LA MIGRAÑA

Por Jorge Aranda

Muchos pensaron que iba a ser como un, “Juicio Político” anticipado, la aparición de Alejandro Bravo Abarca, en el programa radiofónico, “Zona Libre” que conduce, Sergio Vázquez.  Que lo iban a masacrar con preguntas que no podría responder, pero el colmillo del alcalde y la gracia que tiene para salirse de momentos comprometidos con explicaciones inverosímiles, momentáneamente lo iban  sacando del apuro.
El alcalde tuvo la precaución de blindarse con paleros que iban a justificar las protestas de sus miles de fallas y errores de gobierno. No habían pasado tres minutos de inicio del programa cuando empezaron a funcionar esos personajes al servicio de ABA. Habían dicho que no pasarían llamadas directas, y no fue así, porque la primera llamada  fue de una señora que entre frases de agradecimiento y reconocimiento a la gran labor y buen gobierno del alcalde, poco falto para que recomendara su beatificación.  Después siguieron los mensajes, vía celular y correo electrónico que el conductor iba leyendo puntualmente, todos lanzando hurras y alabanzas, a ABA.   Sin embargo el alcalde se enredó en varias ocasiones y empezó a titubear, y a utilizar  una frasecita que va a hacer historia.  Y es precisamente esa palabra “HISTORICO” que utiliza para ponderar algún hecho u obra realizada por, o durante su gobierno.  De lo grueso e importante que mantiene a Zihuatanejo y en consecuencia a todo el municipio, hecho un caos, Alejandro Bravo, siempre salió con razonamientos cantinflescos. Hasta se colocó el mismo, como un personaje blando, incompetente sin autoridad siquiera para poner orden entre los elementos que forman su equipo de trabajo.  Por más que quiera utilizar la “remodelación” del centro de Zihuatanejo, como una cortina de humo para cubrirle y/o justificar los latrocinios a sus subordinados no puede  la evidencia está a la vista, ojos, y oídos de todos.   Con temas tan simples que Sergio Vázquez,  le saco a la palestra, como el perifoneo y exceso de ruido en la ciudad, el alcalde admitió estar enterado del problema que lleva tres años sin resolverse, situación que automáticamente, lo exhibe como un gobernante fofito que le tiembla la mano y,  en lugar de aplicar la ley, como es su responsabilidad de gobierno,  se va  por el caminito del “dialogo”.  La “remodelación” del centro de la ciudad, que en realidad es TRANSFORMACIÓN, pues transformó las fachadas de casas y banquetas en “túneles” de usos múltiples,  oscuros por las noches, y estorbosos para caminar libremente todo el día.  Si quieren que Zihuatanejo, se parezca a Taxco, San Miguel de Allende, Patzcuaro, o cualquier otra de las ciudades coloniales, bellas por su arquitectura y los frentes de las casas con sus arcos y sus tejados, pues ¡NO!, no lo consiguieron.  Zihuatanejo se ve como un pueblo raro, sin personalidad, carente a un icono que lo identifique.  A menos que los Gurús de la arquitectura del gobierno de Zihuatanejo, lo vean así cuando andan bien cocos.  Los techumbres de las banquetas en calles de Zihuatanejo, en realidad  sirvieron para dar refugio a decenas de cantinas o bares, pa’l caso es lo mismo que funcionan en locales no apropiados para ese tipo de negocios; sin excepción. Locales abiertos, con letrinas insuficientes, y sobre todo, pero, SOBRE TODO, productoras de ruidos insoportables, que dicho sea de paso, han acabado con la pequeña hotelería nativa, tradicionalmente en manos de familias que han dependido de esos negocios toda su vida.  Nada podría mostrar mejor la blandura del alcalde, que el negocio ubicado en la esquina Suroeste del mercado central, que literalmente se adueño de la banqueta.  Bravo Abarca dijo públicamente que iba a tomar “cartas en el asunto”.  Estuve a punto de arriesgar la cabeza en una apuesta asegurando que el mencionado local iba a retirar su mercancía al día siguiente.   Iluso de mí, me voy a esperar otros 73 años que tengo de vida para ver ese  milagro.   Y ya hablar de milagros en lo que a gobierno se refiere,  es que ya estamos en la orillita de lo imposible.   Y si hablamos de ese asuntillo  que el alcalde se comprometía,  públicamente a “tomar cartas en el asunto”,  y no lo hizo que esperan los habitantes de los desarrollos “La Puerta”,  “Morrocoy” y otros que se ubican en esa zona y estan en peligro de que se  les   inunden sus casas en la próxima temporada de lluvias, cuando el alcalde les aseguró que iba a tomar cartas en el asunto para resolver los múltiples y graves problemas que padecen.   Lo peor de este alcalde que HISTORICAMENTE, resulto el peor que ha gobernado a Zihuatanejo, es que ya se va.  Desdeñosamente, pinta su raya y ya no juega.  Ahí le va a encargar el changarro a otro. Otro que acabe de saquear  lo que quede.  Otro que lea el último informe de gobierno, que dé la cara y oiga los reclamos e inconformidades de la gente.  ¿Se vale?  Los regidores irán a avalar esa HISTORICA y graciosa salida. Y, ¿ si  estos en un arrebato de vergüenza y dignidad dicen que no, aún le queda otro HISTORICO recurso, el CONGRESO LOCAL.  Su última esperanza…   ¡VAMOS JUNTOS!