GUARDERIAS “PATITO” INCLUYENDO LAS DEL DIF. MUNICIPAL OPERAN CON SERIAS DEFICIENCIAS QUE PONEN EN RIESGO LA SALUD E INTEGRIDAD FÍSICA DE LOS NIÑOS BAJO SU CUIDADO.

Por Veronica Aranda

Luego de que se hiciera pública la noticia de que la diputada local María Antonieta Guzmán Visairo presentó la iniciativa de Ley que Regula los Servicios de Guarderías Particulares en la entidad, con el objetivo de fortalecer el marco jurídico y asegurar la calidad de la atención que se le brinda a los niños en esas estancias infantiles, así como garantizar la admisión de niños con discapacidades diferentes, El Diario de Zihuatanejo realizó una investigación especial para conocer a fondo la situación de las guarderías particulares de esta ciudad.

Como resultado de una investigación se descubrió que debido a la apatía de las autoridades municipales cada vez son más las estancias infantiles que operan totalmente fuera de la normatividad, en edificios inadecuados, que no cumplen con las más mínimas normas higiénico-pedagógicas, que les proporcionen un desarrollo integral y seguridad a los pequeños.
Sin excepción, esos negocios donde se lucra con el cuidado e integridad física de bebés recién nacidos hasta niños en edad preescolar, son operados por personal improvisado que no cuenta con un perfil profesional adecuado.
En la zona urbana funcionan al menos siete estancias infantiles, instaladas en casas habitación, departamentos y casas de interés social, y en el peor de los casos en edificios que anteriormente fueron utilizados como bodegas y que las propietarias de estos lugares, sin ningún escrúpulo, -aprovechando la necesidad de los padres de familia-, han acondicionado para ofrecer este servicio a cambio de elevadas colegiaturas y cuotas mensuales, sin importarles la responsabilidad que implica el cuidado de lactantes y pequeños en edad preescolar.
Edificios que no cuentan con salidas de emergencia y espacios al aire libre que puedan ser utilizados como zonas de seguridad en caso de algún siniestro; lo que los convierte en una trampa mortal, como sucedió en estancia infantil ABC de Hermosillo, Sonora.
Las autoridades municipales de Salud, Reglamentos, Protección Civil y Bomberos ignoran el problema de estos centros que operan a la vista de todos -pese a que se promocionan en prensa y radio-, y hay funcionarios que aseguran, la operación ilícita de esos lugares y la constante amenaza que representan para la integridad física y la vida de los pequeños, que a diario son depositados en esos sitios, no es su responsabilidad, y otros definitivamente hacen caso omiso de la grave situación por obedecer a intereses personales.
Aparentemente los Servicios Municipales de Salud, hasta el momento, desconocen la existencia de esos negocios, porque ellos intervienen de acuerdo a un padrón que existe en la Dirección de Actividades Comerciales, Industriales y de Espectáculos Públicos (DACIEP), oficina encargada de expedir las licencias para tal fin. Licencias que no deberían autorizarse o refrendarse si desde el punto de vista sanitario, y de seguridad, no se reúnen las condiciones.
Toda vez que se trata de guarderías infantiles donde además de trabajar fuera de la normatividad y ser atendidas por personal improvisado, manejan alimentos -para bebés en período de ablactación y niños en sus diferentes etapas de desarrollo que exigen requerimientos especiales para garantizar su salud y nutrición-, sin ningún control sanitario y con productos de los cuales se desconoce su nivel nutrimental y calidad.
De las principales prioridades a atender por una administración municipal son: salud, seguridad y educación; lo que hace totalmente inadmisible que el gobierno municipal, que encabeza Alejandro Bravo Abarca,  ignore este rubro tan importante, sobre todo cuando está en riesgo la vida,  salud,  seguridad e integridad física de miles de niños y recién nacidos.
Es alarmante que por la ineptitud y apatía de los servidores públicos y la ambición de personas oportunistas, ya se haya perdido la vida de un menor y aun así, las estancias infantiles particulares continúen operando en una aparente clandestinidad, por lo menos para los funcionarios del actual presidente municipal.
LAS GUARDERIAS DEL DIF OTRO RIESGO PARA LA SALUD E INTEGRIDAD DE LOS NIÑOS.
Acudimos al DIF Municipal para conocer la forma en que operan las guarderías que maneja esa institución encargada del desarrollo integral de la familia; donde fuimos atendidos por el administrador, Mario Valdovinos Valdez; pues según las secretarias la presidenta honoraria, Adriana Rodríguez de Bravo, nunca acude a las oficinas y el director, Agustín Armenta Rodríguez, no tiene hora para llegar a su oficina.
Valdovinos Valdez,  quien también se encarga de la operación de estos centros, nos informó que la institución cuenta con dos estancias infantiles, la primera ubicada en la colonia La Noria donde se atienden a 30 niños desde 18 meses de edad y la segunda en la colonia Morelos donde asisten 16 niños en edad preescolar.
A decir del propio funcionario la misión de las guarderías del DIF, es únicamente apoyar a las madres trabajadoras y padres viudos en el cuidado de sus hijos. Nada hay de fomentar el desarrollo de los niños a través de sus interacciones con los adultos, con otros niños y con los objetos que los rodean para que se fortalezcan y adquieran habilidades y destrezas a través del juego y experiencias educativas que los enriquezcan física, social, emocional e intelectualmente.
Tampoco están comprometidos con la alimentación y salud de los pequeños, pues carecen de un programa de salud y tampoco cuentan con enfermeras y un nutriólogo que se encargue de elaborar un menú balanceado y rico en nutrientes que ofrezca a los niños una dieta y alimentación adecuada de acuerdo a su etapa de desarrollo, a la vez que lo eduque para evitar a futuro problemas de salud como la obesidad, diabetes, hipertensión, y enfermedades cardiacas. 
Valdovinos Valdez, quien no cuenta con ninguna experiencia en la operación y administración de guarderías, dijo a este medio, que en cada guardería se cuenta solo con una educadora, una persona de intendencia y una cocinera; y es la educadora quien hace las veces de directora de la estancia infantil. Tampoco cuentan con personal de seguridad.
Al cuestionarle sobre el programa de educación, alimentación, salud, aseo, cultura y civismo, valores y recreación que llevan a cabo, en las guarderías, para desarrollar todas las potencialidades de los menores, dijo que el DIF no cuenta con un programa especifico y que se basan en el establecido por la Secretaria de Desarrollo Social (SEDESOL), el cual aseguró desconocer.
Al preguntarle si además de él existe una persona que se encargue de inspeccionar constantemente las guarderías, respondió: “me parece que cada seis meses vienen de la Sedesol, y yo voy en la semana a ver que se ofrece”. 
Para concluir dijo, Valdovinos Valdez, que esperan pronto poder incluir las guarderías del DIF en el programa de estancias infantiles de la Sedesol, pues por cada niño esa dependencia aporta 800 pesos mensuales, es decir que el DIF Municipal podría recibir, pronto, un recurso de 36 mil 800 pesos destinado a las guarderías, lo que tampoco garantizaría la atención adecuada y de calidad que requieren los niños que acuden a esas estancias infantiles del gobierno municipal; pues además de dinero se necesita voluntad por parte de la presidenta de ese organismo.
LA ESTANCIA INFANTIL 001 DEL IMSS MODELO DE CALIDAD Y ATENCION EN EL CUIDADO INFANTIL.
A  diferencia de las estancias infantiles particulares y las del DIF municipal, la guardería del Seguro Social de Zihuatanejo, que dirige la Lic. María del Rosario Solís Radilla, funciona estrictamente apegada a las exigencias y requerimientos científicos y pedagógicos que se demandan en cada etapa de los niños, desde lactantes hasta niños en edad escolar, para su óptimo desarrollo físico, emocional, mental y nutricional.
En esa institución los bebés son recibidos, para su cuidado, desde los 43 días de nacidos y permanecen hasta cumplidos los cuatro años de edad. El personal encargado del cuidado, atención, desarrollo y nutrición de los pequeños, en sus diferentes etapas, cuentan con licenciaturas y conocimientos técnicos; reciben constante capacitación; y el programa educativo que llevan a cabo esta sustentado por la Secretaría de Educación Pública y el IMSS, basado en teorías científicas.
Desde su ingreso, los pequeños, son atendidos por técnicos y oficiales en puericultura, enfermeras, licenciadas en pedagogía, licenciados en nutrición. Los menús que se les ofrecen están diseñados por nutriólogos para garantizar que los pequeños consuman una dieta adecuada de acuerdo a su edad y requerimientos, para su  sano desarrollo físico y mental. Los alimentos son preparados bajo las más estrictas normas de higiene, elaborados con productos de la más alta calidad.
Para seguridad de los niños en cuanto detectan a uno de los pequeños con signos o síntomas de enfermedad inmediatamente los envían a valoración médica, para determinar su estado de salud, y sean atendidos adecuadamente. En caso de emergencia es la directora, una enfermera y la encargada de la sala quienes trasladan al pequeño al hospital para su pronta y adecuada atención. Es bajo la supervisión y valoración de un médico especialista, que el niño es reincorporado nuevamente a la estancia, después de varios días, según lo haya requerido su tratamiento.
Así mismo dan seguimiento al peso y talla de los bebes y niños, detectándose cualquier desviación que pudiese requerir valoración médica inmediata y se vigila la aplicación de las vacunas requeridas por cada menor.
Las instalaciones cuentan con salas especiales para cada etapa de los niños y recién nacidos, con cupos máximos de 12 a 18 niños, dos salones de usos múltiples, áreas verdes, baños, zonas de seguridad, patio, juegos infantiles, enfermería, bodega, cocina, dirección y oficinas administrativas.
El edificio es custodiado por guardias de seguridad privada. El personal recibe constante capacitación y visitas de inspección, de la misma manera en que semestralmente rinden indicadores de cómo está funcionando la guardería. De igual forma cuentan con personal sustituto que cubre las vacaciones y permisos de los titulares, quienes tienen la misma capacitación.
Como parte de los requisitos para el ingreso de los lactantes, a partir de los 43 días de edad y en cualquiera de las etapas, durante una semana las madres de familia deben permanecer con ellos durante 6 horas diarias para que los bebés se adapten y las mamás conozcan la forma en que funciona la guardería y el cuidado que se les brinda a sus pequeños.
Parte de los cuidados están basados en un programa integral que contempla las áreas de educación, alimentación, salud, aseo, cultura y civismo, valores, recreación y calidez. Diseñan los programas educativos acorde con las necesidades y características del desarrollo de las niñas y los niños. Los niños y las niñas están ubicados están ubicados en salas de atención de acuerdo con las diferentes etapas de desarrollo. Mantienen una constante revisión de los programas a fin de incorporar nuevas técnicas y practicas educativas.
De igual manera ponen especial énfasis en la estimulación temprana, para favorecer el desarrollo de todos los sentidos por ser estos la vía de aprendizaje más directa en la primera infancia. Cuidan cada etapa del desarrollo para fortalecer su seguridad y autoestima. Realizan tareas que les permiten desarrollar sus habilidades y prepararlos para el ingreso al sistema escolarizado. La guardería del IMSS mantiene registros de aprendizaje y bienestar de los niños y las niñas y los utiliza para planear experiencias apropiadas para ellos.
Con todos los antecedentes arriba señalados, solo queda esperar a que la presidenta honoraria del DIF municipal, Adriana Rodríguez de Bravo, y el gobierno de Alejandro Bravo Abarca no continúen permitiendo tanta irresponsabilidad e improvisación en la prestación de ese servicio que se ha incrementado en los últimos años, por personas oportunistas que aprovechando la demanda que existe de madres y padres de familia que tienen que trabajar para sostener económicamente sus hogares y sus familias, lucran con la vida de los pequeños que son depositados en esos centros que operan totalmente fuera de toda normatividad, al amparo de las autoridades.