ENTRAMPADOS Y ACELERADOS: LOS PRECANDIDATOS 2012

Por Alberto Mojica Mojica

Acostumbrados a cierta rigidez del sistema, donde todo parece estar controlado, la realidad actual de México permite observar algo diferente: la incertidumbre electoral, algo novedoso en la política mexicana. Este año vamos a elegir al Presidente de la República, el puesto más importante del país, el personaje que decidirá el futuro de México, y a éste lo vamos a elegir de entre tres personas con sus respectivos partidos, estructuras y alianzas. Iniciaremos con el partido en el poder, el PAN donde realmente están entrampados.
El partido en el gobierno, aquel que hace doce años se autodefinió como el generador de la democracia en el país al obtener la victoria en las elecciones presidenciales y lograr la alternancia, que no transición, en el poder, hoy se encuentra desesperado. El primer panista del país, Felipe Calderón, ha dado tumbos no sólo en su función principal como Presidente de la República, sino también en la que parece ser su más grande obsesión: entregar el poder al Partido Revolucionario Institucional. Obcecado por obtener la candidatura presidencial para Ernesto Cordero, infructuosamente intentó promover una elección indicativa que dejara fuera de la contienda a Santiago Creel. Hoy, contra el discurso manejado a nivel nacional, deja de lado la democracia interna al promover la nominación de Isabel Miranda de Wallace en el Distrito Federal, reconociendo, además, que una candidata ciudadana tiene más méritos, reconocimiento social y posibilidad de triunfo que su propio partido. Evidentemente, la incongruencia alentada desde Los Pinos deja mal parados a los panistas incluso entre ellos mismos.  En términos generales, el PAN, a estas alturas de la lucha política por la Presidencia de la República, se encuentra sin rumbo. Al no lograr un consenso para definir su candidato, la división de pronóstico reservado al interior del partido parece inevitable, según los signos de inconformidad que saltan a la vista. El embrollo panista es más que la lucha porque el delfín Cordero Arroyo sea el abanderado.  Desde luego, los panistas, lejos de la realidad, no quieren aceptar que en esta contienda electoral no tendrán ninguna oportunidad de seguir en el poder si llegan debilitados por las luchas internas. Para empezar, es todo un problema que Creel Miranda decline a favor de alguno de los precandidatos. Ya dijo que no se bajará y los panistas no saben cómo resolver ese asunto. Por cierto, Vázquez Mota resultaría la más beneficiada en caso de que el ex secretario de Gobernación decidiera dejar su precandidatura, pues el voto anticalderonista se sumaría a la candidatura de ella y provocaría un conflicto mayor a la cúpula panista. A grandes rasgos, el PAN  se encuentra entrampado. Algo falló en el manejo político. Dejaron que los problemas crecieran y ahora no saben cómo frenarlos. Y si a nivel nacional los blanquiazules están perdidos, en el Distrito Federal no cuenta como partido. Obdulio Ávila, el ex dirigente panista capitalino fue nombrado funcionario en Gobernación y dejó a la deriva a esa organización política. Definitivamente, el  2012 que apenas empieza, no será el mejor año para el PAN. En los dos sexenios, la capital no les interesó a los blanquiazules. Las giras de los presidentes de la República en el Distrito Federal fueron unas cuantas. No se notó la intención de ellos por mejorar su presencia política en el corazón de México. Allá ellos. En relación a la izquierda unida en torno al DIA, resulta básico saber cuál va a ser el papel de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Desde la presentación de su último libro, La mafia que se adueñó de México y el 2012, López Obrador utilizó un tono político de precandidato hasta que finalmente se autoproclamó candidato, un día después de que se presentara como presidenciable en un gran mitin en el Zócalo del DF. Posteriormente, el coordinador del DIA, Manuel Camacho Solís, indicaba dos cuestiones importantes que fijaban la hoja de ruta de la izquierda. Por un lado, con los números en la mano, afirmaba la posibilidad de victoria de la izquierda en 2012. Por el otro, establecía las líneas que el DIA debería seguir en la elección de su estrategia para las elecciones presidenciales: acumular fuerzas, lograr un candidato competitivo, una propuesta de gobierno nueva y vendible, obtener votos en todo el país y no sólo en los bastiones tradicionales de la izquierda y tener una estructura de base amplia y nacional, con la mención expresa de la organización creada en todo el país por el propio López Obrador. El coordinador de la izquierda unida venía a decir que estaban con AMLO aunque quizá sin él. Por último el Partido Revolucionario Institucional con la incertidumbre electoral, algo novedoso en la política mexicana lo obligó a iniciar sus movimientos de marketing y estrategia electoral con mucha anticipación, con el exgobernador del estado de México Enrique Peña Nieto al frente y desde una posición de tranquilidad, con poco desgaste interno, muy cohesionado y con el control de importantes gobiernos estatales, lo que le da una presencia federal de gran peso, y con una gran ventaja a su favor en las encuestas, que de no haber tenido su gran descalabro en la feria del libro en Guadalajara ya lo consideraríamos el seguro Presidente de México, ahora ya no es lo mismo y como dice el admirado escritor de origen peruano y nacionalidad española Mario Vargas Llosa: “Sería una pena que México, que hoy es una democracia imperfecta, retornara a ser el monopolio de un partido tan corrupto como el PRI”. La codicia que rodea a la clase política del país, ha sumido a la población en un sentimiento de no implicación en las cuestiones públicas, ante un escenario de políticos desleales sin apego a las normas y a la ley. Y esta actuación de los políticos no ayuda a lograr credibilidad ni a generar estabilidad, llevando a la población al desapego político que sin duda hace que haya menos y peor democracia. Dos partidos ya tienen candidato, falta el PAN que pronto presentará el suyo, la verdad es que los panistas están entrampados y priistas y perredistas muy acelerados, vamos a esperar que por el bien de México triunfe el mejor.
albertomojicamojica@hotmail.com

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