Por Juan Fco. Barrios Valverde
La temporada de invierno representa una gran oportunidad para los productores del campo en las zonas costeras de Guerrero, ya que en esta región no existe la cortina invernal donde las temperaturas son extremosas en comparación con el norte del país, en donde existe gran demanda en el extranjero de hortalizas y frutas tropicales; en esta temporada son bien pagadas, el único requisito es que sean de calidad y orgánicas; el problema es la falta de organización en algunos campesinos.
Expresó lo anterior el presidente de la organización de productores orgánicos de la costa grande, Alberto Bravo Villalobos, quien dijo que en la actualidad existe mucha demanda en el extranjero, concretamente en los Estados Unidos y Canadá, donde están requiriendo una amplia gama de productos orgánicos que se siembran y cosechan en esta región, por las excelentes condiciones climáticas.
Agregó que en la costa de Guerrero no se tiene invierno, es decir no existen los climas extremosos y la temperatura desciende en promedio a 20 grados centígrados, lo que hace excelente para la siembra de algunas plantaciones, es por eso que se tiene que aprovechar la venta de invierno que va de noviembre al mes de abril antes de que las temperaturas suban y se caliente en la temporada de verano y se presenten problemas con las plagas de insectos.
Dijo que hay una ventaja significativa en comparación con los estados del norte de México, donde no se puede producir por las heladas y el cambio climático; por ejemplo, en la temporada se esperan más de 100 frentes fríos y apenas se contabiliza el número 20.
Mencionó que en este sentido aprovechando el buen clima se ha iniciado con la siembra de hortalizas y frutas tropicales para abastecer principal mente el mercado estadounidense y de Canadá, de donde llega principalmente la demanda, independiente al consumo nacional que también está representando en este momento una buena oportunidad.
Añadió que los consumidores están pidiendo productos orgánicos, papaya hawaiana y maradol, así como piña y coco, además de hortalizas que van desde calabacitas, pepinos, sandías y melones, entre otros que se producen en las tierras de esta región; en resumen lo que falta es organización entre los campesinos para que se aprovechen estas oportunidades, si existen grupos organizados que están trabajando y obteniendo buenos resultados en esta parte de la región.
Destacó que existen algunos problemas en el rubro de la exportación, sobre todo en las aduanas derivado del bioterrorismo y en especial con el mercado de Estados Unidos, desde donde han aumentado las revisiones y los requerimientos en base a las certificaciones para poder exportar a este país, pero aún así hay despachos de asesores donde se buscan las alternativas representando una muy buena oportunidad para los que trabajan el campo, dijo finalmente.
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