MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo 

*** Triunfo contundente de “el Jefazo Aguirre”.

En una jornada electoral que se distinguió por su tranquilidad y participación ciudadana, el candidato de la coalición Guerrero nos une, Ángel Aguirre Rivero, se alzó con un triunfo amplio y contundente, destacando su victoria en el puerto de Acapulco, municipio que recientemente gobernó el candidato perdedor priísta.
La elección celebrada ayer, por su resultado, arroja mensajes y lecturas interesantes, siendo el más claro, aquél de que el PRI se equivocó en la nominación de su candidato, y que el nombramiento de Manuel Añorve Baños, no solamente cayó mal al interior de su partido, sino que en la misma sociedad de Guerrero.
Nunca fue un secreto. Por más de que los “militanalistas” del Tricolor arengaban que su candidato encabezaba las tendencias y las preferencias entre la ciudadanía, en las calles el escenario era completamente diferente, porque ahí siempre sonó fuerte el nombre de Ángel Aguirre Rivero.
En todas las encuestas realizadas por empresas de prestigio y seriedad, si en todas, siempre fue clara la ventaja del candidato de la coalición Guerrero nos une, sobre el abanderado del PRI, lo cual se confirmó ayer en las urnas.
Lo que pasó ayer, sin duda alguna, demuestra que al PRI de nada le sirvió cobijar a su candidato con artistas y deportistas de renombre. La gente sabía perfectamente que no iba a votar por Joan Sebastián, Galilea Montijo, Jorge Campos o Erasmo Catarino. Por el contrario, eso significó que Manuel Añorve necesitaba de bules para nadar. Y que Ángel Aguirre brillaba con luz propia.
Lo que pasó ayer, también demuestra que pudo más la dignidad de la gente, que la ostentosa campaña del PRI. No podemos obviar, que el candidato que más gastó en su difusión y propaganda fue precisamente el del tricolor, a quien presumían como el candidato del dinero. Pero eso fue insuficiente. La ciudadanía quería a Ángel Aguirre como su gobernador y así lo expresó en las urnas.
Lo que pasó ayer, también demuestra que a pesar de que el candidato del PRI, cuestionó severamente a las administraciones perredistas que gobernaron el municipio de Acapulco, y presumió su obra magna del puente Bicentenario, eso no le fue suficiente para volver a refrendar su triunfo en el puerto, en donde, hay que decirlo, fue vapuleado por Ángel Aguirre.
Lo que pasó ayer, demuestra que toda la guerra sucia emprendida en contra del candidato de la coalición Guerrero nos une no le sirvió de nada al PRI. Por el contrario, el triunfo de Ángel Aguirre se dio de manera más amplia y contundente, tal y como se puede ver, en su tierra natal Ometepec, y en Chilpancingo, donde tiene residencia, alcanzando una diferencia superior al dos por uno. Por citar un dato, en la casilla donde votó, que es la 1220, ubicada en la capital del estado, Ángel Aguirre obtuvo 577 sufragios, por 242 del PRI.
Y lo que pasó ayer, demuestra que se impuso la experiencia y los resultados. Que se impuso el candidato que más había hecho por el estado de Guerrero. El triunfo de Ángel Aguirre Rivero no es producto de la casualidad. Detrás de ello, existen muchos años de trabajo. Mucha entrega y pasión. Una gran vocación de servicio y un enorme compromiso social. Porque es innegable, que la gente ayer, fue a votar por las prendas del candidato, por encima de los partidos políticos. Con ello, el próximo gobernador de Guerrero, será “el jefazo Aguirre”. Esa es la cuestión.
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