LO QUE DEBE SABER EL PUEBLO

LAS REFORMAS A LAS LEYES

Por Anacleta López Vega.

El Estado tiene varias cuentas pendientes con el pueblo, entre ellas, garantizar el estado de derecho y fortalecer la protección de los derechos fundamentales, consciente de ello, hace algunos años, se ha dedicado a reformar las leyes, en la búsqueda de la justicia segura y eficaz, ya que es muy obvio que el Estado, no ha podido sostener el régimen de plena vigencia del Estado de Derecho, la administración de justicia y seguridad pública, justa y eficiente, y esto no ha sido posible debido a que sólo se estacionan en “las reformas”.

Desde mi punto de vista, las reformas de la ley, sólo por reformarlas, no darán ninguna solución, no puedo negar la inmensa necesidad de reformar las leyes para adecuarlas al desarrollo social, para estar a la vanguardia, pero el problema real, objetivo y verdadero, es que las propias autoridades, las que tienen la obligación de aplicarlas, no lo hacen, no están verdaderamente vinculadas a la procuración, impartición y aplicación de la ley, en nuestro Estado hemos sido pioneros en buenas leyes, pero no se respetan, ese ha sido el verdadero problema.
Yo escucho de los políticos y de los gobernantes, hablar apasionadamente de las reformas y las colocan, como aquellas que salvaran al estado mexicano, pero no he escuchado que alguien se preocupe por implementar el “sistema régimen de su administración y aplicación”, porque yo conservo la opinión, de que las leyes no son tan malas como los que las aplican, no por así quererlo o ignorancia, sino esto se debe a diversas razones, la primera porque no hay independencia en las Procuradurías de Justicia y en el Poder Judicial, ¿Cuántos servidores públicos, a lo que prescribe la ley, por órdenes del Gobernador o del Presidente, por cuestiones políticas o personales, por estadísticas, por simulación y con el evidente ánimo de conservar la chamba, terminan violando la ley?
Por lo manifestado, es urgente y debe dárse la debida importancia a la creación de ése régimen y de una real reforma a la independencia de las Procuradurías de Justicia y al Poder Judicial, ya que de lo contrario, vamos transitando por la simulación y vamos al fracaso absoluto.
Estamos a tiempo, unámonos, quienes tengan la misma opinión, con el objeto de ser escuchados, para que la reforma a la ley y su aplicación sea integral, no se nos puede condenar a fincar las expectativas de los Guerrerenses en la certidumbre de la ley y vivamos en la incertidumbre de su real cumplimiento.
Con La ley eficaz y la eficiencia en los procuradores e impartidores de la justicia basada en la independencia, si estaría el Estado evidenciando un verdadero interés de contar con un estado de derecho ágil, eficiente, accesible, gratuito, etc.
Finalmente sería muy beneficioso que en las reformas de la ley, se respete la técnica legislativa, lógica normativa y racionalidad de los proyectos para que se garanticen las reglas, formulas o métodos para mejorar la calidad de la restructuración y sistematización de los instrumentos normativos y el uso correcto del lenguaje.