MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo

*** Escuchar y atender; sello del gobierno Aguirrista.

En cuarenta días de gestión, ha quedado claro que el gobierno de Ángel Aguirre Rivero, tiene como parte de su sello principal: Escuchar y atender. Es evidente, que hoy existe un gobernante que tiene oídos para oír y ojos para ver.

Así es. El Gobernador de Guerrero sabe perfectamente que su pueblo viene de un sexenio complicado. No solamente porque se restó importancia a los programas de asistencia social, sino porque la mezquindad llegó al extremo de no tener un gramo de sensibilidad para escuchar y atender a las organizaciones sociales.
Se viene de un sexenio en el que mucha gente perdió la fe y la confianza en los políticos. Se esperaba mucho del ex mandatario estatal y su gobierno acabó siendo un fracaso.
Hoy, el reto del jefazo Ángel Aguirre Rivero, por la forma en que llegó al poder, es recuperar la credibilidad de la gente en quienes hacen política. Y todo parece indicar, por lo que ha hecho en éstos primeros cuarenta días de gestión, que su voluntad está depositada en mantener una excelente relación con su pueblo, y por ende con las diferentes expresiones, incluidas las organizaciones sociales.
Es cierto, hay que decirlo, los integrantes de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación de Guerrero, por sus siglas CETEG, marcharon por las calles de Chilpancingo, cuando presentaron su pliego petitorio al gobierno estatal. Pero lo hicieron, porque según ellos, esta marcha es una “tradición”. Lo que equivale a decir, que han encontrado en el nuevo gobierno, una política diferente. De puertas abiertas. Y en donde se privilegia el escuchar y atender a la gente.
Apenas hace unos días, el Gobernador de Guerrero se reunió con los integrantes del CECOP, organización identificada por aglutinar a los opositores al proyecto hidroeléctrico de la Parota, con quienes sostuvo un dialogo directo y se comprometió, en su papel de gobernante, a defender los intereses de los comuneros, asegurando que vigilará que no sean despojados, ni perjudicados por la magna obra, si es que ésta se llega a realizar. Lo importante del caso, es que esa atención, de la que se careció durante seis años, hoy se vive en la entidad suriana.
Y como muestra podemos ver otro ejemplo. Sucedió hace un par de días, cuando el jefazo Ángel Aguirre Rivero, recibió en las oficinas del palacio de gobierno, a los representantes de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, a quienes escuchó y atendió.
Desde esa perspectiva, el mensaje que está enviando el Gobernador de Guerrero, es que durante su gobierno no habrá necesidad de hacer movilizaciones o plantones para ser escuchados y atendidos. No hay necesidad de patear las puertas, porque éstas están abiertas.
Durante el anterior sexenio, muchas horas de trabajo y productividad se perdieron por la cerrazón del gobierno estatal. La gente pagó las consecuencias también, porque fue ésta la que salió perdiendo con los paros, bloqueos y movilizaciones.
Hoy, por lo que se ve, se busca transitar por la vía de la razón. Para ello, el jefazo Ángel Aguirre Rivero pone el ejemplo y da los primeros pasos, mostrando voluntad política y haciendo un ejercicio de gobierno en el que hay oídos para escuchar y ojos para ver. Esa es la cuestión.
Mensajes y comentarios: geruanoc@hotmail.com

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