PACATA MINUTA

GOBIERNOS: ASESINOS Y CÍNICOS

Rogelio Gómez Mejía.

“En este mundo canalla, donde abunda la miseria, no se castiga el delito; se castiga la pobreza”
Anónimo.
*.- Impunidad, otro crimen de lesa humanidad

Apenas se determina públicamente que la denuncia contra el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa en la Corte Penal Internacional (CPI) de la Haya no es por calumniar ni ofender el “buen nombre”, sino por crímenes de lesa humanidad, que han ofendido y lastimado a la sociedad mexicana., cuando se impacta como un escupitajo en la conciencia ciudadana el vil asesinato del sonorense Nepomuceno Moreno Muñoz,
quien desde hace año y medio, después de acudir a todas las autoridades en busca de justicia por la desaparición de su joven hijo, Jorge Mario Moreno León y cuatro amigos baleados y secuestrados por policías y agentes judiciales que los interceptaron en plena carretera en julio del año pasado cuando iban a una fiesta de graduación a Ciudad Obregón, según las indagaciones alcanzadas a hacer por Nepomuceno mismas que grito a los cuatro vientos sin que la procuraduría, el gobierno, ni el mismo presidente Calderón dieran muestras de hacerle caso, igual que antes le sucedió a Marisela Escobedo ignorada frente a palacio de gobierno de Chihuahua y ejecutada por protestar contra las autoridades por el impune asesino de su hija Rubí Marisol, como también les une el mismo dolor con el poeta Javier Sicilia y centenas de familiares más cuyos hijos, madres o esposos son parte de 10 mil desaparecidos o de los 50 mil muertos durante la “guerra” decretada este sexenio.
Después de la “desaparición” de su hijo Jorge Mario, el primero de julio del 2010, quien en realidad fue secuestrado cuando menos por tres sujetos que hablaron con Nepomuceno desde la Procuraduría para exigirle 30 mil pesos por entregarlo y tras romper todo contacto, éste se armó de un cartelón con fotos de su hijo y de sus amigos, José Francisco León Mercado y Guivanni Otero –desaparecidos hasta la fecha-, Mario Enrique Díaz Islas –encontrado asesinado días después en un canal de riego-, y Miguel López liberado con dos dedos amputados y unas costillas rotas dos días después, para protestar por todos los rumbos de Hermosillo contra el gobierno y sus autoridades que lo ignoraron despóticamente, incluso después de que se unió al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), encabezado por el poeta Javier Sicilia, con quien estuvo tras la marcha de Cuernavaca a Chapultepec, para hacerle saber al presidente designado Felipe Calderón Hinojosa, la injusticia de las autoridades de Sonora gobernada por Guillermo Pedrés Elías y advertirle de las amenazas de muerte contra él y su familia, motivo para que el ejecutivo ordenara a su entonces secretario de gobernación Francisco Blake, dispusiera medidas de seguridad y acciones de justicia para el infortunado padre que finalmente nunca las recibió.
Ahora, ante el silencio cómplice de algunos medios, destacadamente los de comunicación electrónica, otros magnifican algunos pronunciamientos sospechosos de criminalizar la ejecución a balazos de Nepomuceno en pleno día, como una posible venganza de la delincuencia organizada según el Procurador de Justicia (?) del estado, Abel Murrieta Gutiérrez quien cita vinculaciones con la delincuencia al deslizar que la víctima estuvo encarcelado por un supuesto delito no exento de sospechas represivas, igual que lo está otro hijo del occiso, Gilberto Moreno León por tentativas de robo y secuestro no confirmadas e imputados apenas en agosto pasado, por lo cual el MPJD exige ahora la renuncia cuando menos del procurador Abel Murrieta, cuando ya es indispensable que la CPI apoye al país acordando una investigación a fondo del sistema y la aplicación de la justicia, pues en tanto se dan a conocer tan bestiales, aprobiosas y vengativas ejecuciones como los de los periodistas de “Notiver” Yolanda Ordaz y Miguel Ángel López Velasco, sus esposa y sus hijos impunes hasta la fecha, el Consejo de la Judicatura Federal ha dictado medidas urgentes de protección para 66 jueces encargados de impartir una justicia que no llega.
BALA PERDIDA
Como para demostrar que en México nada más los chicharrones de los plutócratas truenan, el vergonsozo exgobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, en una dudosa decisión de tardía honestidad, renunció a la presidencia del PRI, después de que el candidato a la presidencia del país, Enrique Peña Nieto lo emplazó a tomar una decisión ante el imparable escándalo por la espantosa deuda de 32 mil millones de pesos en que dejó a su estado, ahora regido por su hermano Rubén, garantía de impunidad, de la que se solazan cientos de oligarcas de ese partido con acusaciones más graves y que aún lo militan y mandan cuando los deberían haber expulsado como al tal Salinas, Zedillo y muchos más!.

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