LA RUEDA DE LA FORTUNA

Ebrard: Injustificable pero explicable
Alfredo Sarabia
¿De qué lado está el jefe de Gobierno del Distrito Federal, el perredista Marcelo Ebrard Causobón? Con esta pregunta empiezo mi columna el día de hoy. Este cuestionamiento se basa en la crítica y vergonzante actitud asumida por el mencionado funcionario el día martes 6 de los corrientes cuando injustificadamente retiró del cargo administrativo de director de Desarrollo Social al también perredista Martí Batres. Esta manera caprichosa e injusta en que incurrió Marcelo Ebrard Causobón, solo se podría explicar de tres formas: 1. Su deseo irrefrenable de quedar bien con el presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa, ya que es vox populi la estrecha cercanía política e ideológica del defenestrado con Andrés Manuel López Obrador; 2.- Le afloró el autoritarismo y lo intolerante al jefe de Gobierno del DF que agarró en sus tiempos de priísta, y 3.- Martí Batres, pretende ser el candidato del partido del sol azteca a la jefatura de Gobierno del D. F., situación insoportable para el perredista metido hasta la cocina del poder en el D. F. Estas tres razones veo en esta atropellada acción. Es posible que haya otras, pero por el momento son las que a mi juicio, sobresalen para entender esa inesperada situación administrativa con fuerte olor a una cuestión política, como es explicada anteriormente. Curiosamente tuvieron que pasar 5 años para que Ebrard se convenciera que el gobierno de Calderón es legal. Debemos decir que al principio del gobierno de Calderón declaró “no es mi trabajo reconocer o no al gobierno de Calderón” y durante todo el sexenio, no lo había saludado, por lo menos no frente a una cámara, hasta julio, en el Campo Marte, en el Consejo Nacional de Seguridad Pública, y ahora en el Quinto Informe. Nos preguntamos: ¿ Qué le hizo cambiar de opinión y de convicciones?, y si era tan incompatibles sus posiciones con las de Martí Batres, ¿por qué lo mantuvo en su gobierno durante 5 años?. Obviamente, antes Ebrard se preocupaba por mantener los lazos formales con todos los perredistas, pero ahora, a un año de las elecciones, no le importa romper con los allegados de López Obrador, ya que, como así lo ha declarado, quiere la candidatura para ser Presidente. Este es el primer “pleito” de muchos que se ven venir dentro del PRD, por quién se queda con la candidatura, Ebrard o López Obrador; lo más probable es que si se la lleva Ebrard, López Obrador vaya por su cuenta, como ya una vez les advirtió a Jesús Ortega y a Jesús Zambrano, principales de la tribu Nueva Izquierda. En este contexto político, en una entrevista radiofónica sostenida ayer por la mañana con la periodista Carmen Aristegui. López Obrador rechazó una posible fractura con Marcelo Ebrard por la situación del cese de su allegado Martí Batres. O sea, que aquellos que esperaban un rompimiento político entre los dos precandidatos del PRD a la Presidencia de la República, se han quedado con un palmo de narices, por ahora. Sin embargo, no hay que descartar totalmente, que ambos políticos se enfrenten antes del tiempo permitido legalmente para la definición del candidato perredista. Un escenario donde haya dos candidatos de la Izquierda, sería como anunciar una derrota electoral en el 2012. De allí, que independientemente de las determinaciones que se tomen y que puedan afectar las relaciones de ambos políticos en mención, que gusten o no, deberá imponerse la sensatez, la cordura, la cautela y la prudencia entre cualesquiera de los dos protagónicos del show electoral que está a la vuelta de la esquina. De lo contrario, la caída electoral de las fuerzas progresistas, estaría más que cantada…HASTA PRONTO.

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