PACATA MINUTA

LA CHUNGA ELECTORERA DE MICHOACÁN

Rogelio Gómez Mejía.

“El que tiene más saliva, traga más pinole”
Dicho popular.
Poco o casi nada hay que decir de los resultados de la jornada electoral que se llevó a la gubernatura de Michoacán al priísta Fausto Vallejo Figueroa y menos de sus desmañanados propósitos políticos de no dar tregua al narcotráfico, su rastra delincuencial y violencia, apenas matizada con su llamado a “reconstruir” la concordia, encubridora del mensaje de sumisión al empeño Calderonista de gobernar con guante de seda en puño de fierro en abyecto propósito de rematar el acusado desprestigio inducido del también incoloro mandato perredista que lo precedió con un mal recordado Godoy, para ocultar de paso ese proceso electorero que lo coronó,
derrochando recursos ciudadanos, con estridente circo, maroma y teatro a cambio de la pobre votación de apenas millón 800 mil participaciones entre los tres candidatos al gobierno de los 3 millones 427 mil empadronados, de los cuales un 49 por ciento se abstuvo de hacerles el juego en claro desprecio al garlito engañoso en el que los pretendieron hacer caer.
Así es, salvo calumnias, descaradas verdades y sombrerazos en las campañas del priísta Fausto Vallejo, la primera hermana panista del país, Luisa María Calderón Hinojosa “cocoa” qué no asusto a nadie, y el “patiñazo” del senador Silvano Aureoles Conejo que en el apellido llevó el apóstrofe, ninguno logró convencer al electorado, aparte de sus paniaguados, panzas aventureras e incondicionales “busca chambas” (que por cierto abundan en el Calderonato), llamados “hipotéticamente” estructuras territoriales., de sus prometedoras bondades y retóricos alcances polítiqueros con tarjetas de regalos sobornadoras, a pesar de las generosas partidas de 80 millones de pesos en subsidios a los partidos “registrados” contendientes, con topes de gastos de campaña de 39 millones para las de gobernador, 28 milloncejos para las de los diputados y 28 millones más para las de los ayuntamientos, además de los 336 millonsotes para el Instituto Electoral de Michoacán (IEM), encargado del tan oneroso como engañoso proceso que contó con cerca de 20 mil honorables y respetables ciudadanos en 6 mil 247 casillas en manos de 512 funcionarios insaculados y también utilizados como marionetas por los sospechosos concejos avaladores de los pobres resultados de esas elecciones con 658 mil votos para Fausto Vallejo, 606 mil para la ilustre “cocoa” y 544 mil para el senador Conejo, que apenas representan un aproximado 20 por ciento a cada uno, de la población y sus adláteres que los apoyó para justificar los dotes de políticos que presumen y de los que viven muy bien a costillas de éstos y de las contribuciones del casi 50 por ciento restante que se abstuvieron de creerles.
En fin, que ahora los panistas y perredistas no salen con que el villano de la película es don Fausto Vallejo, quien en abierta deshonra al apellido, este sí, del ilustre escritor don Fernando Vallejo ganador del premio FIL de literatura, quien advirtió entre otras grandes expresiones un llamado a no votar, a no dejarse engañar ni alcahuetear por bribones de la democracia., por su parte, el primero se aventó para invitar a sus adversarios a la concordia como si no se hubieran acusado antes hasta de atentar contra el país y ahora acudir a los tribunales en busca de la anulación de tales elecciones que nos recuerdan la necesidad inaplazable de reformar la ley electoral y ese pretendido “sacrosanto” y costosísimo instituto para efectuar procesos políticos confiables con voto obligatorio para conocer la voluntad ciudadana y por mayoría absoluta, con segunda vuelta de ser necesario, plebiscito, referéndum y revocación de mandato, candidaturas independientes y votación por ciudadanos valiosos en el espacio en blanco de las boletas, para acabar con estas gracejadas que ni a los actuales monopolistas de los cargos públicos dejan satisfechos. Ni hablar!
BALA PERDIDA.
Hablando de honras, no puede dejarse en el vacio la tan polémica como valiosa decisión de la Suprema Corte de Justicia, de anular el amparo promovido por “La Jornada” desde el 2004 por las crudas expresiones publicadas en la revista “Letras Libres” por Fernando García Ramírez señalándolos de “cómplices del terror al servicio de hipernacionalistas” respecto a opiniones vertidas por Josetxo Zaldúa., lo que pasó de lo que podría haber sido un sesudo debate al conflicto jurídico de enfrentar la libertad de expresión con el derecho de la honra y el buen nombre, ajenos por cierto a las ideas…En fin!

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