Guerrero sin hambre un fracaso en Costa Grande: Colegio de México

Por Jorge Luis Falcón Arévalo/ Grado Cero Press.

Atoyac de Álvarez.- La Secretaría de Desarrollo Rural del Estado de Guerrero inició el PAPMI en el año 2006 como un programa piloto, beneficiando a 530 familias en 17 municipios del Estado. En 2007 el programa se extendió para cubrir a 5 mil 500 hogares de 29 municipios y a 20 mil familias de 51 municipios en 2008. En este último año el Programa cambió de nombre a Guerrero sin Hambre: Agua para la seguridad alimentaria.

De acuerdo a estudios realizados por el Colegio de México, dentro del Programa de Estudios del Cambio Económico y la Sustentabilidad del Agro Mexicano (PRECESAM) Centro de Estudios Económicos, se manifiesta que no se tuvieron los resultados favorables que se planearon el proyecto por equivocadas políticas públicas del actual gobierno estatal.
El PAPMI es un programa cuyo objetivo es atacar las causas de la pobreza estructural en el estado de Guerrero a partir de dos acciones: dotación de activos productivos y de capitales físico, humano (capacitación), ambiental y financiero. En el 2010, presentó graves deficiencias en la aplicación y beneficiarios del proyecto.
Los apoyos se otorgan en especie y como transferencias monetarias directas para algunos componentes del Programa. Estos subsidios tienen el objetivo de incrementar: el capital humano y social a través de la asistencia técnica, capacitación y organización; el capital físico por medio de subsidios a la inversión productiva; el capital natural a través de subsidios a la conservación y restauración del medio ambiente; y el capital financiero por medio de subsidios para que tengan acceso a una institución financiera.
En algunas localidades los hogares recibieron animales en malas condiciones que murieron antes de poder obtener beneficios de ellos, por lo que se recomienda un mayor control de la calidad al respecto. Y cabe aclarar que en el 10.7% de los hogares de tratamiento se presentó este problema, ubicados en las localidades de Limón Grande y El Guayabo del municipio de Cutzamala de Pinzón, en Huertecillas del municipio La Unión y Bajos del Balsamar en Técpan de Galeana. San Jerónimo y Atoyac de Álvarez, donde el ganado tuvo un destino incierto.
Se encontraron casos en que los beneficiarios traspasan sus proyectos a otros hogares que no cumplen con los requisitos iniciales que solicita el proyecto. En estos casos los beneficios estarían llegando a hogares con características diferentes a la población objetivo del PAPMI. Es entonces necesario especificar que los beneficios del programa no son transferibles y que la reasignación del mismo solo la puede realizar la Secretaría de Desarrollo Rural (SEDER) de acuerdo a criterios transparentes. El 1.11% de los hogares de tratamiento presentan esta situación en las localidades de Huicumo en el municipio de La Unión, en San Ignacio de José Azueta y Huertas Viejas en Petatlán. En Coyuca y Atoyac, se presentó el caso de que funcionarios cobraron los dineros de los campesinos. Y en otro un presidente municipal, extendió una carta de cobro de los productores beneficiados, para él hacer el cobro de esos dineros.
Se recibieron quejas sobre los Prestadores de Servicios Profesionales (PSP) en cuanto a la capacitación impartida y al grado de atención a los beneficiarios. En algunos casos los PSP no acuden a la localidad a entregarles los apoyos, por lo que los beneficiarios se tienen que trasladar a grandes distancias para obtenerlos. El 1.34% de los hogares presentaron quejas de los PSP y de técnicos comunitarios. Esta situación se presentó en las localidades de La Noria y Las Huertecillas en el municipio de La Unión así como en Puerto del Pino y La Parota de José Azueta. Así como también en comunidades como San Francisco del Tibor, La Remonta, San Vicente de Jesús, Tres Palos, El Cacao, La Estancia, La Soledad, Río Verde, La Cebada, Los Valles, entre otras de la sierra de Atoyac.