PECATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía

BRINK´S; PELIGROSAS INVERSIONES

“La ambición suele llevar a los hombres a ejecutar los menesteres más viles: por eso para trepar se adopta la misma postura que para arrastrarse”. 
Jonathan Swift.
De no coger las autoridades responsables el toro por los cuernos, en este caso la Secretaría de Economía a cargo de Bruno Ferrari; Hacienda y Crédito Público de Ernesto Cordero, la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras y su dirección, así como la Secretaría de la Defensa Nacional del General Guillermo Galván Galván, cuando menos; para estas horas el mega consorcio norteamericano “Brink´s Inc.” finalmente habrá devorado a la compañía de transporte y custodia de valores “Servicio Pan Americano de Protección, S. A.” (SERPAPROSA) disputado casi desde su fundación en 1965 por poderosos inversionistas.
De todos es sabido que la inversión extranjera en México está sujeta a indispensables condiciones en actividades de interés nacional para el país que se reserva su intervención por razones de seguridad nacional, como el petróleo, los minerales, la energía eléctrica, el espacio radio eléctrico y entre otras más, el transporte terrestre de valores por el control financiero que manejan y el personal armado y con equipo blindado que utilizan, lo cual pone bajo la tutela del estado para proteger al país de intromisiones en cuestiones de interés nacional.
Empero la estadounidense “Brink´s” como la española “Prosegur” y otras empresas expansionistas que han encontrado en el mercado del transporte del dinero un rico filón de oro, metafórica y realmente hablando de unos 800 mil millones de dólares, dominantes del tráfico de billetes y otros valores, se han establecido y así lo presumen en más de 100 países de los cinco continentes que los hacen tan poderosos como el gobierno más imperial del mundo. 
Así, salvado el obstáculo que detuvo el apoderamiento del megacorporativo “Brink´s Inc.” de la empresa transportadora de caudales “Servicio Panamericano de Protección, S. A., (Serpaprosa) hace cuatro años, finalmente se da por consumado que este oligopolio, consolidó el primer paso para controlar el negocio en México, a menos que para hacer valer las leyes de Inversión Extranjera y la de Armas de Fuego y Explosivos impidan la pretendida operación financiera de que se valió la primera para capitalizar los permisos especiales concedidos a la segunda, administrada por el mexicano Guillermo Núñez Herrera y operada por unos 8 mil trabajadores del país que manejan unas 7 mil armas.
Esta expansionista empresa empezó el artesanal negocio con carros jalados con mulas en 1859 con Perry y Fidelia Brink al frente, en Chicago, lo cual habla de su visión y capacidad y continuaron su proyecto desde el principio de sus actividades, introduciéndose astutamente primero en los mercados bancarios de Estados Unidos, y posteriormente en países de Europa, Latinoamerica y Asia donde ha establecido una red de empresas que cimentó en México y Venezuela a partir de 1970, con la participación de filiales a las que acceso con acciones a través de mercados financieros, como lo logró con “Serpaprosa” mediante la adquisición del 20 por ciento de valores documentados en Nacional Financiera a través de un fideicomiso.
Ahora solo será posible detener esta invasión de inversionistas extranjeros en negocios reservados para los mexicanos, con la firme decisión de los funcionarios encargados de regular los principios derivados del artículo 27 Constitucional, o de la respuesta patriótica de las Comisiones vigilantes de Diputados y Senadores de los que, lamentablemente poco esperan los mexicanos, en vista de los vulgares pleitos en que se encuentran inmersos, como ha sido jugar con la autorización de un abusivo Presupuesto de Ingresos, disputado aparentemente por el PRI en reducir la aplicación del 16 por ciento al IVA, propuesto por el presidente designado Felipe Calderón, al 15 por ciento del que recularon, igual que como hace un año transaron con el incremento del 12 al 15 por ciento del feroz gravamen, acumulable de fondos que el gobierno destina en 76.6 por ciento para gastos y sueldos de la burocracia dorada y sólo un 23.4 por ciento para el desarrollo y el empleo, por lo que nos tienen en la miseria.
Pero de no ser por estos fallidos, seudorepresentantes del pueblo que ostentan inmerecidos cargos gracias a un sistema electoral legislado a modo por estos politicastros, mucho menos se puede esperar de funcionarios arribistas protectores del sistema entreguista de un gobierno que no ha dado una sola muestra de interesarse por el bienestar de la población. Y si no, que lo demuestren o que renuncien, como dijo don Martín!.
BALA PERDIDA.
Aunque no todo está perdido en la coyotera. Ya ven el menudo zape que le asestó la impredecible Suprema Corte de Justicia de la Nación, en voz de la Magistrada Olga Sánchez Cordero quien hizo valer la Constitución para detener el ambicioso decreto electorero del presidente designado Felipe Calderón, sobre el “apagón analógico” dispuesto que, ahora sí, diputados y Senadores presentaron efectiva controversia constitucional por la decisión presidencial carente de facultades específicas de la Cofetel que, así sea jerárquicamente subordinada, debe respetarse joven!.

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