MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo

*** Vicario, el primer damnificado

A pesar de que el coordinador de la bancada del PRI en el Congreso Local, el diputado Héctor Vicario Castrejón, aseguraba que tenían  la misma fuerza al seno del poder legislativo, y que no les había impactado el apoyo de seis legisladores de su partido al candidato de la coalición “Guerrero nos Une”, los más recientes acontecimientos demuestran que el oriundo de Chaucingo es el primer damnificado de la contienda electoral.
Así es, el PRI quedará fuera de las presidencias, de la comisión de gobierno y de la mesa directiva, ya que la primera de ellas, en automático pasará a manos del PRD, mientras que la segunda, por acuerdo político y aprobación de la mayoría de los legisladores, corresponderá al PAN. Esto a partir del 15 de noviembre.
Es evidente, que la fuerza que presumía Héctor Vicario no era real. Tanto así, que topó en pared, cuando no solamente los perredistas, panistas, convergentes y panistas se pusieron de acuerdo para dejarlo fuera de la jugada, sino que a éstos se sumaron los llamados diputados “Aguirristas”, quienes, dicho sea de paso, sin hacer tanto ruido ni alarde, si le demostraron la fuerza que tienen, en éste momento político que se está viviendo.
Por eso, las declaraciones de Héctor Vicario en el sentido de que no pasaba nada y que su fracción estaba fuerte, siempre fueron cuestionadas, porque en lugar de reflejar la realidad, se veían acordes a la frase: “al mal tiempo, buena cara”. Sobre todo, cuando se sabía que alrededor de 28 legisladores locales simpatizaban con el proyecto del candidato de la coalición Guerrero nos une, y no solamente los seis priístas.
Tal vez por eso, como un presagio de lo que se veía venir, Héctor Vicario habría pedido al dirigente estatal de su partido, Efrén Leyva Acevedo, que cambiara el tono de su discurso con los priístas que han manifestado su apoyo a Ángel Aguirre Rivero, a quienes no ha bajado de traidores.
El figueroísta ya presentía lo que se avecinaba. Entendía perfectamente que sus días en la comisión de gobierno están contados y que de llegar con una fracción dividida, podría ser avasallado con facilidad por los demás partidos y los diputados aguirristas.
La decisión tomada por Ángel Aguirre Rivero ya tiene serias repercusiones en contra de sus detractores. Lo ocurrido en el Congreso Local demuestra que Héctor Vicario Castrejón es el primer damnificado de la lucha por la gubernatura.
Lo cual es una mala noticia y una mala señal para el candidato del Tricolor, para quien podrían avecinarse tiempos peores. Ya que si sacamos la calculadora, el que 28 legisladores de 46, con 3 ó 4 que están por decidirse, el escenario luce sombrío en cuanto a números para ese Instituto Político. Lo ocurrido en el Poder Legislativo, no es un hecho aislado del proceso electoral. Es una clara demostración de fuerza política. Y ojo, otra enseñanza, es que quienes apoyan a Ángel Aguirre lograron consensar con los panistas. Esa es la cuestión.
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