OPINIÓN

Por Manuel Tello Zapata

UN CÓDIGO DE ÉTICA PARA GUERRERO
Por una iniciativa del Maestro en Derecho y Contralor General del Estado, Julio César Hernández Martínez, el Gobernador Ángel Aguirre Rivero firmó ayer el Código de Ética para los Servidores Públicos del Gobierno del Estado. Se trata de un documento que sentará precedentes a nivel nacional y que hacía falta desde hace mucho tiempo. Puede y debe sentar los principios para que los servidores públicos dejen de desviar recursos, de tratar mal a la gente y que sean los auténticos funcionarios que el juarismo instituyó desde aquellos tiempos, sin que por desgracia se le escuche… y muchos menos se le atienda.
En el marco de la Modernización Administrativa que está impulsando el Gobernador Aguirre Rivero, el nuevo Código de Ética del Gobierno estatal cuenta con reglas para garantizar que los servidores públicos se conduzcan y administren los recursos conforme a principios y valores éticos.
En este sentido, la Ética es la parte de la filosofía que estudia lo bueno y lo malo de la conducta humana. Por ello, el nuevo código de ética para el gobierno estatal fija las normas tendientes a regular el comportamiento de las personas dentro de un determinado concepto. En este caso, tiende a regular el comportamiento de los funcionarios estatales.
El documento firmado ayer por el Gobernador Aguirre Rivero encierra normas a las que están obligados a regirse los funcionarios de la administración pública centralizada y paraestatal del Estado de Guerrero, quienes deberán firmar un documento que los obliga a cumplir con los principios que establece el documento, so pena de ser objeto de las sanciones que establece la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero.
El código de ética establece que los funcionarios deben actuar con principios, valores, ética; con una conducta que aliente la participación ciudadana, que recupere la confianza de la gente, y que combata a la corrupción. En este sentido el código asienta que la corrupción es una amenaza para la gobernabilidad, el desarrollo sustentable y los procesos democráticos. Luchar contra la corrupción supone evitar el uso de los recursos públicos para fines privados.
El nuevo código de ética obliga a los funcionarios a actuar con eficiencia, eficacia, transparencia, honradez, legalidad lealtad, imparcialidad, integridad, buscando el bien común, y aplicando la justicia para todos.
En próximas entregas iremos desglosando los términos de este documento que repetimos, es el primero que se establece a nivel nacional con los elementos citados líneas arriba y debe sentar precedentes para elevar la calidad de los actuales servidores públicos, que actualmente por desgracia deja mucho que desear a nivel nacional.
Siendo un hombre que trabaja quince horas al día y mantiene una movilidad extraordinaria (anteayer estuvo en Acapulco, ayer en Chilpancingo, volvió a Acapulco y por la tarde se trasladó a La Montaña), el Gobernador Aguirre Rivero se mostró encantado con el Código de Ética que le fuera presentado por el Contralor Hernández Martínez y de inmediato lo firmó, estableciendo el compromiso de poner la muestra y ser el primero en cumplirlo en todo su contenido.
Julio César Hernández Martínez inició su carrera académica hace más veinte años bajo los mejores auspicios y siendo muy joven se convirtió en un estudioso del Derecho. Ha logrado tres premios nacionales en ensayo político y sus libros sobre el estudio de la corrupción en México y Guerrero, sobre los problemas de los procesos electorales, etc., le han dado prestigio a nivel nacional y una vocación de auténtico impulsor de la democracia y los valores éticos. Qué bueno que esta trayectoria de un funcionario joven pero preparado académicamente, está siendo bien aprovechada en el presente gobierno estatal.
ADIÓS AL JUICIO POLÍTICO
Una vez que el Congreso federal dio a conocer el informe de la comisión especial que dio seguimiento a los acontecimientos del12 de diciembre en Chilpancingo cuando estudiantes de Ayotzinapa se enfrentaron a policías federales y del Estado, se desvanece como lo apuntamos oportunamente en esta columna, la posibilidad de un juicio político contra el Gobernador del Estado Ángel Aguirre Rivero.
Sin demérito alguno de las personas que perdieron la vida en el fatal encontronazo, entre ellos nuestro compañero y amigo Gonzalo Miguel Rivas Cámara, estos hechos jamás tuvieron la posibilidad de generar un juicio político. Fue más el escándalo que se hizo en los medios electrónicos nacionales contra el Gobierno de Guerrero obedeciendo a extrañas consignas, que la verdad de un acontecimiento sembrado de puntos oscuros.
El Gobernador de Guerrero Ángel Aguirre Rivero, supo manejar las cosas con sapiencia política, aplicando la tesis de que quien nada debe, nada teme y sin caer en el autoritarismo ni la prepotencia o el despotismo de otros tiempos, ejerce su mandato sin convertirse en presa política de esos grupos desestabilizadores que por desgracia abundan en nuestra entidad.
Hoy la realidad de las cosas es más conocida en todo el país y ya no se santifica a los vándalos de Ayotzinapa, que sin motivo alguno o movidos por intereses oscuros, provocaron con su actitud anormal y una movilización que las mismas fuerzas de izquierda reprueban, los hechos violentos de ese 12 de diciembre, que vinieron a ensombrecer los festejos a la madre de todos los mexicanos, nuestra virgen María de Guadalupe.
manueltello2002@yahoo.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario