LAS DENTELLADAS

Hay de gobernadores a gobernadores

Por El Tiburón

Bien a bien no se sabe cuál fue exactamente la razón por la que trascendió tanto en la sociedad mexicana la muerte de la niña Paulette Gebara Farah, ocurrida hace algunas semanas en jurisdicción del estado de México. Unos dicen que por la cobertura mediática, otros que por la intervención de las redes sociales, y otros más por el amarillismo de los medios de comunicación. La verdad es que el caso alcanzó un nivel de interés muy alto entre los meshicas.

Como todos ustedes saben, al final la Procuraduría de Justicia del Estado de México, que antes había intentado encarcelar a la madre de la niña como presunta responsable de la muerte de la menor; que recurrió a métodos que hicieron recordar a Pablo Chapa Bezanilla cuando recurrió a la brujería de “La Paca” y a la siembra de cadáveres para “clavar” hasta el fondo a Raúl Salinas de Gortari, “probando” que había sido el autor intelectual de la muerte de José Francisco Ruiz Massieu, la Procuraduría del Edomex –digo- terminó por concluir que la muerte de la niña había sido puramente accidental y que no habría acción penal contra persona alguna, con lo cual cerró la investigación, dejando muchas dudas con la explicación.
Las inconformidades por las inconsistencias de la investigación rebasaron la figura de Alberto Bazbaz y comenzaron a tocar al propio gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto. Sus contrarios políticos trataron de aprovechar la coyuntura para golpearlo, así que, en un momento determinado, Alberto Bazbaz convocó a una conferencia de prensa para informar que presentó su renuncia al cargo de Procurador de Justicia del Estado de México.
Algunas opiniones sobre este tema dicen que Peña Nieto se quiere lavar las manos, que él es el responsable de las investigaciones y que debería pagar el costo de sus errores.
Más allá de este punto de vista, a mí, en lo personal, me llama la atención que Peña Nieto haya aceptado sacar a Bazbaz de la jugada a pesar de que se dice que tiene lazos de amistad más o menos fuertes con él. Es claro que le interesa que este asunto no perjudique su trayectoria y sus aspiraciones en relación con la presidencia de la república, pero me llama la atención por que conocemos a otro gobernador que, en cuanto abandone la gubernatura va a querer que lo hagan senador por que quiere seguir disfrutando de las mieles del presupuesto y ni aún así se preocupa por escuchar las opiniones e inconformidades de la ciudadanía; le vale gorro todo lo que diga la raza sobre la conducta de sus funcionarios.
Me refiero a un gobernador que anda cerquita de nosotros, cuyos funcionarios, sobre todo en el terreno de la procuración de justicia, han demostrado una ineptitud enorme y no es capaz de decirles que por favor dejen de crearle problemas y que se vayan a buscar otra chamba.
Recordarán ustedes el caso del ex procurador Eduardo Murueta, de quien la raza pedía a gritos su salida por que de plano no podía resolver ninguno de los crímenes políticos que sacudieron al estado y Zeferino Torreblanca lo mantuvo hasta que se cansó.
Ahora mismo hasta los legisladores lo están conminando a que presente una terna para elegir al Procurador en lugar del encargado de despacho de la Procuraduría y a Zeferino le vale sorbete lo que opine usted y lo que opinen los demás.
Por eso digo yo que se ve que hay de gobernadores a gobernadores.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario