MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo

*** Astudillo y las obras de la capital

Es evidente que el alcalde de Chilpancingo, Héctor Astudillo Flores, sabe el impacto y las molestias que generan la construcción de obras, sobre todo cuando éstas repercuten en la vialidad, uno de los talones de Aquiles de la capital del estado.
Así es, Chilpancingo, a pesar de ser la capital del estado, no cuenta con vialidades amplias y que faciliten el tránsito del parque vehicular. Por el contrario, tiene mini-avenidas que en las llamadas horas pico se saturan a más no poder. A esto se le suma, la falta de voluntad del gobierno del estado para coordinarse con el municipio a efecto de concretar un reordenamiento del transporte público, que es el principal dolor de cabeza en las calles, léase urvaneros.
La situación se complica cuando las alternativas viales se reducen, como hoy sucede en la parte norte de las laterales del Huacapa y en la calle Galo Soberón, ambas cerradas por los trabajos de obra que se desarrollan.
En el caso de la calle Galo Soberón, el alcalde Héctor Astudillo se comprometió a que los trabajos de remodelación e imagen urbana que se desarrollan en la Calle Zapata, se culminen durante los siguientes días del mes de octubre, con el objetivo de que la vialidad quede libre y los capitalinos puedan disfrutar de una obra social importante y que dará otro rostro a Chilpancingo.
Como se recordara, la calle Zapata se ha convertido en una arteria cien por ciento peatonal. Con espacios amplios para caminar y con negocios mejor ordenados. Esta arteria comunica al zócalo capitalino con la Alameda Granados Maldonado. Por esa razón, la calle Galo Soberón, que es vía alterna, está cerrada, porque es ahí en donde se están desarrollando las maniobras inherentes a la obra. La cual, según el compromiso del presidente municipal, podría quedar libre en los próximos días, lo que es una buena noticia, y que habla del trabajo responsable que desarrolla Héctor Astudillo.
En el caso de las laterales del Huacapa, cuya parte norte está cerrada por la construcción de dos puentes que fueron dañados por las lluvias, el municipio de Chilpancingo, por voluntad del alcalde, prestó un millón de pesos para que los trabajos de la obra no se detengan y se culminen lo más pronto posible, a efecto de que esa alternativa vial cumpla con su objetivo para reducir la saturación vehicular en el centro de la ciudad.
Esas acciones demuestran que Héctor Astudillo es un alcalde que ve y entiende la realidad de su municipio. Sabe el impacto que están generando las obras en la vialidad. Por eso ha puesto manos a la obra, para que este problema se resuelva lo más pronto posible.
Al final de cuentas, las afectaciones que hoy sufren los capitalinos, después las verán traducidas en obras de beneficio social. En la calle Zapata podrán caminar con sus familias. Y los nuevos puentes vendrán a dar certidumbre. Eso es lo realmente importante.
La vialidad se ha visto afectada por una necesidad social, y no por capricho de alguien. Y más aún, el primer interesado en que las cosas mejoren, es precisamente el presidente municipal, Héctor Astudillo Flores. Esa es la cuestión.
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