*** Sueña “La Bety” con reelegirse en sindicato de salud
La dirigente de la sección 36 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Secretaría de Salud, Beatriz Vélez Nuñez, no se llena. Quiere seguir disfrutando de los privilegios y canonjías. Y leal a su ambición, busca reelegirse, para lo cual ha emprendido una campaña de sus “dizque gestiones”, con el objetivo de dorar la píldora a los más de 8 mil trabajadores que conforman esa sección sindical.
Tanta es su ambición por mantenerse en la ubre, que anda movidita por las oficinas de salud difundiendo las gestiones que según está realizando, como la solicitud al gobernador Ángel Aguirre Rivero, para que la reciba con su comité a efecto de unir esfuerzos y gestionen recursos ante el seguro popular, que originen una tercera etapa de regularización de personal de contrato, con la que según se podría beneficiar a más de tres mil trabajadores.
La Bety se quiere vender como una verdadera alma de la caridad, cuando en gran parte de la secretaría de salud le conocen sus debilidades, como es la de privilegiar beneficios personales, antes que el bienestar de sus compañeros trabajadores. Y como muestra de ello, no podemos olvidar, que en plena campaña electoral, cuando buscada llegar a la dirigencia, fue denunciada ante la opinión pública, por un cambio de código que le hicieron para mejorar sus ingresos, a manera de cortesía de los funcionarios del Zeferinato. Si eso habría aceptado antes, ¿Qué tanto no habrá hecho después?
Existe la sensación de que la corrupción ha sido uno de los signos de la gestión de Beatriz Vélez. Y más aún, cuando se especula de jugosos negocios que podrían haberse hecho por medio de la venta de plazas, lo cual no suena nada descabellado, considerando la nefasta calidad de los ex funcionarios que desfilaron por la secretaría de salud, y que parecen haber salido buenos para eso del agandalle de los recursos públicos. Dicen, que con esa clase de gente, la Bety habría caído como pez en el agua.
Recién culminó el zeferinato y comenzó a fluir toda la porquería, ante la que Beatriz Vélez, hay que decirlo, habría permanecido indiferente. Tal vez porque así convenía a sus intereses. Pero hoy, como posee pocos resultados que informar, anda apurada prometiendo a los trabajadores que implementara acciones para beneficiarlos económicamente, como es el caso de aquellos que tengan estudios profesionales. Lo que suena a viles promesas para dorar la píldora y ganar votos.
Se ve a una Bety urgida de ganar terreno para su reelección. Sobre todo, cuando se sabe que contrario a la gran voluntad de la mayoría de los trabajadores de la secretaría de salud, apoyó a Manuel Añorve en su aventura fallida por la gubernatura. Por lo que su sello Zeferinista y Añorvista, le pesan ante la base trabajadora, donde siempre existió la idea de que el alcalde de Acapulco significaba el continuismo.
Pero además, la urgencia de Bety parece totalmente normal, ya que aunado a su gris desempeño y cuestionable gestión, se sabe de la conformación de un gran frente que va por el cambio en ese sindicato. Y tan fuerte va ese movimiento, que por esa razón, hoy anda nerviosa y prometiendo hasta que va a santificar al mismo diablo. Esa es la cuestión.
Mensajes y comentarios: geruanoc@hotmail.com
Falconario
La dirigente de la sección 36 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Secretaría de Salud, Beatriz Vélez Nuñez, no se llena. Quiere seguir disfrutando de los privilegios y canonjías. Y leal a su ambición, busca reelegirse, para lo cual ha emprendido una campaña de sus “dizque gestiones”, con el objetivo de dorar la píldora a los más de 8 mil trabajadores que conforman esa sección sindical.
Tanta es su ambición por mantenerse en la ubre, que anda movidita por las oficinas de salud difundiendo las gestiones que según está realizando, como la solicitud al gobernador Ángel Aguirre Rivero, para que la reciba con su comité a efecto de unir esfuerzos y gestionen recursos ante el seguro popular, que originen una tercera etapa de regularización de personal de contrato, con la que según se podría beneficiar a más de tres mil trabajadores.
La Bety se quiere vender como una verdadera alma de la caridad, cuando en gran parte de la secretaría de salud le conocen sus debilidades, como es la de privilegiar beneficios personales, antes que el bienestar de sus compañeros trabajadores. Y como muestra de ello, no podemos olvidar, que en plena campaña electoral, cuando buscada llegar a la dirigencia, fue denunciada ante la opinión pública, por un cambio de código que le hicieron para mejorar sus ingresos, a manera de cortesía de los funcionarios del Zeferinato. Si eso habría aceptado antes, ¿Qué tanto no habrá hecho después?
Existe la sensación de que la corrupción ha sido uno de los signos de la gestión de Beatriz Vélez. Y más aún, cuando se especula de jugosos negocios que podrían haberse hecho por medio de la venta de plazas, lo cual no suena nada descabellado, considerando la nefasta calidad de los ex funcionarios que desfilaron por la secretaría de salud, y que parecen haber salido buenos para eso del agandalle de los recursos públicos. Dicen, que con esa clase de gente, la Bety habría caído como pez en el agua.
Recién culminó el zeferinato y comenzó a fluir toda la porquería, ante la que Beatriz Vélez, hay que decirlo, habría permanecido indiferente. Tal vez porque así convenía a sus intereses. Pero hoy, como posee pocos resultados que informar, anda apurada prometiendo a los trabajadores que implementara acciones para beneficiarlos económicamente, como es el caso de aquellos que tengan estudios profesionales. Lo que suena a viles promesas para dorar la píldora y ganar votos.
Se ve a una Bety urgida de ganar terreno para su reelección. Sobre todo, cuando se sabe que contrario a la gran voluntad de la mayoría de los trabajadores de la secretaría de salud, apoyó a Manuel Añorve en su aventura fallida por la gubernatura. Por lo que su sello Zeferinista y Añorvista, le pesan ante la base trabajadora, donde siempre existió la idea de que el alcalde de Acapulco significaba el continuismo.
Pero además, la urgencia de Bety parece totalmente normal, ya que aunado a su gris desempeño y cuestionable gestión, se sabe de la conformación de un gran frente que va por el cambio en ese sindicato. Y tan fuerte va ese movimiento, que por esa razón, hoy anda nerviosa y prometiendo hasta que va a santificar al mismo diablo. Esa es la cuestión.
Mensajes y comentarios: geruanoc@hotmail.com
Falconario
me parece de mal gusto, tus comentarios, habiendo tantos problemas en el estado, te dedicas hablar mal de las damas. no es de caballeros la posicion que asumes, o quien te paga para desacreditarla. eres bueno para echar flores, porque no hablas mal de quienes te pagan la gasolina de tu carro.
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