LA RUEDA DE LA FORTUNA


IFE descalabrado

En México, la democracia aún le falta recorrer un buen tramo para decir satisfactoriamente que la gozamos plenamente. Hay varios elementos que nos servirían para dilucidar lo anterior, pero basta citar y explicar la última experiencia que se ha vivido tocante a este asunto que hoy nos ocupa. Me refiero al Instituto Federal Electoral (IFE), órgano legal que rige a los procesos electorales (léase Senadores de la República, diputados federales y Presidente de la República) que se viven en los distintos estados de la República Mexicana, incluido también el Distrito Federal.
Pues bien, este órgano electoral tendrá bajo su responsabilidad de organizar, controlar, supervisar, monitorear, vigilar y de fiscalizar entre otras  cuestiones, la ya cercana jornada electoral del 1 de julio del año 2012. Sin embargo, al decir jornada electoral nos estamos refiriendo también a que esta, se encuentra inmersa en todo un proceso electoral, el cual tentativamente se da por concluido el día en que el IFE  entrega la Constancia de Mayoría al candidato ganador. Por tanto, el IFE  debe de llegar a ese    momento bien consolidado, cabalmente integrado. No obstante, en estos momentos no podemos hablar de un IFE  bien conformado, por lo que si hoy se entregara la Constancia de Mayoría al candidato triunfador de las elecciones, difícilmente me podría explicar cual serían sus efectos legales, pero a lo mejor sí, con aquello de que no pasó nada de lo sucedido en las elecciones Presidenciales de julio de 2006. Hoy en día, que formal y legalmente dio inicio el proceso electoral del  año 2012, el IFE  está rengo, cojea de un pie, no está completo.  La causa de esta irregularidad es que le faltan tres consejeros electorales, que los diputados federales no quisieron o no pudieron dar fe de quienes estarían allí. Estos nombramientos debieron satisfacerse desde octubre del año pasado, pero debido a la negligencia  e irresponsabilidad de “los representantes del pueblo”, ese asunto no cuajó, por lo que “faltando cuarto para las doce”, los 500 levantadedos quisieron llevar a buen puerto la encomienda, pero  “les salió el tiro por la culata”, el tiempo legal los alcanzó y no se pusieron de acuerdo. Tan es así, que el panorama que actualmente nos pinta el IFE, es de una incertidumbre ¿inusual? al carecer de tres elementos, de los 9 que normalmente debe tener. ¿De quién ha sido la culpa de todo  este enredijo? Aparentemente son los diputados federales causantes de este desmadre, hay razones para afirmarlo así, pues a ojos vistos, no quedan dudas, pero para mí, más que nada intervinieron factores políticos nefastos que incidieron en quienes decidieron pintar la realidad que hoy se tiene y tienen sus nombres  en el pico de la cumbre de los partidos políticos que deambulan en el Palacio Legislativo de San Lázaro. Todos sin excepción, desde el partido más pequeño, hasta el más grande. Aquí no se vale echarle la culpa al otro del desbarajuste que se tiene.   Repito, tuvieron nuestros diputados federales todo un año para lograr consensos y llegar a acuerdos relativos a este asunto del IFE, pero pasó el tiempo y nada de nada, con el resultado que hoy se tiene. Me da la impresión que esas circunstancias jamás las tomaron en serio y solamente se la llevaron “nadando de a muertito”. Algo que me llamó la atención de todo este embrollo, fueron  las alianzas que se dieron entre  los partidos. Se conformaron dos bloques: 1.- PRI, PVEM, PANAL, PT  y MC (antes Convergencia) y 2.- PRD y PAN. Para Ripley. Así, el pleno de la cámara votó y el ganador fue la mezquindad, el egoísmo y el celo político, mientras que al pueblo, que se lo lleve la fregada….HASTA PRONTO.

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