MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo   

*** Aguirre gana el debate. 

El que Ángel Aguirre Rivero, candidato de la coalición Guerrero nos Une, conformada por los partidos PRD, PT y Convergencia, haya enfocado el discurso en sus propuestas de gobierno, lo ubican como el ganador del debate celebrado ayer, lo que seguramente, se podría ver reflejado en las próximas encuestas y en las elecciones del 30 de enero próximo.
Y es que, tal y como lo dijo el candidato del PRI, Manuel Añorve Baños, solamente los perdedores se dedican a verter descalificaciones, dándose con una piedra en la boca, puesto que el único de los aspirantes, que llevaba la espada desenvainada era precisamente él. Siendo su principal y raquítico argumento, que el PRD no cumplió las expectativas de los guerrerenses. Lo cual está completamente rebasado en el presente proceso electoral, ya que la ciudadanía, de acuerdo a los sondeos de opinión que han trascendido, su voto lo habrán de dar, en forma mayoritaria, a favor de la persona y no del partido político.
Mientras el candidato del PRI buscaba desacreditar a Ángel Aguirre Rivero, mostrando estadísticas y gráficas, el candidato de la coalición Guerrero nos une, daba prioridad a los ejes temáticos establecidos en el debate. Iniciando con una entrada formal y cortés. No como el otro, que desde el principio mostró el cobre, al no saludar a quién le engordó la cartera dándole chamba como secretario de finanzas.
Esa actitud del candidato del tricolor, al no saludar a Ángel Aguirre Rivero, fue una entrada con el pie izquierdo, que se ratificó cuando mostró su urgencia por querer desacreditar al candidato de la coalición Guerrero nos une.
Y tan mal le fue al abanderado priísta, que si recordamos bien el debate, el mismo candidato del PAN, Marcos Efrén Parra Gómez, encontró demasiadas oportunidades para exhibirlo, ante el cúmulo exagerado de promesas que ha vertido a lo largo del estado de Guerrero, puesto que muchas de ellas son poco viables, y si lo fuesen, implicaría sacrificar otras partidas presupuestales, que posiblemente sean de mayor importancia.
Ángel Aguirre mostró la seguridad que tiene en el respaldo ciudadano, al no entrar en discusiones estériles, y al no enfocar sus participaciones en los otros candidatos. Su interés siempre fue el de aprovechar al máximo sus tiempos para dirigirse a los futuros y potenciales votantes.
Fue el único, hay que decirlo, que desde el inicio del debate, se pronunció por la firma de un pacto de civilidad, en aras de que el proceso electoral se mantenga y culmine en un clima de paz y estabilidad social. Llamó a frenar las descalificaciones y la guerra sucia. Así como a la madurez y la mesura.
Fue el único, que demostró estar convencido de la reforma urgente del estado, a partir de reformas y acciones concretas, como la creación de la figura de la revocación del mandato, demostrando con ello, que está decidido a hacer un buen gobierno, que sirva a la gente.
Fue el único que habló de la creación de una comisión de la verdad, para esclarecer los hechos lamentables del pasado, siendo puntual, en que si hay a quien castigar, se haga de manera oportuna. Así como la creación de un consejo ciudadano que vigile la obra pública y las adquisiciones, a efecto de garantizar la transparencia en su gobierno.
De esa manera, mientras el candidato del PRI llegó con las mismas banderitas que ha ocupado en una campaña gris, el candidato de la coalición Guerrero nos une llegó con el objetivo bien claro de transmitir seguridad y confianza en la ciudadanía, anunciando que su gobierno será plural y respetuoso de las diferentes expresiones.
Por eso, porque Ángel Aguirre demostró que le apuesta a la estabilidad y paz del estado, es y por mucho, el gran triunfador del debate celebrado ayer. Esa es la cuestión.
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