PECATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía

CAPRICHOSO MANEJO DEL PRESUPUESTO

“En arca abierta, el santo peca”
Dicho popular.

Una de las responsabilidades con el manejo más escrupuloso, equitativo y transparente del ejecutivo del país, indudablemente que debe ser la aplicación del presupuesto, pues el dinero de la nación, de los contribuyentes pues, no debe de ninguna manera dejarse al albedrio de quien tiene las facultades que le otorgan al máximo cargo político de la nación. Ser presidente de México y disponer ú ordenar la aplicación de los recursos determina sin duda alguna la calidad moral, la altura de miras y el manejo visionario del depositario de tan honroso cargo que lo enaltece o desprestigia, según su actuar.
Ahora bien, el presidente designado, Felipe Calderón Hinojosa, recientemente dio una muestra más de las decisiones que lo califican y que lo ponen al juicio ecuánime de una sociedad más desencantada que satisfecha de que sus contribuciones son destinadas equitativa y honestamente para el servicio de la población.
Ante la decisión de la Cámara de Diputados de emitir un decreto por emergencia alimentaria para 20 estados del país afectados por terribles contingencias climatológicas que tienen al borde del colapso al campo con la pérdida masiva de un 70 por ciento de las superficies cultivadas de productos agrícolas que generarán alzas en los precios de hasta un 100 por ciento., y determinar 20 mil millones de pesos para así evitar la hambruna de los menos favorecidos, Felipe Calderón bajo el peregrino argumento de que la Constitución no faculta al Congreso a aprobar gastos no previsto en el presupuesto, como si no previera que hacer en caso de desastres de esta envergadura, veto el acuerdo camaral en soberbio reto incluso a la controversia constitucional, evidentemente más para descalificar a los priístas promotores de una de las pocas iniciativas atinadas que han tenido, además de regañarlos paternalmente al decir; “no puedo actuar irresponsablemente, no puede sacarme el dinero de la manga” a sabiendas de contar con 300 mil millones de pesos de subejercicios y con 142 mil millones de dólares en reservas, precisamente para casos de emergencia.
No a actuado así cuando consiente derroches de millones de pesos para gastos superfluos como “el coloso” del bicentenario de unos 75 millones de pesos, cargado de sospechas de corrupción por 8 toneladas de poliuretano abandonados en un solar, o la recién inaugurada “Estela de Luz” con un costo de mil 36 millones de pesos autorizados por la SEP de Alonso Lujambio, quien a decir del arquitecto creador del mamotreto César Pérez Becerril, encubrió asquerosas corruptelas en las que participaron, Servicios 111 filial de Pemex a cargo de Ignacio López Rodríguez, “Proyectos y Desarrollos de Infraestructura” (PDI) y GUTSA a pesar de estar inhabilitada por la SFP e incumplir con obras de la Autopista del Sol, la Megabiblioteca José Vasconcelos, el WTC y beneficiarse con el Fobaproa en esta feria de irresponsabilidades donde danza la tolerancia oficial para personajes como Nestor Moreno Díaz, funcionario de Pemex enredado en un fraude por más de 300 millones que no parecen afectar al gobierno.
Por eso ahora lanzar ostentosamente el “Programa Nacional de Financiamiento a la Educación Pública” con 2 mil 500 millones de pesos con la participación de la SHCP, Nacional Financiera y 21 instituciones universitarias como el Tec, las Unis Monterrey y Regiomontana, Anáhuac, Jesuita de Guadalajara, Justo Sierra y otras del sector privado, beneficiarios finales de créditos posibles para miles de estudiantes con apoyos de 215 a 280 mil para licenciaturas y otras profesiones a 15 y medio años de plazo con un 10 por ciento de intereses, cuando ni remotamente algo así ofrecen a las Normales Rurales con becas 25 por ciento menores a la pensión para pastura de los caballos del ejército., nada de lo que se diga y haga en el manejo de las políticas de gobierno merece credibilidad alguna y si una acuciosa investigación.
BALA PERDIDA
Dentro de la trágica realidad que vive el país con la incontrolable violencia que martiriza a la sociedad, francamente ya no se sabe si reír o llorar cuando la Secretaría de Gobernación aclara que no fueron 15 personas las asesinadas en Zitácuaro y arrojadas en montón a la vía pública por desconocidos facinerosos, sino únicamente 13 las víctimas impunes eso sí, igual que los matones que acribillaron al reportero Raúl Regulo Garza Quirino del periódico “Última Palabra” con 15 proyectiles que le disparó un comando de sicarios y que aclararan que sólo fueron 14 disparos o contradiga la CNDH que no son 101 los periodistas asesinados desde el 2000, sino sólo 75, aunque todos permanezcan sin castigo…A que juegan?