LA RUEDA DE LA FORTUNA


Demagogia partidista

Como llamarles a aquellos políticos que son ungidos por sus partidos como candidatos a ocupar un espacio protagonista en algún proceso electoral, ya como aspirante a algún puesto de elección para X Presidencia municipal, o bien ya sea que compita para diputado local, o bien que pugne para algún puesto de elección popular en el ámbito federal, que llegan a las plazas cívicas de los sitios donde se paran, o a las canchas de los poblados rurales, que hacen promesas y más promesas a los escuchantes, a la gente que los va a oír esperanzados y no cumplen con su dicho?
Generalmente, estos especímenes basan sus discursos de proselitismo electoral, en la realización de promesas fáciles, en la palabrería y labia  política, sin detenerse siquiera un momento, a pensar que tan viables y fáciles de hacer realidad las promesas que estos lanzan sin más ni más. A estos amigos, se les hace muy fácil abrir la boca y soltar la lengua a todo lo que da (Al fin que este órgano corporal, no tiene hueso, está suelta), a sabiendas que muchas de las promesas vertidas allí, como producto de la euforia electoral del momento, no tienen un soporte sólido en el presupuesto público.
Paralelamente a esta cuestión, en ese contexto electoral, las despensas cobran mucha significancia e importancia para mucha gente ávida de estas, como si en verdad, el otorgamiento del obsequio referido, remediara el eterno asunto de la pobreza alimentaria. Igualmente se observa con tristeza, de como hay gente que a cambio de un regalo o dinero en efectivo, se ve obligado a pensar diferente en la jornada electoral. No obstante de que esta situación se repite cada vez que hay un proceso electoral, se vuelve a acostumbrar la misma historia, es la misma cantaleta de siempre. O sea, que la situación criticable y vergonzante, (tanto para el que las oferta como para el que recibe), nadie hace algo efectivo por poner un hasta aquí a todas esa fregaderas mencionadas anteriormente.
Pero volvamos al asunto inicial respecto a las promesas que hacen los candidatos. Al respecto, preguntamos: ¿Se salvará algún Partido de ese recurso fácil de convencimiento popular?  Tal vez si esta pregunta se hubiera hecho allá por los dos últimos años de la década de 1980 y los años de la década de 1990, fácilmente y sin pensarlo dos veces, se diría que solo el PRD se salvaría de semejante señalamiento, pero hoy en día, en la segunda década del siglo 21, de ninguna manera se podría afirmar lo anterior. Lamentable y desafortunadamente, ello nos da un indicador de cómo andamos como estado y como País, pues lo reseñado para esta Entidad, también viene ocurriendo en el resto de los estados que figuran en la República Mexicana, incluyendo al DF. Luego entonces, poner legalmente una brida que limite todas las palabras huecas que vociferan los candidatos, ya que no basta en dejarles como castigo a su entorpecimiento, el voto contrario, en caso de que el charlatán, ya sea un presidente municipal que quiera irse de diputado o viceversa o un gobernador que quiera la Presidencia de la República. Es posible que esto sea un sueño guajiro, pero tarde que temprano tendrá que llevarse a cabo, pues ya basta de simulaciones electorales que solo adormecen y engañan a la gente. Por lo pronto, tendremos que seguir aguantando y soportando a esos candidatos que sin tener escrúpulos, hacen promesas ligeras, que hasta nos bajan las perlas de la virgen, con tal de que votemos por ellos.
Latinoamérica llora la muerte del gran cantante Facundo Cabral… HASTA PRONTO.

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