MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo

*** Emperatriz Basilio; con un pie fuera de comunales de Zumpango.

Si las Instancias legales, como la Procuraduría Agraria, validan los resolutivos de la asamblea de los comuneros de Zumpango, con la que procedería legalmente la donación del predio a la Universidad Autónoma de Guerrero para la construcción de un campus universitario, la presidenta de los bienes comunales, Emperatriz Basilio Goytia, tendría que estar haciendo las maletas, porque su caída es inminente.
Así es. Mientras la aún presidenta de los comuneros ha salido a decir que la asamblea es ilegitima y que no son validos los acuerdos realizados sin el asentimiento de su comité. Lo que ratificó en una senda rueda de prensa, donde prácticamente se hizo la mártir. El otro grupo de comuneros, la mayoría por cierto, ha expresado que la asamblea cumplió con todas las disposiciones legales y que las instancias agrarias habrán de dar luz verde a la donación del predio al ayuntamiento de Eduardo Neri, para que éste a su vez, lo traslade a manos de la UAG, quien con ello podría poner en marcha el proyecto del campus universitario.
Por tanto, la decisión está en manos de las instancias agrarias. Cuyos funcionarios deberán validar si la asamblea cumplió o no con los requerimientos que establece la ley. De entrada, se sabe que existen demasiadas posibilidades de que la Asamblea sea validada, y no por cuestiones políticas, sino porque testigos presenciales del evento aseguran que ésta se estableció como tal, se hizo la declaratoria del quórum legal y se realizó el pronunciamiento de que todos los acuerdos que ahí se tomaran serían validos. Amén de que la inmensa mayoría de los comuneros se quedaron hasta el final de la misma, en donde se habría votado a favor de la donación del predio para la construcción del campus universitario.   
Para Emperatriz Basilio es una mala señal que la gran mayoría de los comuneros no la hayan seguido cuando abandonó la asamblea. Y peor aún, que éstos hayan estado a favor de un proyecto sin los condicionamientos que ésta quería poner al rector de la máxima casa de estudios de la entidad.
La validación de la asamblea por las instancias legales prácticamente sería el último clavo en su ataúd. Lo sería, porque más allá de las bondades que representa la construcción de éste proyecto y la grilla política que se traen algunos ex alcaldes que quieren llevar agua a su molino, existe un consenso al interior de los comuneros para iniciar a tramitar su caída. Y es que, desafortunadamente para su causa, Emperatriz Basilio ha cometido diferentes pecados que le han representado la ruptura con quienes se unieron para sacarla del anonimato y ponerla en el cargo. Hoy no la bajan de malagradecida, insensible y deficiente.  
El asunto de la donación del predio para el campus universitario es un pequeño ejemplo de que es una dirigente carente de oficio y habilidad política. Que en pocas palabras, el cargo le ha quedado demasiado grande y que no tiene la calidad, mucho menos la capacidad para estar al frente de una organización, que dicho sea de paso, hasta antes de su llegada, había tenido como sello el compromiso social.
La inconformidad ante su pésima gestión es prácticamente generalizada y los consensos parecen estar listos para emprender la ruta de su remoción. La solicitud de la asamblea para someter a votación su salida simplemente necesita de 20 firmas y existen más de dos centenas que estarían dispuestos a estampar en ese documento su rúbrica, así como lo hicieron con el acta de la donación del predio para el campus universitario.  
Después de lo acontecido en la asamblea. Emperatriz Basilio debiera ir alistando su maleta y abriendo la puerta de atrás de la oficina de los bienes comunales de Zumpango. Esa es la cuestión.
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