*** El jefazo Aguirre y su relación con el SUSPEG.
A partir del primero de abril, el jefazo Ángel Aguirre Rivero habrá de inaugurar una nueva relación entre gobernante y el Sindicato Único de Servidores Públicos de Estado de Guerrero, por sus siglas SUSPEG, en donde más allá de que lo vean como la parte patronal, entablará una relación de amigos, tal y como se lo garantizó al Dirigente Estatal David Guzmán Sagredo, con quién se reunió hace un par de días.
De entrada, en el terreno político, se sabe que el líder del SUSPEG apoyó abiertamente al ahora Gobernador Electo de Guerrero, por lo que desde esa perspectiva, se espera una excelente relación entre ambos. Lo que a la postre, deberá traer más beneficios para la base trabajadora, cuyo número de afiliados oscila por los 22 mil.
La entrevista sostenida por el jefazo Ángel Aguirre y David Guzmán, publicada en la gran mayoría de los medios, habla de lo que viene a partir del primero de abril: Una relación de respeto, pero de mutua colaboración. De dialogo, para trabajar juntos en la construcción de acuerdos. Lo que equivale a decir, que ahora sí, y no como en el sexenio que está por culminar, se le apostará a un sindicato fuerte.
Así es. Durante el periodo gris que fenece el 31 de marzo se golpeó de manera severa al SUSPEG. Existen muchas pruebas de ello. En el año 2005, se buscó desde el gobierno del estado imponer en la dirigencia estatal del sindicato a Orbelín Guerrero Lucas, quien no pasó la aduana de las urnas, siendo derrotado de manera clara y contundente por Luis Román Miranda, quien a pesar de todas las adversidades, con mucho tacto e inteligencia, logró consolidar un grupo importante y que hoy tiene la hegemonía en el SUSPEG.
En el año 2009, de nueva cuenta el gobierno del estado buscó la manera de apoderarse del sindicato, para lo cual le apostó todas sus canicas a favor de Héctor Acevedo Rivera, quien se prestó al juego sucio e ilegal, demostrando su escasa calidad humana. Y es que, a pesar de que David Guzmán Sagredo, ganó de manera amplia y contundente, en un proceso electoral que fue calificado como limpio, el gobierno del estado intentó ganar la partida en la mesa, con una toma de nota patito, buscando pisotear la voluntad de los trabajadores expresada en las urnas.
Guzmán Sagredo defendió no solamente su triunfo electoral, sino a la Institución que representa, luego entonces, que la embestida del gobierno, fue un ataque franco y claro en contra del sindicalismo, porque a ojos de todos, lo que buscaban era tener un sindicato a modo, en cuya dirigencia impusieran a un vil títere.
Nueve meses duró esa lucha. Una lucha que no tenía razón de ser, porque al gobierno no le asistía la razón ni la legalidad. En ese tiempo, se frenaron muchos apoyos y gestiones, debido a la terquedad de un gobierno anti-sindicalista.
Hoy el escenario luce completamente diferente. Existen señales claras de que el jefazo Ángel Aguirre habrá de apoyar al SUSPEG, y por ende, a los miles de trabajadores que ahí están aglutinados. En primera, porque le une una gran amistad con David Guzmán Sagredo, quien lo reafirmó al apoyarlo con todo durante el proceso electoral. Y en segunda, porque el mismo jefazo ha reconocido públicamente, que en su reto por llegar a la gubernatura, siempre estuvo apoyado y respaldado por miles de trabajadores del gobierno, que hay que decirlo, esperan una transformación a partir del primero de abril, cuando comience la nueva era, que venga a desterrar la prepotencia y el despotismo, que inundó por seis largos años las oficinas de gobierno. Esa es la cuestión.
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