PRD, MEDROSO
El método -“mixto”, le llaman-, que utilizará el PRD para elegir a su próximo candidato a gobernador, decepcionó a un gran segmento de su militancia y simpatizantes quienes esperaban que se llevara a cabo un proceso de consulta a la base, sin miedo a las urnas.
Sin que esté previsto en sus estatutos, el PRD utilizará como método y herramienta las encuestas, pero tales sondeos tienen dedicatoria para impedir que los perredistas vayan a las urnas y elijan democráticamente a quien será su próximo candidato a la gubernatura de Guerrero.
Lo que se percibe a simple vista, es que la mayoría de los aspirantes perredistas a la candidatura le tuvieron miedo al senador David Jiménez Rumbo, quien ha sido el principal impulsor para que la elección del abanderado del PRD se decida a través de las urnas.
Para frenar la casi segura candidatura de Jiménez Rumbo, sus contrincantes hicieron lo mismo que las fieras salvajes (ejemplo, las hienas) cuando se ven en desventaja y rehúsan la pelea cuerpo a cuerpo contra un león: le echaron montón entre todos para no ir a la ,elección en urnas.
Lázaro Mazón Alonso, Armando Ríos Piter, Alberto López Rosas, Ramón Almonte Borja y Cuauhtémoc Sandoval Ramírez, son los cinco aspirantes que hicieron alianza para echar abajo la propuesta de David Jiménez Rumbo quien está dispuesto a competir en las urnas en busca de la candidatura. ¿Por qué se rajan?
Los dos primeros -Lázaro y Armando-, son, junto con Jiménez Rumbo, los que en principio se han considerado aspirantes con posibilidades, pero jamás los tres restantes -López Rosas, Almonte Borja y Cuauhtémoc-, quienes hacen el triste papel de paleros o esquiroles del proceso interno del PRD para elegir a su candidato a gobernador. ¿De a cómo fue la negociación?
Fuentes del PRD, anticiparon que un gran segmento de su militancia, principalmente del Polo Guerrerense de Izquierda (PGI) -la corriente mayoritaria que lideraba el extinto diputado Armando Chavarría Barrera-, en días subsecuentes podría desprenderse de las filas del sol azteca, en protesta contra la dirigencia estatal de ese partido que encabeza Misael Medrano Baza y el líder nacional Jesús Ortega, porque ambos violan los estatutos. Afirman que Misael ya anda negociando con la cúpula del sol, azteca que lo hagan senador, o “de perdida” diputado federal pluri.
Lo cierto es que el PRD de hoy, no es el mismo de hace seis años cuando su dirigencia estatal con acuerdo del comité nacional llevaron a cabo elecciones internas donde participaron los ex precandidatos Zeferino Torreblanca Galindo y el extinto Armando Chavarría Barrera.
Quien ganó limpiamente en las urnas fue Torreblanca Galindo, derrotó a Chavarría Barrera; luego, Zeferino fue postulado como candidato del PRD a la gubernatura y se convirtió en todo un fenómeno electoral y así ganó la elección constitucional al PRI. Hoy, ya no se vislumbra más ningún fenómeno electoral pues el último se llama Zeferino.
A casi seis años de aquella victoria perredista en las urnas, hoy vemos a un PRD medroso y cobarde que anda haciendo alianzas con los espurios del PAN, con Convergencia y el PT. Qué pena ajena.
Notas Cortas
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