APUNTES DE UN VIEJO LÉPERO

Por Jeremías Marquines


Uniformes escolares de Guerrero II

La entrega de útiles y uniformes escolares comenzó en el 2004, bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a los alumnos residentes en el Distrito Federal inscritos en planteles del sistema de educación pública.
La administración de Marcelo Ebrard le dio seguimiento a este programa, y en lo que va de su gobierno se han entregado cerca de 11 millones de uniformes, de éstos, unos 2 millones fueron confeccionados por cooperativas de mujeres bajo el programa ¡Qué Buena Puntada!, lo que ha permitido la creación de más de mil 500 fuentes de empleo directas y 4 mil 500 indirectas, según datos de ese gobierno.
Para la adquisición de estos uniformes, durante el gobierno de López Obrador se hicieron licitaciones públicas nacionales para dar oportunidad a todos los fabricantes con capacidad para las entregas de acuerdo con las bases establecidas para tal fin. Para garantizar la calidad de las prendas entregadas y acotar cualquier intento de corrupción. Según explica uno de los funcionarios encargados de hacer las primeras licitaciones, el gobierno de Obrador prefirió a los fabricantes nacionales por encima de los comercializadores, debido a que éstos últimos fabrican con telas chinas que sólo aguantan la entrega.
De acuerdo con información pública de la Dirección General de Adquisiciones y Servicios Generales de la Secretaría de Administración y Finanzas del gobierno del estado de Guerrero, por medio de la convocatoria 001, se dio a conocer la licitación pública nacional número 41062001-001-11, a través de la cual se convocó “a los interesados en participar en la(s) licitación(es) para la adquisición de uniformes escolares para primarias de la Secretaría de Educación Guerrero.
Como resultado de esta convocatoria, según informaron funcionarios de gobierno, resultaron beneficiadas dos empresas: Compañía Industrial de Parras (Cipsa), dedicada exclusivamente a la fabricación de mezclillas y gabardinas. De acuerdo al último balance entregado por la compañía (segundo trimestre 2008) el Activo Total fue de $1,213,470 y el Pasivo Total de $1,330,639, dando un capital contable de $-117,169. Además la Utilidad (Pérdida) Neta Consolidada fue de $-52,646. Tiene su matriz en Monterrey. La otra empresa es Arenales Textil; pero a diferencia de la anterior, esta última compañía no es totalmente fabricante, pues su giro, de acuerdo a información de la página de Compranet, se ubica en la comercialización, compra, venta, importación y exportación de productos de la industria textil y de la confección.
Al permitir la participación de comercializadores que en realidad son importadores, la calidad que ofertan demerita, pues las telas que utilizan en su mayoría son traídas de China o Taiwán. De acuerdo a este funcionario del DF, al utilizar telas de baja calidad, queda en entredicha la transparencia y la honorabilidad de la licitación y las prendas no tendrán la durabilidad requerida. Pero además, dice, se abre la posibilidad de que la licitación haya estado dirigida.
Ahora bien, todo esto viene a colación, porque apenas el pasado sábado 3 de septiembre, apareció en algunos diarios una nota que recogía la queja de padres de familia y directores de varias escuelas de Chilpancingo por la mala calidad de los uniformes que se están entregando. La nota en cuestión dice que: “Padres de familia, así como directores de varias escuelas de la capital ha reducido el uso de los uniformes escolares al mínimo pues argumentan que son de mala calidad. Señalaron que aunque la idea por parte del gobierno es buena, los uniformes dejaron mucho que desear. Tal es el caso de la primaria Primer Congreso de Anáhuac donde el mismo director dijo que en esa escuela no se usarán los uniformes del gobierno porque  son corrientes”.  Hasta aquí la nota.
Denuncias como la anterior se están escuchando en muchas escuelas primarias del estado, pues las madres se quejan de que los uniformes no resisten el uso intenso que le dan los niños y las tallas no fueron las apropiadas. Estas quejas dejan entrever que los encargados de licitar los uniformes por parte del gobierno de Guerrero nunca tomaron en cuenta estándares de calidad, sino los márgenes de la ganancia.
De acuerdo a la explicación del funcionario del DF, para salir a una licitación pública nacional, la Secretaría de Finanzas debió contar con fichas técnicas bien definidas e incluso validadas por la Cámara Nacional de la Industria Textil, para darle las mismas oportunidades a todos los fabricantes del país que estén en condiciones de ofertar productos de mayor calidad y mejor precio.
Para que las fichas técnicas de la licitación estén bien definidas y las telas a usarse sean de fabricación nacional, la Cámara Nacional de la Industria Textil se apoya en el Instituto de Normalización Textil. El Inntex, es el primer organismo nacional de certificación de producto especializado en la industria textil y del vestido, acreditado (No. de acreditación 64/08) ante la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA). Al solicitar productos certificados en las licitaciones, las dependencias del gobierno tienen la garantía de que los productos adquiridos cumplen con las especificaciones solicitadas.
Ahora bien, las etapas a las que debió ajustarse la licitación de los más de 500 mil uniformes escolares para Guerrero y que hasta el momento nadie sabe cómo se hizo, son las siguientes:
Primera etapa. Uno de los primeros mecanismos que se tiene que hacer en estos casos, es realizar un muestreo entre la población estudiantil, por parte de la Dirección General responsable de hacer las fichas técnicas. En éstas se debe describir con precisión las características, medidas de las prendas, tipo de confección, y tolerancias (+ /- 0.5 cm) científicas, de acuerdo con las Normas Oficiales y Normas Mexicanas en materia de telas y confección. ¿Esto se hizo en Guerrero? Nadie sabe.
Segunda Etapa. Definida esta primera etapa de manera empírica, se pasan los datos a la Cámara Nacional de la Industria del Vestido y la Cámara Nacional de la Industria Textil (la primera define las características, medidas y tolerancias, y, la segunda define el tipo de tela apropiada para el calor para costas, o frío, en caso de la zona de La Montaña, y sobre todo que sean telas de fabricación nacional). Esto tampoco se hizo.
Tercera etapa. Definidas las fichas técnicas por parte del área requirente y con el aval de las Cámaras, se pasa al Instituto de Normalización Textil para asegurar la calidad y competitividad de los productos elaborados por las empresas confeccionistas.
Cuarta etapa. Con las fichas técnicas debidamente elaboradas se puede realizar un sondeo de mercado para determinar el monto a erogarse en la fabricación de las 500 mil prendas, y con los recursos disponibles se convoca a la LPN-Licitación Pública Nacional. Este fue el procedimiento que se usó durante el gobierno de AMLO para garantizar trasparencia ante los ciudadanos, la industria textil y fabricantes.
Mi informante advierte que si el gobierno de Guerrero no realizó estos cuatro pasos para garantizar transparencia en la licitación, y si la adjudicación de un volumen tan alto como son más de 500 mil uniformes se hizo sin criterios normalizados (normas mexicanas y normas oficiales), lo que hicieron se llama corrupción y alguien se está llevando una tajada importante.
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