MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo

*** Añorve y Astudillo, ¿Dan marcha atrás?

Luego de que se abalanzaron sobre el diputado federal Mario Moreno Arcos, los alcaldes de Acapulco y Chilpancingo, Manuel Añorve Baños y Héctor Astudillo Flores, respectivamente, fueron severamente cuestionados, y en respuesta a ello, parecen haber dado marchas atrás. O por lo menos, habrían decidido guardar las armas por el momento.
Así es. El alcalde de Acapulco volvió al juego político que le caracteriza. Aquél de navegar con cara de inocente. Ahora dice que no aspira a ninguna candidatura en el 2012, lo cual, es poco creíble, puesto que lo mismo decía por la candidatura a gobernador, y ya vimos lo que sucedió.
La postura de Manuel Añorve, después de las fuertes críticas, es totalmente entendible. Es demasiado temprano como para que sus aspiraciones se vean sepultadas. Lo menos que le han requerido, es que enfoque sus esfuerzos y energías en gobernar bien a su municipio, en lugar de andar perdiendo el tiempo en la grilla de su partido.
Lo mismo le sucedió al presidente municipal de Chilpancingo, a quien también hoy se le reclaman más resultados de su trabajo, luego de que la capital sigue careciendo del abasto del agua y luce inundada de basura.
Astudillo Flores diría que no tiene interés de participar en el proceso electoral del 2012. Se entiende que en la búsqueda de candidaturas. Tal vez esperando que alguien aplaudiera esa decisión, a efecto de sacudirse un poco las críticas. Sin embargo, siendo estrictos y sinceros, es lo menos que puede hacer. Porque de entrada, prometió a los capitalinos, ahora sí, terminar su periodo completo.
Manuel Añorve está en una situación similar, puesto que dejar la alcaldía de Acapulco por segunda ocasión en el mismo periodo de gobierno, lo volvería un candidato frágil. Sumamente cuestionable y en poco o nada le ayudaría eso al candidato presidencial que tenga el PRI en 2012.
Una cosa es que el PRI en el ámbito nacional luzca fortalecido y con amplias posibilidades de recuperar los pinos, y otra muy distinta, que Manuel Añorve y Héctor Astudillo tengan la fuerza suficiente para levantar a ese Instituto Político en Guerrero. Menos aún, cuando ya dieron señales de revanchismo político y que en nada les interesa la reunificación del priísmo. Lo único que dejaron en claro, con su actitud de linchamiento hacia el diputado federal Mario Moreno, es que les interesa ser los primeros en el reparto del poco pastel que les queda, y no apostar por la recuperación del Tricolor.
Tal vez por eso, ante lo cuestionable de su actitud, han decidido dar un paso atrás en su labor inquisidora, aunque conociendo como se mueven las aguas por esos rumbos, solamente podrían haber guardado las armas para un mejor momento.
Mientras tanto, ese episodio político, ha servido para ver la calidad de un político que siempre ha trabajado cerca de la gente. De alguien que no se enfrasca en pleitos ni en confrontaciones. De quien está enfocando sus esfuerzos siempre en dar resultados al pueblo. De un profesional de la política, como lo es el diputado federal Mario Moreno Arcos.
De hecho, el linchamiento de los dos alcaldes no tuvo mucho eco ni éxito, en virtud de las fortalezas del mejor alcalde que ha tenido Chilpancingo en toda su historia.    
La buena imagen que posee y el liderazgo que ha ido fortaleciendo, son armas, que después de la derrota del 30 de enero, si parecen convenir a aquél PRI, que añora candidaturas sin injerencias de los caciques.
EN OTRO ASUNTO: Por cierto, el regidor de planeación y presupuesto de Chilpancingo, Noé Carachure Giles, acudió, en representación del diputado federal Mario Moreno Arcos, a la comunidad de Xocomanatlán, en donde hizo entrega de apoyos y convivió con la gente.
Al parecer, ese hecho demuestra, que el edil goza con el respaldo total de su jefe político y amigo, en aras de buscar la diputación local del primer distrito. Esa es la cuestión.
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