!NO EMPUJEN!

Por Crescenciano Morales Moreno

La sociedad civil que llevó a la gubernatura a Angel Aguirre, tendrá que redoblar la custodia de su triunfo para que la dinámica de gobierno no se enmarane en el alud de lo absurdo o en lo perverso de la frustración.
Resulta increíble que a menos de una semana de haber protestado como gobernador, Aguirre esté siendo cuestionado desde medios, supuestamente de tendencia izquierdista, salientes de la represión oficial y amagado desde una oposición que debía traer la cola entre las patas.
En un concentrado de demandas anejas, como la necesaria Comisión de la Verdad, pasando por el asunto de La Parota, la integración del gabinete estatal, hasta la iniciativa de los Proyectos de Prestación de Servicios, se califica de ambiguo el discurso de Aguirre y se percibe una presión, quien sabe con qué objetivo particular, tratando que la gente crea que este gobierno puede hacer por decreto en unos dias, lo que anteriores no hicieron en anos.
Desde la izquierda y contra los que se llaman de izquierda surgen las impugnaciones para que no formen parte del nuevo equipo gubernamental, ladeando que entre las atribuciones constitucionales del gobernante está la designación de sus colaboradores. No se descarta que esos aspavientos formen parte de una estrategia de los que en campana anduvieron del otro lado y no caben en la premisa de que ¨el que ayuda a hacer el pastel, tiene derecho aun pedazo de el¨.
Pero lo más peligroso es cuando nos enteramos que servidores públicos municipales tricolores, están formando facciones para exigirle al gobierno de Aguirre, suministros que no le solicitaron al extinto y sobre todo que no son de su ámbito jurisdiccional porque deben generarlos desde los recursos que aprobaron en su propia ley de ingresos y egresos. O sea, ambición protagónica químicamente pura.
No se habían publicitado las tomas de protestas de los integrantes del gabinete estatal, aunque sí las designaciones, eso ha desatado una especie de desesperación febril entre los que están acostumbrados al culto del merecimiento sin darse cuenta que lo ha desplazado la competitividad y aunque Aguirre ha manifestado que todos caben en el jarrito, muchos no tienen la paciencia para acomodarse con sapiencia.
Quienes se están erigiendo en detractores del nuevo gobernador no pueden soslayar el tiradero que dejó el anterior. Es conveniente no esparcir acciones distractoras para propiciar que se empareje el suelo desde donde habrá de despegar la transformación de Guerrero. No hay que olvidar, las demandas democráticas son un medio, no un fin.
Para quienes no entienden el discurso de Aguirre, es válido recordar que la izquierda histórica se identifica con el socialismo de la desaparecida URSS y la izquierda moderna con el socialismo humano como el de Brasil y Chile, donde también participan las potencialidades del capital privado.
No es difícil comprender que los pueblos no pueden saciar su hambre o lograr un bienestar sustentable con ideologías que han devenido en creencias. La tesis del nuevo gobernador se puede leer como una tendencia a recuperar valores tradicionales para llevarlos a estructurar ideas, de las ideas a los hechos, de estos a la productividad y al bienestar social. Para quienes se asustan del socialismo, del izquierdismo, no estaría mal que se empiece a usar el término ¨aguirrismo¨.

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