MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo

*** Astudillo; ¿Premio a la ineficacia?

Estoy tratando de encontrar los méritos que el alcalde de Chilpancingo, Héctor Astudillo Flores, tiene para que hoy su partido, el Revolucionario Institucional (PRI), lo designe como candidato a diputado local por la vía plurinominal, y la verdad, no los encuentro por ningún lado. Si alguien argumenta que en virtud de su trayectoria política, me pregunto entonces, ¿Qué no ésta, ya fue evaluada por la ciudadanía en las elecciones de 2005, en donde le dijeron que no lo querían como gobernador?
Así es. En política como en todas las actividades de la vida lo que cuentan son los resultados. Por lo que en 2005, para aquellos que no lo recuerdan, la ciudadanía de Guerrero dejo en claro que Héctor Astudillo Flores poseía un saldo muy escaso y raquítico, a pesar de haber tenido la oportunidad de estar en diferentes cargos públicos.
Y cómo habría de tener resultados, si se ha caracterizado por ser un trapecista político, dejando los cargos a medias, sin importar los compromisos que había sellado con la gente. Esa factura de su cuestionable trayectoria política le fue cobrada en aquél mes de febrero, cuando el PRI fue sacado de Casa Guerrero.
Hoy se habla de que el flamante coordinador de los alcaldes priístas de Guerrero, se perfila para ser candidato a diputado local por la vía plurinominal, lo cual suena incongruente cuando el saldo que arroja su gestión es cuestionable. Y en el terreno político, quedaron en evidencia sus limitaciones durante las elecciones del 30 de enero de 2011.
Por increíble que parezca, el PRI se perfila para premiar al político que más malas cuentas entregó en el proceso electoral pasado, en donde Chilpancingo se convirtió en la joya de la corona del actual Gobernador Ángel Aguirre Rivero.
Los números son fríos y dicen que el PRI obtuvo 29 mil 818 sufragios en la capital del estado. Ni siquiera los 32 mil que habría obtenido Héctor Astudillo en 2008, cuando ganó la presidencia municipal. Y en contraparte, el PRD con su candidato alcanzó la cifra histórica de 57 mil 246 votos, lo que se ha convertido, hay que decirlo, en la paliza electoral más impactante de toda la historia de Chilpancingo.
Es cierto, el tsunami llamado Aguirre arrasó en las elecciones de enero de 2011, pero se supone que en Chilpancingo esa ola encontraría una gran oposición ante el supuesto liderazgo y experiencia que se le cuelgan al coordinador de los alcaldes priístas del estado. Sin embargo, sucumbió al no tener grandes cimientos a base de la fórmula mágica llamada resultados.
Caló mucho en gran parte de la población, cuando Héctor Astudillo, en lugar de concentrarse en su responsabilidad como presidente municipal, se calentó para buscar ser candidato a Gobernador otra vez, amenazando con volver a las andadas, de dejar el cargo a medias. Y de hecho, en breve podría abandonar otra vez su chamba, lo que dejaría en claro que es un político sin convicciones.
Y es que, en algunos sectores en el PRI podrán pensar que se trata de un gran líder, pero es evidente que muchos tienen la convicción de que no lo es, porque según lo que he aprendido en el transcurso de la vida, mediante la literatura, talleres y cursos, es que un buen líder es congruente con lo que dice y hace, por lo que si Astudillo Flores abandona el barco antes de concluir su gestión, habrá violado su propia palabra, ya que durante su campaña selló el compromiso de que ahora sí, habría de culminar su periodo. Evidentemente sabía y conocía que esa inconsistencia es el ancla que lo ha limitado.
Pero al margen de ello, los resultados no reflejan que tenga tantos méritos para ser acreedor de un premio por parte de su partido. Mucho menos una diputación plurinominal y sin sudar. Pero en nuestra política la ineficacia se suele premiar. Esa es la cuestión.
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1 comentario:

  1. Astudillo miente, astudillo no debe ser diputado, hector astudillo es un dinosaurio que se jubile y que le de la oportunidad a cuadros jovenes, cuadros como los de MARIO MORENO ARCOS quien si cumple su palabra.

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