APUNTES DE UN VIEJO LÉPERO

Por Jeremías Marquines

Autocratismo y carta

A).- Es una lástima ver la forma en que Zeferino Torreblanca Galindo, gobernador que llegó al gobierno de Guerrero elegido por una histórica votación en el 2005, termina su mandato. Hundido en señalamientos de malversación de recursos públicos, autoritarismo, corrupción, falta de respeto a los derechos humanos, insensibilidad, y despreciado por gobernar basado absolutamente en sus criterios y rodeado de sus amigos y socios.
Durante seis años consecutivos esta columna criticó y denunció la malas acciones de gobierno y la distorsión mental generada por la concentración de poder que agobió al aún gobernador. Lo hice, incluso, mucha antes de otros se pelearan con Zeferino por los convenios de publicidad que no les quiso dar, y mucho antes de que los alcahuetes de siempre y los sinvergüenzas disfrazados de reporteros y periodistas comenzaran a criticarlo a una semana de dejar el gobierno. Antes, sólo medio escribían elogios y flores porque la mayoría no tiene criterio propio, y cuando lo tiene, lo tienen bien escondido.
Así pues, Zeferino se va en medio de un linchamiento mediático donde hasta el más tarugo de los opinadores le pega. La mayoría lo hace porque piensan que así quedan bien con el próximo gobernador, y que los va a premiar. Siguen el viejo dicho de: muera el rey, viva el rey. Sin embargo, más allá de los oportunistas de siempre y de las sanguijuelas mediáticas sureñas, lo que es cierto es que Torreblanca Galindo se ganó a pulso el desprecio, si no de la sociedad total, sí de la parte más informada, la más polítizada. No obstante, hay que concederle que algunos sectores menos avezados pueden creer que hizo un buen gobierno y de que no se robó el dinero público, porque los hay, pero como digo, son los menos avezados.
En resumen, el gobernador en el que el PRD y el pueblo de Guerrero pusieron todas sus esperanzas de cambio, los defraudó. Los transó. Mal agradecido con los que lo apoyaron en su campaña, con los que comprometieron su credibilidad y su palabra, este gobernador los despreció y en su lugar gobernó rodeado de amigos, socios, lacayos y recomendados de otras partes, como el repudiado secretario de Educación José Luis González de la Vega Otero y su secretario técnico, el defeño abusivo y rata, Jorge Sotomayor Landeta.
A esta lista de funcionarios extraordinarios que Zeferino trajo para educar y enseñar a hacer política, política a los guerrerenses, hay que sumar otro exógeno como el tamaulipeco Humberto Sarmiento, un patanzete sinvergüenza que se retira mega rico, tras hacer negocios con el dinero y los asuntos públicos. Un individuo que mucho influyó en el ánimo de adversidad del gobierno hacia el PRD, y que gracias a sus consejos, Zeferino la cagó siempre. Dicen que a él se le ocurrió la estúpida idea de presentar un libro con los infames discursos que un iletrado gobernador balbuceó en seis años. Ni becados los guerrerenses leerían esa megambrea infernal en la que se gastaron varios millones.
Este es, pues, el resultado de un individuo que pensó que a la sociedad se le puede imponer a güevo los criterios y las decisiones tomadas en secreto por una cofradía selecta. Zeferino repitió la viejísima regla autoritaria priísta, que algunos piensan que aún funciona, de imponer y asumir el costo. Los que piensan así, deberían verse en el espejo de Zeferino y deberían entender que en Guerrero hay una sociedad más crítica, más participativa y que nunca se deja.
Zeferino fue un autócrata. Un autócrata, como el lector bien lo sabe, es un “jefe” que considera la autoridad un privilegio de mando; en lugar de pedir, ordena; maneja a las personas como fichas; inicia las acciones; dirige y controla a la gente, a la que ve como subalterno o como inferior. Considera que solamente él es competente y capaz de tomar decisiones importantes. Siente que los subalternos son incapaces de guiarse a sí mismos. La respuesta pedida a los subalternos es la obediencia y adhesión a sus decisiones. Al final, el premio de gobernador como autócrata es el repudio general y el pase directo al basurero de la historia, de donde Torreblanca Galindo no volverá a salir.
B).- Recibimos de los amigos de la comunidad cultural de Guerrero una carta que envían al gobernador electo Ángel Aguirre. Expresan con ecuanimidad y respeto sus preocupaciones sobre el futuro de la administración cultural y su deseo de mejorar las políticas públicas de la entidad. La carta la firman una gran cantidad de creadores, promotores y representantes de agrupaciones culturales de todo el estado. Esta carta se distingue porque por primera vez, este sector se manifiesta unido sobre un solo tema. En concreto, le piden al gobernador nuevo, la creación de la Secretaría de Cultura, una propuesta que hizo en campaña, y que la institución sea dirigida por gente preparada de la comunidad cultural del estado. Esto, quizá, previendo la tentación zeferinista de poner en esa institución a un recomendado fuereño como ocurre en Turismo. Sería una verdadera pena y una ofensa a la inteligencia guerrerense que por presiones externas, se desprecie a la gente que durante años ha trabajado en el sector, para que de pronto se entrone a quienes nunca se han interesado, ni han hecho nada por el arte y la cultura de Guerrero. Ahí queda eso para la inteligencia… La carta es la siguiente:
Lic. Ángel Aguirre Rivero.
Gobernador Electo del estado de Guerrero
Los que firmamos, creadores, promotores y representantes de organizaciones y grupos culturales de las siete regiones del estado, manifestamos:
1.      Que el sector cultural del estado de Guerrero requiere con urgencia de una política pública moderna que considere la Cultura como un sector económico con un alto potencial de contribución a la creación de riqueza, empleo y turismo. Asimismo, que integre la diversidad de las expresiones existentes en la entidad, y permita un mejor acceso de la ciudadanía a los bienes y servicios culturales, y la configuración de una oferta artística y cultural más amplia.
2.       Que el nuevo gobierno del estado considere a la entidad como un mosaico cultural diverso, con características específicas en cada una de las regiones, y que por lo mismo, requieren de atención diversificada para evitar la exclusión.
3.       Que es urgente descentralizar las funciones del Instituto Guerrerense de la Cultura; bajar sus acciones y recursos a las siete regiones del estado con mayor coordinación y apoyo en las organizaciones y grupos culturales, tal como lo establece la Ley Estatal de Cultura, y que por lo mismo, es necesaria la creación de la Secretaría de Cultura para tal efecto.
4.       Que las personas que estén al frente del Instituto Guerrerense de la Cultura, pertenezcan a la comunidad cultural del estado, tengan amplia experiencia, conocimiento y logros comprobados en los procesos administrativos y de gestión cultural ante las distintas instancias del país en los últimos años, conozcan las necesidades y potencialidades de todas las regiones del estado, y que además, tengan bien clara la visión que usted tiene de desarrollo cultural urgente para Guerrero.
Sin otro particular, le reiteramos nuestro respeto y  reconocimiento.
Atentamente
Leonel Maciel, Julia López, Blanca Villalba, Themis Mendoza, Marián Sempere, René Cisneros,  Raúl Fombona, Martha Contreras, Jaime García Luna, Pedro Escorcia, Ángel Arias Chalico, Rubén Mendoza Mena, Federico Vite, Jeremías Marquines, Carlos F. Ortiz, Ulber Sánchez, Iris García,  Antonio Salinas, Ángel Carlos Sánchez, Paul Medrano, Edgar Pérez, Jesús  Bartolo Bello, Brenda Ríos, Andrés Acosta, Silvia Salazar, Norma de Anda, Solón Vargas, Lucero Castro, Ilian Blanco, Regina Reyes, Tomás Eduardo Carrera, Zuly Navarro Bello, Marco Antonio Bello, Denís Guerra, Yesenia Martínez, Zulma Martínez Ontiveros, Rafael Bautista, Claudia Barrios, Leopoldo Cano, Héctor Correa Massiel, Daniel Zamudio, Jorge Alfaro, Sol Natividad Núñez, Eric Miralrío, Jesús Trigo, Jesús Carranza, Leonardo Gallardo, Adriana Loeza, Alejandro Salmerón, Blanca Reina Aguirre, Manuel S. Leyva Martínez, Elizabeth Leyva, Rivera, Gregorio Urieta Rodríguez, presidente de la Agrupación Pro Instituto de la Cultura de Tierra  Caliente, A.C.; Lorenzo Esteban Juan Palacios, Movimiento Cultural de Tierra Caliente, A.C.; Bolívar Ochoa Díaz, Fraternidad Totolapense, A. C.; Antolín Orozco Luviano, Asociación de poetas y escritores de Tierra Caliente, A. C.; Andrés Peralta Santamaría, Asociación de Cronistas de Tierra Caliente, A. C.; María de los Ángeles León Ayala, presidenta del grupo Cultural “Unión Ajuchitlán”; Hipólito Delgado Arroyo, presidente del Colegio de Licenciados en Turismo de Taxco y presidente del Club Rotario de la Borda; Rodrigo Espino Hernández, presidente del Grupo Cultural Forja Taxqueña, A. C.; Maricela Quinto Gaytán, directora municipal de Cultura de Taxco. Fulgencio Bustamante Mendoza, presidente de la Unión de Escritores y Compositores de Taxco; Saturnino Abarca Villada, presidente del Consejo para la Cultura y las Artes de Taxco; Gregorio Albavera Viveros, presidente del Parque Recreativo del Huixteco, Eva Albavera Viveros; Erasmo García Figueroa,  Silvestre Calderón Vega; director de la Escuela Preparatoria Federal por cooperación “Vicente Guerrero”; Delfino Alarcón Bello; Casa de la Cultura “San Juan Bosco”, de Mochitlán; Eduardo Sánchez Jiménez; Consejo de la Crónica y la Historia de  Mochitlán; Martha Sánchez Néstor; Grupo Plural  y el Adelanto de las Mujeres de Guerrero; Pablo Sergio Arias Castrejón, por el Grupo de Jóvenes Artistas “El Círculo de Paz”; Jorge Manzanilla Pérez, por Estudiantes Unidad Académica Filosofía y Letras, UAG; Raymundo Ventura Alarcón;  “Trío Circuito Azul” de Mochitlán. Sergio Peñaloza Pérez; presidente de México Negro  A. C.; María de la Luz Rodríguez Vega; Museo de las Culturas Afro mestizas de Cuajinicuilapa; Salvador Albarrán por “Calentanos Radicados en Chilpancingo”; Ian Malaj, por la “Comunidad Cultural de Tixtla”; Marcos Jiménez Campos, Justo Reyes Bautista y Delfino Alarcón Ventura, por “Escritores de Mochitlán”; Ma. de los Gozos Cano Guillen; por los promotores culturales de Costa Chica, Ometepec, Manuel Aguirre, compositor y cantante; Delfino Hernández García, caricaturista; Ángel Marcos, del Cerro del Indio, Cuajinicuilapa; Galdino López Sollano, de Comaltepec, Ometepec; Efrén Noyola Rodríguez, San Nicolás Cuajinicuilapa; Román Valle;  El Pitayo, Cuajinicuilapa; Erika Andrade, presidenta de Fandangro A.C; Luis Enrique Adame Villanueva, Guadalupe Rodríguez, Laura Díaz Peña, José Cedano, Esperanza Calderón, promotora del Jardín del Arte Acapulco; Artemio Almazán, presidente de la Asociación Guerrerense radicados en Baja California; Alejandro Morales Ibarra, Director de Educación y Cultura de Tlapa.
LA CONTRA.
Esta carta, los creadores y promotores la hicieron circular por la red debido a que el director del periódico El Sur un tal Juan Angulo, se negó groseramente a publicarla en la sección respectiva…. La expresión política “asumir el costo o el riesgo”, nos dice el filósofo Sunay Vucasovich, se relacionada al fracaso anticipado de una gestión de gobierno; condena a la exclusión del diálogo y el acuerdo a una parte importante de la sociedad. Es una frase, nos dice, que cada día se va utilizando menos en los procesos políticos modernos donde lo que prevalece es la resolución de conflictos por medio de equilibrios compensatorios, donde regularmente, la sociedad organizada tiene la razón… Una charada cruel resulta la presentación del libro de Zeferino Torreblanca. Alguien que no lo quiere lo engañó haciéndole creer que con el hecho de publicar los discurso que le escribieron manos anónimas, ya se convierte en escritor. Algo muy malo debe estar pasando en la mente de este hombre porque sólo a un tarado se le ocurre concluir su gobierno, un gobierno que despreció la cultura y minimizó el valor intelectual y creativo de los guerrerenses con un acto cultural… Del equipo de comunicación social de Ángel Aguirre siguen sin comunicar pluralmente las acciones de gobierno. Los ilusos piensan que la comunicación social es sólo mandarle el boletín a los directores de periódico, comenzamos mal…. La pregunta tonta: ¿Por qué Patricio Estrella vive debajo de una roca? ¿Por qué se dice que la misión del periodismo resistir a los poderes?

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