LA MIGRAÑA

En fecha reciente, la noticia  de Edgar Jiménez Lugo (a) “ponchi”, el niño sicario de 15 años de edad  estremeció a la sociedad, cuando esta creyó que ya lo había visto todo, pues NO, meses después los medios de comunicación daban cuenta de Santiago Meza Flores (a) el “pozolero” un desalmado sujeto que se ganó ese apodo porque se desasía de los cuerpos que acumulaba el cartel para el que trabajaba, y él se encargaba de convertirlos en “nada”, prácticamente en un estado en que ninguna persona podía siquiera imaginarse que ese montón  de “algo” había sido una persona y menos que alguien podría ser capaz de semejante barbaridad. Los días, las semanas, lo meses pasan y seguimos viendo como avanzan los actos delictivos y como los delincuentes, ahora bien organizados,  buscan la manera de obtener dinero, sin trabajar, mediante las llamadas “cuotas” o derechos de piso, los secuestros, los secuestros expréss.
Etc.  Ante ese panorama de violencia y degradación humana nosotros,  como sociedad  nos comportamos como  espectadores, y no hacemos nada.   No digo que los combatamos en los frentes de batalla que ellos marca, NO, por mi parte mis respetos a esos señores que eligieron ese camino para vivir sus vidas.  Me refiero al  papel que nos corresponde como padres de familia.  Vean sino llegamos ya a la raya que divide la acción a las palabras.  Muchos de ustedes, seguramente, habrán leído la notician en los medios locales de información, de Anayeli Cisneros Tapia, de 12 años de edad, “la niña secuestradora”.  Hasta donde ha llegado la influencia de los actos delincuenciales de todos los días, que esta, preadolescente, junto con otras  personas de su misma edad estaba organizando un  “mega reventón”  seguramente que les faltaba dinero y lo que se le ocurrió a ella y otras niñas de su misma edad fue secuestrar a otra niña de su misma escuela, y casi tocaya de nombre, Cyntia Nayeli Cisneros Vital.  Todo ese drama de la vida real, que no vimos ni nos enteramos de él en la televisión, ocurrió aquí cerquita, en la colonia “Vista Hermosa” de la comunidad, Las “Pozas”.  Anayeli cumplió con todos los detalles de un secuestro realizado por profesionales.  A la secuestrada la mantuvo cautiva en una, casa de seguridad,  y  desde allí estuvo enviando mensajes a la familia de la victima pidiendo 5,000.00 pesos de rescate por la secuestrada. De igual manera la  liberación de la secuestrada tendría que darse con todo el aparato de la ley, es decir que para rescatarla tuvieron que ir hasta la Casa de “Seguridad”, miembros del ejército, policía federal, estatal y municipal, pues se trataba de un secuestro que cumplía con todos los detalles aunque sus actores fuesen niños de 12 años, secuestrada y secuestradora. Aquí lo importante no es tanto relatar los detalles del delito, sino preguntarse en que plano queda el papel de los otros protagonistas, Los Papás.   En nuestro país ya es un problema de salud la maternidad infantil, el estimulo que reciben los niños y adolescentes para practicar el sexo, por parte de la secretaria de salud del Gobierno Federal, con el “pretexto” de “sexo seguro”.  La intención es buena y hasta aceptable si los padres cumplieran con la parte que les corresponde.  Los padres se hacen de la “vista gorda” y no quieren ver a sus hijos adolescentes que  casi tienen  sexo en las banquetas, a la salida de los llamados “antros” y hasta de la misma escuela, sobre todo de las secundarias vespertinas.   Una visita a las antesalas de las clínicas del IMSS, FOVISSSTE, HOSPITAL GENERAL, Y CENTRRO DE SALUD, a la hora de consulta permiten ver cuántas muchachitas casi niñas, están en espera de ser atendidas por u medico  con sus vientres abultados y sus rostros, infantiles,  demacrado, consecuencia de un embarazo adelantado, en edad y en los tiempos, pues ellas aun no están preparadas, ni en lo físico ni en lo social.  Otra visita a los villares, y canchas de “básquet bol” comunitarias darían el mismo panorama, esta vez tratándose de jóvenes varones que no hacen otra cosa más que dejar pasar el tiempo sin hacer nada de provecho para ellos mismos.  El papel y obligaciones del padre de familia están olvidados.  Estos ven de soslayo lo que hacen sus hijos, y lo que no hacen y deberían hacer.  Da la impresión de que esa brecha de comunicación e interés, padres e hijos,  está olvidada.  Si no queremos tener en la sociedad mexicana otros “Ponchiis” y otras “Cyntias Nayelis”, tenemos que interesarnos más por la conducta de nuestros hijos, inculcarles valores y respeto, por ellos mismos y la sociedad a la que ya están integrados.  Todo se lo dejamos al gobierno, queremos que el gobierno cargue con todas las omisiones de nosotros como padres de familia
A mí no me parece justo  dejar toda la carga al gobierno para que resuelva todo lo que en nuestras manos esta prevenir, como el alcoholismo, la droga adicción, la adicción al sexo y el rechazo al estudio y holgazanería, que, eso si juntos, eso si sociedad y gobierno podemos equilibrar las cosas. Haciendonos responsables de nuestros hijos también acabaríamos con tanto “NiNI”  que pululan en las calles y a la salida de las escuelas de nivel medio superior donde encuentran fácil a sus parejas que han de recorrer el mismo camino, con meta hacia la completa degradación social.

1 comentario:

  1. comparto tu opinion que esa es una ala de ave para volar el esfuerzo de los padres.. pero la otra ala es la responsabilidad del gobierno, con mis propia expericia en vida te comento soy padre de familia y trato d estar al tanto de mis 2 hijas y 1 hijo, y solo trabajo para el gasto familiar y no alcanza, la quiencena ya esta repartida y cada vez alcanza menos lo que tienes que ir dejando como salidas ala playa, ir a comer unos tacos a ala esquina, al rio, si pienso cambiar de trabajo pero esta el temor de que no sea seguro y no estamos en buenos tiempos y el gasto es a diario de recreos, coperaciones hasta para incribirlos, alimentacion son al dia, si de verdad el gobierno quiere, no hacer como que hace y no hace poco, los hijos aun de padres como yo los tengo que dejar de estudiar o buscarles pero buscarles alguna opcion que se ganen un centavos los fines de samana, pero eso es distraccion y pierden interes por la escuala y ahi viene el descontrol, por que el calle aprenden cuanta cosa del mundo. el gobierno deberia pegarle al clavo, ir a las escuelas y alumnos con promedios 8, una ayuda economica a mi me yudaria mucho y eso si asegurase que lo recibamos con firmde la padre y del hijo, porque el coordinador se queda con una parte, la escual con otra parte, el padre si es vicioso con todo y el hijo no recibe nada.

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