Impedimentos de una globalización total

Por Nuria Peña García 

Vivir en un mundo globalizado implica una serie de vicisitudes. Ahora, a diferencia de hace algunos años, el ser humano puede contemplarse como un ciudadano del mundo y no solamente ciudadano de su país. Estar en contacto con el resto del mundo ha dejado a la humanidad el TLC, el MERCOSUR, la Unión Europea, la OTAN, la ONU por nombrar algunos. Aprendemos de los líderes y de los errores de los otros, abstraemos lo mejor de las diversas culturas y además abrimos un campo personal y profesional muy grande.

En el camino de apertura total a las naciones se presentan obstáculos como el racismo y la xenofobia. El odio, la repugnancia y la hostilidad promueven valores contrarios a lo que una globalización quiere lograr. El racismo es una serie deimpedimentos de orden moralista cargados de un juicio pobre e ignorante, en el que la calidad humana de los individuos queda en el pedestal más bajo y factores superficiales como el aspecto físicoson los evaluados. Por su parte la xenofobia nubla la vista de una persona, bloque su capacidad para entender a las etnias y culturas que cohabitan el mundo junto con el.
Creemos ya estar viviendo la globalización, pero nos equivocamos; sopesamos en base a lo económico y mediático pero no en el lado humanista. El fenómeno globalización se consagrará al momento de poder coexistir etnias, culturas y países como una gran familia (con sus diferencias aceptadas) en la misma casa y campo de trabajo: el planeta Tierra.