Alrededor de 300 niñas cada año se vuelven madres

Las cifras de las menores de edad que se convierten en madres es alarmante debido a que la mayoría de estos casos son embarazos no deseados, con lo que las menores de edad llegan a truncar sus vidas al convertirse a temprana edad en madres solteras.

Al respecto Leticia Nogueda, representante del módulo del adolescente expresó que cada año en este municipio se suman alrededor de 300 niñas a la lista de madres menores de edad,  pues cada vez es más grave el problema de las madres adolescentes puesto que al menos en el hospital general “Bernardo Sepúlveda Gutiérrez”, al mes son atendidas un promedio de 30 menores embarazadas, cifra similar de partos mensualmente, pero lo más alarmante es que la mayoría son embarazos no deseados.
Dijo que a este hospital acuden decenas de adolescentes en estado de gestación para recibir atención y orientación al Módulo del Adolescente, pero la gran mayoría son niñas cuyas edades fluctúan entre los 13 y los 19 años, algunas acuden a la revisión ginecológica, otras ya acuden con sus bebés en brazos.
De esta forma Lucero, de 14 años y con 4 días de haber dado a luz a un precioso bebé, es una de las 30 adolescentes que salieron embarazadas sin haberlo deseado y asumieron un rol totalmente ajeno a su edad, pues apenas cursaba el segundo de secundaria cuando le dijeron que iba a ser mamá.
Asimismo de acuerdo al personal que labora en las áreas que tiene que ver con la atención a ese tipo de pacientes resaltan que por lo menos al año llega un caso de una madre adolescente de 12 años de edad, es decir ya dio a luz a un ser humano cuando apenas acaba de mudar sus dientes de leche.  
Por datos recabados en el área de estadísticas al mes acuden a consulta unas 30 jovencitas en estado de embarazo y lo más sorprendente es que mensualmente se tienen en esa institución de salud 30 partos normales de menores de edad; toda vez que de acuerdo a las últimas estadísticas “de septiembre a diciembre del 2010 se registraron 126 partos normales, aparte las cesáreas”  
Dijo que lo más grave es que la totalidad de esos casos son embarazos no deseados, es decir son niñas que no quisieron ser madres y prácticamente truncaron su vida al asumir un rol que no corresponde a su edad.
“Estas pacientes adolescentes prácticamente ya no pueden aspirar a una vida mejor, muchas de ellas muy difícilmente podrán hacer sus estudios del nivel medio superior, mucho menos pueden aspirar a una carrera universitaria”, o si se lo proponen tendrán que redoblar esfuerzos para tratar de hacer una carrera profesional.
Mencionó que el segmento donde se da con mayor incidencia el fenómeno es en el nivel secundaria, toda vez que en un gran porcentaje son jovencitas que suelen salir embarazadas cuando se encuentran en ese nivel educativo, pues la edad promedio en que caen en esa circunstancia es entre los 13 y 15 años, lo que deriva en una mala calidad de vida de ellas y de sus familiares.
Como resultado  de la problemática es en esas condiciones cuando los padres ahora si se preocupan por sus hijos, que cuando realmente se necesitaba no lo hicieron y los descuidaron, creyendo que con mandarlos a la escuela era suficiente, pero no se detienen para ver sus necesidades reales; de afecto, de atención, de comunicación, de comprensión y lo que es peor de orientación.
“Lo único que se preocupan es por mandarlos a una escuela, pero están tan entretenidos o tan ocupados en el trabajo que muchas veces no se dan cuenta que tienen que ver mucho con los valores que los hijos encuentres dentro de la familia, y los padres se vuelven proveedores y creen que como ya los mandaron a la escuela, el adolescente cree que con ir ya cumplió también”.