LA MIGRAÑA

Por Jorge Aranda Martínez

El ONCE, DEL ONCE DEL ONCE, Raúl García Uriostegui, convocó a los miembros de, Unidos Azuetenses, una reunión extraordinaria, y allí estuvieron puntuales como a cada reunión,  gente  que asiste a las reuniones, no porque sepa que les van  a dar  alguna dadiva, van porque siguen  a su líder moral, quien, por cierto, en esa reunión,  les quería explicar un rumor de lo que se había extendido como, “reguero de pólvora”  según dicen algunos miembros de los grupos de enfrene que creyeron  que por esa motivo,
Unidos Asuetenses, habían salido descalabrados, por los manotazos  que se hecho su líder, Raúl García Uriostegui , y  se les  había desinflado la moral.  Con esta reunión,  quedo en claro que los miles y miles de personas que creen en Raúl García Uriostegui,  y en el grupo que ha formado,” Unidos Asuetenses”  no es un Slogan publicitario ni una frase “bonita” expresada por otra persona  “Unidos Azuetenses”  ha dejado de ser una frase para convertirse en un nombre que por antonomasia ya lleva implícita la acción que expresa su  calificativo,  Unidos de, UNION, Azuetenses” de HERMANOS, que buscan hacer el bien  a  quien o quienes lo solicitan.  Desgraciadamente, para la política y bienestar de los AZUETENSES, El nombre   de la persona que guía a ese grupo de personas  que “hacen el bien sin mirar a quien”  le han colocado un sinnúmero de calificativos con el fin de desprestigiar su nombre, actual con una retrospectiva del pasado.  Pero uno de los otros que también quiere gobernar a Zihuatanejo, arrastra un  linaje que en esta localidad empezó con el apellido del ex diputado, ex aspirante a la presidencia municipal, de Acapulco y   fundador de la casta de los Fernández, la cual  desde su ancestro  se han enquistado en la ubre oficial, que para ellos y sus ancestros ha sido la “ubre Celestial, porque los provee de todo.  Me refiero al ya finado Raúl Fernández Galeana, abuelo y padre de los “ilustres políticos” actuales que comparten ese apellido.  Don Raúl Fernández Galeana, dejo una estela vacía,   sin embargo y a pesar   de haber franqueado a la eternidad sin ningún merito en la política si dejó un apellido del cual se  han afianzado sus sucesores, en primer y segundo grado, también como él sin haber dejado un buen recuerdo como su hijo, Eric Fernández Gómez, quien su única acción, en la política que no olvida la gente es la de haber permitido la apertura de una cantina que,  desde entonces  funciona a menos de 100 metros de la iglesia y el Palacio Municipal, antes de haber sido reubicado. Y dio con eso el inicio de un sinnúmero de cantinas y prostíbulos que funcionan en el antiguo centro de Zihuatanejo. Su otro hijo, Alberto Fernández Cabrera, quien también desea pegarse a la ubre celestial, en las oportunidades que se le han dado   ha dejado  solo una muestra de que solo sirve para agarrarse al presupuesto de cualquier gobierno.  Y el Junior, que solamente le conoce una larga, muy larga, muy  larga lista de cargos  dentro de su partido PRI y ahora quiere ser presidente, ese si sin ninguna experiencia, dentro de un gobierno más que la de regidor.  Los cargos que ha conseguido dentro del partido, han sido como  presidente pero no como el de municipal, de su papi que lo obtuvieron por influencia de su tía Guadalupe Gómez Mangada, quien, hasta la fecha se ha eternizado en la ubre y hasta que se muera la va a soltar.  Con la frase de que “PIENSA DIFERENTE”   va  llegar tan lejos, como llegue su contraparte, el  “que es como tu”.