PECATA MINUTA

Por Rogelio Gómez Mejía

PRISIONES MORTALES; ANTROS DE CORRUPCIÓN

“La Fuerza del Mal esta en sus   Entrañas” 
Voz Popular.

Es cierto que hay muchos prisioneros en los reclusorios del país cuyo destino en las celdas es necesario, pero también habría que considerar que otros tantos con éstos no deben estar privados de su libertad en condiciones tan indignas, delictivas e inhumanas condenados a ese castigo, así pareciera necesario para los duros de redimir, injusto para las víctimas de un craso error y mucho menos permitido para aquellos inocentes atrapados en las redes de la prisión preventiva como presuntos responsables de un delito, sostenido en ocasiones por policías carentes de escrúpulos, jueces sin calidad moral o personajes perversos manejadores del sistema como si tuvieran cárcel propia.

Por eso escandaliza que ahora autoridades de todos los niveles del sistema judicial escurran el bulto de la responsabilidad y traten de sepultar en la frágil memoria ciudadana la espantosa masacre de 44 presos asesinados en el Penal de Apocada, N. L. y la fuga de 29 más el pasado 19 de febrero, rompiendo el hilo de la culpabilidad con la captura de 18 custodios y la separación del cargo y detención del director del cautiverio, Gerónimo Miguel Andrés Martínez de pésimos antecedentes, cierto, pero precisamente por esto y por la conocidísima corrupción imperante en los centros de cautiverio, parece francamente deshonesto y cínico que desde el más insignificante funcionario hasta el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, el secretario de Gobernación Alejandro Poire, el de Seguridad Pública Federal Genaro García Luna qué, como el presidente designado Felipe Calderón Hinojosa, argumenten socarronamente a punto de expirar su sexenio tomar medidas, cómo lo hizo éste en Querétaro, donde aceptó que los sistemas de reclusorios están en crisis como en Nuevo León y Tamaulipas, pero ya se construyen una decena de penales en un esfuerzo que no se ha hecho en 20 años, revisan policías, Ministerios Públicos y los modernizan aplicando controles de confianza.
Así olvidan entrar en detalles para explicar que familiares de reclusos sabían desde 15 días antes de la masacre que las bandas de narco delincuentes preparaban una fuga masiva para evitar el traslado al penal  de Puente Grande de Oscar Manuel Bernal “La Araña” y Marco de León Quiroga “el comandante Chabelo” lugartenientes del líder de los “Z”, Miguel Ángel Treviño Morales “el 40” y de Heriberto Lazcano “el lazca”, organizadores de la fuga el domingo 19 en la noche, previa al motín provocado con la toma de un custodio de rehén, lo que hace inexplicable dado el impresionante tamaño del tumulto que todas las policías federales, estatales, el Ejército y la Marina no acudieran al lugar antes de las 2 de la madrugada en que las autoridades penitenciarias avisaron al gobierno del levantamiento de los reos del ambulatorio “C” para lanzarse contra los reclusos del apartado “D” y consumar la sangrienta matazón de presos, consumada ya la fuga de los 29 peligrosos delincuentes, según informó ladinamente hasta el lunes el gobernador del estado Rodrigo Medina de la Cruz.
Ahora que la lamentable tragedia se opaca con aparatosos escándalos del espectáculo o de algunos de los múltiples conflictos sociales que nos aquejan, se develan poco a poco acontecimientos que hubieran hecho previsible esa desgracia, como es la corrupta trayectoria del director del reclusorio, Gerónimo Miguel Andrés cesado antes como alcaide de la Penitenciaría de Santa Martha Acatitla, que el Reclusorio de Apodaca no estaba sobre poblado porque el Sistema Penitenciario Federal tiene espacio para 20 mil internos más, que tres días antes del levantamiento del Tribunal Unitario de Guadalajara libró orden de aprehensión contra los cabecillas del motín y que fue hasta ese lunes cuando el Juez 3º. de Distrito en N.L. ordenó el traslado de los presos, Marco de León “el chabelo”, Mario Andrés Alcorta “el junior”, Jorge Francisco Gamíz “el extraño” a un penal de alta seguridad, cuando es bien sabido que en todas las cárceles del país, además de estar sobre pobladas, antihigiénicas y promiscuas, son antros donde los vicios imperan, el tráfico de alcohol, de drogas, la prostitución, esclavitud y trata de personas se multiplica gracias a una corrupción galopante que explotan todas las autoridades, desde los custodios hasta los directores y secretarios del sistema carcelario, según el crudo relato que hizo la periodista Anabel Hernández del reclusorio del que se fugó el “chapo” Guzmán desde el año 2 mil, del que al parecer nunca se han percatado los gobernantes de los estados ni el presidente del país.
BALA PERDIDA.
En este “maremágnum” de tragedias aderezadas con informaciones confusas de infausta intención, aparece como eje malévolo de tantas perversiones Miguel Ángel Treviño Morales “el 40”, líder de los “Z” de Tamaulipas y Nuevo León, donde su presencia ha dejado huellas del manejo corporativo del narcotráfico, lavado de millones de dólares, ejecuciones a granel, incluyendo la del candidato a gobernar Tamaulipas, Rodolfo Torres Cantú y sobornador de los “ex” Manuel Cavazos Lerma, Tomás Yarringtón y Eugenio Hernández, lo que habla de la fuerza que la “guerra” de Calderón parece empoderar a este mafioso…Digo!

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