D' grilla, grillos y algo más

Hoy no vamos a hablar de mi Raúl, ni de Martín, ni de Eric –quien por cierto sale muuuy sexy en la imagen de su nueva publicidad, se le ve así como cosa mala en la mirada y hace que una deje de verlo candidateable y más bien se antoje como algo encamable, nombre y luego lo pusieron sobre un fondo rojo que es puritita pasión–. Fin del comentario, porque no quiero empezar una página más del Kama Sutra con los sucios pensamientos que despertó en mi esa fotografía. Y escriban lo que quieran de mi, que finalmente las mujeres perdidas, somos las más buscadas.


Me supongo que entre mis 34 mil 864 lectores debe haber, por lo menos, uno que sea usuario de la alberca olímpica y seguramente debió darse cuenta que la semana pasada la piscina permaneció con el agua turbia, el piso y las paredes cubiertas con una fina lama verde que se le formó por falta de cloración y mantenimiento. Esta es una situación recurrente, pues continuamente la alberca presenta esas condiciones, y es que en nuestro municipio no existe una unidad de protección contra riesgos sanitarios que haga un monitoreo constante de los niveles de contaminación que pudiera presentar el agua de esa piscina pública, con la finalidad de descartar riesgos a la salud por la presencia de bacterias como amibas y enterococos. Pues hay que considerar que a diario acuden unas 150 personas a realizar sus entrenamientos o a tomar clases de natación –y la edad promedio de los usuarios es de entre3 a 15 años de edad–, niños en su mayoría, un grupo con mayores posibilidades de riesgo y contagio. Y no podemos esperar a que los directores de los servicios municipales de salud y el de protección civil municipal tomen la iniciativa de realizar un recorrido de inspección y tomar muestras del agua para su análisis; porque seguro ni enterados están que ese tipo de acciones son parte de su responsabilidad y porque entre gitanos no se leen las manos. Además de que lejos de hacer algo para evidenciar las fallas del propio gobierno, deben ocultar este tipo de errores, ya que si lo hicieran seguramente serían destituidos de sus cargos, a los cuales llegaron por casualidad, y hasta los juzgarían por traición a la patria o lago así. Mientras que la población, en este caso los niños, que se chinguen. Al no haber un responsable de salud ambiental en el municipio –ándale hasta les estoy dando la idea de crear esa nueva chamba para algún cuate–, debería ser el encargado de los servicios municipales de salud quien emita una alerta a la población para que tome precauciones a la hora de visitar la alberca olímpica, por el riesgo para la salud que esto implica. Pues en sus aguas contaminadas podría estarse reproduciendo algún tipo de amiba de las que producen complicaciones severas para la salud y en casos extremos hasta la muerte. Pueden pensar que es una exageración de mi parte pero existen algunos tipos de amibas que al ingresar al organismo emigran al cerebro o el hígado, donde colonizan aceleradamente y de no atender a tiempo los síntomas pueden ocasionar hasta la muerte. La vigilancia hacia este tipo de instalaciones debería ser permanente y la secretaría de salud debería certificar a esta y todas las albercas públicas de hoteles, balnearios y clubes deportivos, pues en sus aguas puede haber presencia de algún tipo de amibas. Estas letales bacterias que se introducen al organismo por la nariz, boca y heridas que tengan contacto con agua contaminada, y coloquialmente “empiezan a comerse el hígado y el cerebro”. Sobre todo porque en las albercas publicas de hoteles y balnearios los principales usuarios son bebés y niños; y en caso de contraer algún tipo de amiba es más difícil el control de la infección, lo que lleva a la muerte. Si el municipio no cuenta con los recursos o no tiene personal calificado y capacitado para realizar este tipo de verificaciones, debería mejor cerrar al público las instalaciones de la alberca olímpica para evitar la contaminación por bacterias, entre los usuarios. Independientemente de los niveles de contaminación y suciedad que continuamente presenta el agua de la alberca olímpica; en general el equipo (carriles de competencia, bancos de salida, escaleras), así como el resto de sus instalaciones (tribunas, barandales, el adoquín que recubre el rededor de la piscina, baños, regaderas y malla perimetral que rodea las instalaciones presentan un gran deterioro; y es que desde que fue inaugurada –en el año de 1999, durante la administración de Eric Fernández Gómez–, jamás ha recibido ningún tipo de rehabilitación por parte de los gobiernos que han pasado a la fecha. Y pues si los otros no lo hicieron, por qué tendría que ser este la excepción, verdad? Además a quien puede importarle rehabilitar un espacio que es para la practica de un deporte. Es difícil conocer los ingresos exactos que registra la alberca olímpica, aproximadamente son unos 150 deportistas los que utilizan a diario sus instalaciones –pero su administrador, Valdemar Valencia, asegura que de esos usuarios unos 50 son becarios– esto reduce a unos 100 usuarios diarios, que pagan entrada, considerando que el costo por persona –sea niño o adulto–, es de 20 pesos, pues estamos hablando de unos 60 mil pesos mensuales; nada despreciables los ingresos, pero no son suficientes para comprar químicos y clorar la alberca. Seguramente tiene una nómina excesiva, como el resto de las áreas del gobierno municipal, pues además de unos cuatro instructores, el jardinero, el administrador y el cajero; acaban de contratar a una persona que se encarga de checarle la entrada a esos cuatro profesores –pero que trabaja de 8:00 a.m. a 4:00 p.m., o sea que su jornada termina cuando empieza la de los instructores–, y otros más que solo cobren en esa nómina sin trabajar. Pero así funciona este ayuntamiento. Con decirles que el coordinador de desarrollo institucional (antes oficialía mayor), Alejandro Ruiz, ni siquiera tenía conocimiento de que hace más de dos meses el costo de recuperación por uso de la alberca tuvo un incremento del 100 por ciento, pues de 10 pesos subió a 20, la entrada, por persona. Es obvio que ni enterados estén de los ingresos porque son pesitos, nada comparados con los miles o millones que pueden dejar otros conceptos como el impuesto predial, los permisos de construcción, las comisiones que les quitan a los proveedores y lo que se puedan chingar de las obras, ya ven que inflan los costos de construcción o compran materiales de mala calidad para realizar los trabajos y así reducir los costos y quedarse con una jugosa parte del presupuesto. Además dudo mucho que en la dirección de obras públicas haya alguien con suficiente criterio para elaborar un proyecto de rehabilitación para la alberca olímpica, pues el coordinador de obras públicas, el director y los tres subdirectores, no han podido con tres baches, menos van a poder con un proyecto de esa naturaleza.
Por cierto, ya que tocamos el tema de los baches, la semana antepasada los transportistas manifestaron su inconformidad por los baches, con mensajes escritos en los medallones y cristales de sus unidades y solo unos días después un grupo de representantes de agrupaciones de transporte urbano y suburbano se reunieron con el alcalde, Alejandro Bravo Abarca, para agradecerle por la campaña de bacheo implementada por la dirección de obras públicas y hasta le pidieron que no afloje el paso, por ser esta acción en beneficio de la población en general. Aja! si los únicos que manejan como endemoniados, volándose baches, topes y transeúntes son los señores ruleteros, pero en fin! El punto aquí es, que con respecto a los baches, las áreas mas afectadas son precisamente las del boulevard en construcción; por lo que se me hace un recurso desperdiciado, el utilizado para bachear esa zona, pues solo es cuestión de unos meses para tener una avenida de primer nivel. Lo verdaderamente preocupante de esto, es que al material que usan para remendar los baches no le ponen ni siquiera un poco de engrudo y solo lo compactan a brinquitos y en las primeras lluvias todo ese material va a dar directito a las coladeras. Donde está pues el compromiso con el medio ambiente y el planeta. Que a decir verdad en este municipio el gobierno poco o nada hace para concientizar a la población sobre la contaminación ambiental. Solo empresas como Telcel, que tiene en su centro de atención a clientes un contenedor para depositar baterías y celulares en desuso con lo que según pretenden disminuir el impacto ambiental que estos objetos ocasionan a la naturaleza cuando se les tira en basureros al aire libre. Y tiendas departamentales como Comercial Mexicana o Bodega Aurrera, que promueven el reúso y reciclaje de cajas de cartón. Pero fuera de ahí el resto de comercios utiliza bolsas plásticas para empacar sus productos; pues ni por cumplir con un programa de concientización ecológica, el gobierno municipal hace algo por el planeta. Todo lo contrario, en las colonias populares los terrenos baldíos son utilizados como basureros donde se arrojan y queman desechos; en las colonias irregulares los desechos son depositados en arroyos y barrancos donde el agua de las lluvias los arrastra a los canales que desembocan en la bahía. No esperemos a que esta administración rehabilite la alberca porque jamás fue un compromiso de campaña con nadadores y triatletas, a pesar que desde hace 26 años Ixtapa es sede del Triatlón Internacional, y en el municipio existen equipos de triatletas que merecen una alberca con instalaciones dignas para realizar sus entrenamientos. Y con respecto a los baches esos siempre los van a tapar porque con esas remendadas es como tapar el sol con un dedo y sobre to
do taparle la boca a los transportistas para que dejen de chingar y llamar la atención de la prensa.