Arboles de doscientos años, son secados

Por Jorge Luis Falcón Arévalo

Atoyac de Álvarez.- Sin que exista ninguna coordinación entre la oficina de ecología y la regiduría encargada del ramo, los dueños del céntrico predio, donde en alguna ocasión pernoctó el general Juan Álvarez, han sido devastado dos antiguos árboles de mango, cuya edad oscila entre los doscientos años, de acuerdo a la crónica de la ciudad de Acapulco, el maestro Alejandro Martínez Carbajal, quien nos proporcionó el dato de ese lote, en esta ciudad cafetalera y mielera.
Luego de ser vendida en una transacción que aún no de se define para conocida familia de la localidad, estos motivados por realizar una construcción y estos dos añejos árboles de mango son una obstrucción para sus fines; optaron por el método criminal de secar ambos frondosos frutales, con espinas de conocido y alegórico pescado, llamado “cuatete”, es que se realizó el crimen ecológico.
Hasta el momento, como en otros sitios, donde el irresponsable cuidador de los árboles del derruido parque de la ciudad, no hay autoridad que ejerza su función con responsabilidad; y legendarios y míticos árboles son cortados, cercenados y mutilados sin que haya un respeto pos la propia naturaleza.
El estudioso de la historia de Guerrero y cuantificador de estudioso arqueológicos en esta comarca de la costa grande, señaló que en esta parte de la costa suriana existen árboles y bosques que además de guardar cientos de años, son históricos; porque en ocasiones fueron refugio de hombres que hicieron historia en la independencia y la revolución; por lo tanto es responsabilidad de todo ser humano de etas tierras, guardar el respeto debido, aunando a ello los valores del medio ambiente que significan estos para el desenvolvimiento de la vida humana.
Mientras esto ocurre, las dos dependencias aún no han dado muestra de realizar un trabajo en bien de la comunidad. Y de esto se puede dar respuesta al pésimo trabajo que realizan debido a que en días pasados que se celebró el día mundial del agua, en un sitio conocido por muchas generaciones como “l Tamarindo” y que fue echado abajo por anti ecologistas, no dejaron a un grupo de personas amante de la naturaleza sembrar este tipo de árbol, en el mismo sitio; puesto que este tipo de árbol como el guamúchil, son zonas de reproducción de las abejas, para la polinización y haya una mejor miel.

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