente, Puebla, solares del caciquismo, Durango, Hidalgo y Quintana Roo dominios del PRI y Sinaloa, Veracruz y Tlaxcala, baluartes de los “cuadros territoriales” que, efectivamente están corroídos por las sólidas estructuras de los intereses entramados con los “huesos” garantizadores de una economía bonancible mientras duren en el poder y que muy bien les aprendió el PAN en el fallido ensayo de la llamada transición política.
Y todo por culpa de una clase política que pensado siempre en primera persona y cuenta bancaria se adentró en reformas constitucionales al artículo 41 otorgante del poder, a partir de un propósito renovador de José López Portillo que Carlos Salinas de Gortari el gran negociador, adoceno para consolidar sus grupos fácticos en el complejo aparato que siguió al COFIPE para legalizar con Ernesto Zedillo el TRIFE y el IFE, sistema dictatorial perfeccionado y carísimo por cierto, con tintes enredosos de legalidad en habilidoso “piñazo” que garantiza la permanencia en el poder de la clase política actual, que llegó al poder por el voto del sufragio universal, libre, secreto y directo con que soñó Carranza, pero al que nunca han legalizado que sea por Mayoría Absoluta del padrón registrado, sino por mayoría relativa con lo que pudieron ganar, así “haiga sido” con un 15 por ciento de éste, porque sus adversarios no tienen “estructuras” de votantes suficientes y aunque el pueblo en general no haya votado.
A menos que en un acto sublime de patriotismo por la democracia del país, establezcan el voto obligatorio ciudadano y elección por mayoría absoluta más uno para quien quiera contar con el poder soberano del pueblo…de verdad!

Escríbanos a; zarrojo2000@yahoo.com.mx