De frente

Por Miguel Ángel Mata Mata

La ley

El subprocurador encargado del despacho de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero despidió a funcionarios de la institución. Les envió un oficio en donde les comunica que han sido dados de baja del cargo “de confianza” que ostentaban en esa dependencia.
Se trata de los funcionarios que, según algunos miembros del gobierno, tienen algún grado de responsabilidad en los asesinatos del 12 de diciembre del año pasado, cuando estudiantes fueron brutalmente desalojados de la Autopista del Sol.
Don Juan Manuel Herrera Campos, doctor en derecho, es quien firma los oficios de marras. Él funge como sub procurador de justicia en Guerrero, pero de facto es el procurador. Con esa figura ha venido a dar solución al complejo conflicto de los normalistas de Ayotzinapa. Y ahí la lleva. Aunque al hacerlo  viola la Constitución de Guerrero y la propia Ley Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero.
Al firmar los despidos de subalternos suyos, el señor doctor Herrara olvida, no leyó o desconoce que la Constitución de Guerrero, y la respectiva ley orgánica de la procu, ordena que al procurador lo elige el Congreso Local, a propuesta del gobernador. También dicta que a subprocuradores, que son cuatro para Guerrero, es el ejecutivo quien tiene la facultad de removerlos, a sugerencia del procurador.
Pero de ahí para abajo toca al Procurador de Justicia del Estado de Guerrero remover o designar a todos los funcionarios de la dependencia procuradora de justicia. Es al procurador, dice la ley, a quien toca tal responsabilidad. Pero en Guerrero no hay procurador de justicia desde que fue removido Alberto López Rosas. El ejecutivo no ha enviado terna alguna al Congreso para que desde ahí sea electo el titular del ramo. Despacha un encargado del despacho del procurador. Pero no es procurador.
La ley también menciona cuáles son las funciones “indelegables” del procurador de justicia. Entre otras está el de informar al Congreso, presidir las reuniones del grupo de coordinación Guerrero y “designar o remover a funcionarios” a partir de los subprocuradores y hacia niveles inferiores jerárquicos.
¿Qué pasaría si hay excesos y el doctor Herrera firma algún oficio de remoción de funcionarios, firma una orden de aprehensión, acude a dar informes al Congreso Local o preside las juntas del grupo de coordinación de seguridad? Todos sus actos son sujetos a un amparo y serán inválidos.    Asi de simple.
Los oficios enviados por Don Juan Manuel Herrera a subalternos suyos inhabilitándolos de sus funciones carecen de valor legal y jurídico y serán causa de una nueva revuelta en esa dependencia. ¿Porqué no hacer las cosas conforme lo ordena la ley?
Tan fácil es que sea enviada la terna al Congreso Local, se vote por un procurador y las actividades de éste estén respaldadas por el peso de la Constitución y la Ley Orgánica de la procuraduría de Justicia. Así como está nada tiene ni valor ni sustento legal y jurídico.
Ya se ven venir los amparos laborales y jurídicos por tomar decisiones al margen de la ley.
Por cierto ley, del latín lex, legis, es una regla y norma constante e invariable de las cosas, nacida de la causa primera o de las cualidades y condiciones de las mismas.  Es cada una de las relaciones existentes entre los diversos elementos que intervienen en un fenómeno. Es un precepto dictado por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados.
Existe la ley adjetiva,  que es la procesal, y aun la penal, por cuanto rigen la aplicación y castigan la violación de las demás. La Ley antigua, que es la  ley de Moisés. La ley caldaria, que ordenaba antiguamente la prueba del agua caliente, que se hacía metiendo la mano y brazo desnudos en una caldera de agua hirviendo, para probar su inocencia quien los sacaba ilesos.
Existe la ley de Dios, que es todo aquello que es arreglado a la voluntad divina y recta razón. Lo mismo que la ley de la trampa, que es respaldada en el embuste y el engaño, lo mismo que la ley del  embudo, la que se emplea con desigualdad, aplicándola estrictamente a unos y ampliamente a otros. O la ley del encaje, que es el dictamen o juicio que discrecionalmente forma el juez, sin atender a lo que las leyes disponen.
Se dice que se actúa a la ley cuando se hace con propiedad y esmero. Que es ley de caballero, para asegurar la verdad de lo que se dice. También se dice a toda ley, cuando se actúa con estricta sujeción a lo justo o debido, o a cualquier género de arte, regla o prescripción.
Evidentemente en Guerrero el encargado del despacho no actúa a ley ni a toda ley. Aplica la ley del embudo y con la ley del encaje y corre el riesgo de aplicar la ley de la trampa.
Mejor haría al observar plenamente el manual de la ley de Guerrero y sus respectivas leyes orgánicas emanadas de la Constitución Política del Estado de Guerrero. Así, solo así, se sabrá que tenemos un gobierno a toda ley.
TRASCENDIÓ
QUE el proceso electoral ha sido causa de la renuncia de tres secretarios del gabinete del gobernador: David Jiménez Rumbo, a Desarrollo Social; Marcos Matías Alonso, a Asuntos Indígenas y  Gisela Ortega Moreno, a la Juventud.
QUE Jiménez busca la alcaldía de Acapulco, diputado local, regidor o lo que pueda conseguir para  no salir del presupuesto.
QUE la joven Ortega busca aun una diputación federal por la vía plurinominal. Y Matía Alonso ya se vio en el Congreso Local.
Que otros que se fueron son Víctor Aguirre Alcaide a la Secretaría de Asuntos Políticos y Alejandro Arcos al Instituto Guerrerense para la Atención Integral de las Personas Adultas Mayores (IGATIPAM); el primero pretende cargos federales, o de menos una l0ocal y Arcos va por el asunto doméstico.
En el Congreso Local tienen licencia Catalino Duarte Ortuño,  Lea Ortuño Bustamante, Manuel Saidi Pratts,  Irineo Loya Flores,  Hilda Ruth Lorenzo,  Esteban García García, Héctor Vicario y Aceadeth Rocha. En los próximos quince días habrá licencias a presidentes municipales, síndicos y regidores que pretenden saltar para no salir de la nómina oficial.
QUE la diputada local, Irma Lilia Garzón Bernal confirmó que el ex mandatario estatal del PRD, Zeferino Torreblanca Galindo, representará al Partido Acción Nacional (PAN) ya sea por la alcaldía de Acapulco o la senaduría de la república. El político panperredista aparece con tres puntos en las encuestas.
NUMERALIA
1)    Cantidad de meses que llevan a la espera de tres profesores indígenas tlapanecos de la comunidad Metlapilapa, municipio de Tlacoapa, en la Montaña alta de Guerrero: seis.
2)    Cantidad de maestros que han solicitado a la Secretaría de Educación Guerrero: tres profesores de primaria y uno de prescolar.
3)    Cantidad de niños que no tienen clases debido a la falta de profesores: 90.
4)    Ubicación geográfico-política de las autoridades de la educación, según los padres de familia de aquella comunidad: “En el gobierno dicen que son de izquierda, pero actúan como si fueran todo lo contrario”, dicen
5)    Horas de viaje entre su comunidad y Chilpancingo para encontrar cerrazón e indiferencia: 12.
6)    Cantidad de habitantes de Metlapilapa: 700.
QUE CONSTE
“Por versiones que hemos escuchado” de que quiere ser candidato. “Porque creemos que ha hecho un excelente trabajo a nivel federal”. Beatriz Mojica Morga y Víctor Aguirre, al respaldar la precandidatura de Ángel Aguirre Herrera como precandidato a diputado local. Mojica subió de fortalecimiento municipal a la Secretaría de Desarrollo Social luego de éste emotivo y espontáneo acto de contrición.

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