LAS DENTELLADAS

Por El Tiburón

El viernes pasado, la dirigencia estatal del RIP acusó ante el IEEG al diputado y aspirante a la gubernatura de Guerrero, Armando Ríos Piter. Lo acusan de estar realizando una campaña electoral anticipada a los tiempos que marca la ley. Les parece que viola la ley con la publicidad encaminada a llamar a Guerrero “territorio jaguar”, como lo hizo con la Costa Grande en la pasada campaña por la diputación. Que la propaganda está por todos lados, dicen los denunciantes.
En nota publicada el día de ayer en las páginas de El Sur, Ríos Piter dijo algo así como que se la pelan los del RIP; agregó algo así como que está tan preocupado por la denuncia que en cuanto se acuesta comienza a roncar, eso sí como un “pinchi” león. Negó que ande en campaña y en relación a los videos, pulseras, anuncios, calcomanías, volantes y truzas con su logotipo que ha regalado, dijo que nada tiene que ver con ellos. Casi casi como que dejó entrever que a lo mejor es la raza la que ya no aguanta las ganas de gritar a los cuatro vientos que lo quieren como gobernador. Y pues que le vayan a reclamar a la raza. (Conste que estoy citando de memoria).
Aclároles que los del RIP no son los primeros que observan movimientos “raros” (además de su forma de caminar) en el territorio “jaguar”, área que seguramente se va formando con aquellos sitios donde mea (y marca a la vez) Ríos Piter. He aquí sólo una de las muchas denuncias que han hecho Lázaro Mazón Alonso y David Jiménez Rumbo, suspirantes también por la silla del gobierno que tan mal usa Zeferino.
En nota de la agencia IRZA del 24 de febrero de este año, el senador Lázaro Mazón denunció en Iguala que Ramón Cárdenas Villarreal, secretario de Desarrollo Rural (¿qué madres sabe de desarrollo rural este tipo, ex director, por cierto, de Fonatur Ixtapa?) y varios subsecretarios están utilizando los proyectos productivos del gobierno del estado para apoyar la aspiración de Ríos Piter. Y dijo que tiene pruebas (pues que se las dé a Efrén Leyva ¿no? Las pruebas, desde luego).
Una de las últimas veces que David Jiménez habló del asunto fue el 25 de febrero pasado. Entrevistado por la agencia IRZA dijo que Ríos Piter es el “espurio” precandidato del gobernador. Señaló que tiene la convicción de que (en el gobierno de Zeferino) hay desvío de recursos humanos y económicos a favor de su precandidato que es “espurio” porque “no es perredista ese señor… y además pretende comprar la voluntad perredista con derroche de recursos y programas del gobierno del estado”.
También pidió que despidan a Ramón Cárdenas, a Heriberto Pastrana, Rubén Padilla e Israel Soberanis, involucrados, según él en el apoyo al “jaguar”.
El camarada Ponciano, quien en alguna ocasión ha ilustrado esta columna con su sabiduría, aceptó entrarle a este asunto y dijo lo siguiente: Que Ríos Piter no es el único que anda en campaña; que también lo hacen David Jiménez y Lázaro Mázón, lo mismo que los cuatro o cinco aspirantes a la candidatura a gobernador por parte del RIP. El “jaguar” no es el único que anda en campaña, es el que de manera más descarada utiliza los recursos públicos para ello, indica. Comentó Ponciano que mientras los otros son candidatos de sus mafias… perdón, de sus grupos y corrientes, Ríos Piter es el candidato de un gobierno que pretende desarrollar prácticas que deberían haberse desterrado de la política, como el deseo de dejar un sucesor en el cargo.
Sin embargo y aquí está lo verdaderamente novedoso del planteamiento “poncianista”, propone establecer que a los diputados y a los políticos en general no sólo no se les prohiba hacer campaña político-electoral. Por el contrario, plantea que a los diputados, senadores y a todos los políticos en general, con cargo público, hay que exigirles que hagan campaña todo el tiempo, que todo el tiempo desarrollen actividades propias de su encargo, encaminadas a convencer al electorado que es un buen servidor y que valdría la pena que lo consideraran para otro hueso en el futuro.
Lo que hay prohibirles es que hagan campañas de pura lengua, campañas de dádivas donde entregan bienes del pueblo para “comprar” el voto con la propia lana de la raza. Hay que prohibir que anden metiéndose los gobernantes y segundones que en lugar de chambear se la pasan “trabajando” para un candidato igual de inútil que ellos.
Hay que prohibir –dice Ponciano- que los políticos se nieguen a concluir el período para el que fueron electos (y aquí, en este ajo, andan varios que apenas tomaron posesión y ya andan con jaladas queriendo brincar a otro mecate). El mismo Ríos Piter en la nota comentada más arriba, dijo que apenas tiene seis meses que terminó el alboroto por la diputación donde dice que usó lo del “territorio jaguar”. ¿No que querían ser diputados y presidentes municipales? ¿Ya tiene el diputado alguna iniciativa de ley para que se acaben los secuestros y la matazón en Guerrero? ¿Ya tiene alguna iniciativa para terminar con la pobreza de la raza? ¿No? Pues a chingarle, mi estimado.

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