Reflexiones de la Costa Grande. . .

Por: Miguel Ángel Sánchez Valdovinos.

El papa Benedicto XVI y tres días de fiesta en México.

Para el pueblo mexicano fue una pequeña etapa de su existencia mundana y trivial de fiesta y de alegría, no hubo hechos sangrientos y problemas financieros que le hicieran ver al paisano la inconsistencia económica, moral y social en que vive, cuando menos no se insertaron en los grandes medios de información hechos violentas, acciones y manifestaciones de los que no están de acuerdo con vivir dentro de la legalidad y que afrentan a nuestra sociedad de una u otra forma.

La cortina de humo que no fue otra cosa que nos trajo al país el descendiente de San Pedro y que mas aún allá de nuestra fe y confianza en la existencia de alguien superior que rige nuestros destino, esta la cruda realidad de las necesidades que tienen las grandes potencias millonarias de promover estados de relajamientos y desactivar amenazas de explosiones de todas aquellas manifestaciones que ponga en riesgo su estado de poder.
La iglesia de Roma con todo y la representatividad celestial que pudiera tener necesita un entorno mundano de paz, para asegurar que sus intereses, riquezas y poder no corran riesgos y seguir en el ejercicio de este mientras algo superior a sus decisiones no digan otra cosa, en los que se incluyen los fenómenos y desastres naturales, por decirles así, aun cuando se ha comprobado que no son mas que manifestaciones de los errores del hombre en el proceso de socavamiento del equilibrio natural y ecológico de nuestra tierra.
El estado ligado y en ese parentesco conyugal con el gran sector económico y financiero del país y en escala con el de la región continental, también requiere ´de esa misma paz y tranquilidad para el aseguramiento de sus riquezas e instrumentos de poder, así es que porque no invitar a un personaje con el liderazgo del papa Benedicto XVI para entre otras cosas relajar esa tensión y abrir esa válvula de compresión y desestabilidad que esta amenazando al país con detonar en cualquier momento con sus serias replicas en todos los sectores y aspectos sociales en que se incluyen las propias vidas de los mexicanos.
Curiosamente en esos tres días de alegría y de fiestas no se dieron o no se informó de ningún acto trascendental de nadie, solo esperemos que después y ya en la cruda realidad después de tan magnifico evento no nos salga el estado y los medios que sucedieron escapes multitudinarios de presos, asesinatos a mansalva de ciudadanos comunes o minimante la caída del peso o el incremento de los productos básicos que generan presuntamente esta vida de decoro y de bienestar que esta precisamente insertada en nuestra carta magna y que nos incluye a todos los mexicanos.
De todo esto también es prudente considerar que la derrama económica que se genera en estas visitas es benéfica para todos los mexicanos y mas para los habitantes de los estado en donde ocurre la visita, porque solo de contabilizar de manera trivial e irresponsable un numero determinado de pesos en gastos para el movimiento de cada uno de las personas de esas multitudinarias concentraciones, podemos asegurar que es mas de lo que uno se imagina y en esta si, todos los involucrados salen beneficiados, sobre todos los de las actividades comerciales formales e informales como los taxistas, los panaderos, los taqueros, los restauranteros, los hoteleros y hasta los cantineros en los que no dejó de concurrir uno que otra paisano que quiso disfrutar de una buena victoringa o coronilla viendo por televisión el paso de tan importante representante del presunto lado humano de nuestro globo terrenal.
Decían los abuelos, al pueblo pan y circo, ya tuvimos circos y más o menos pan para esos días, ahora a la realidad de nuevo, buenos hasta los actos de los partidos políticos que buscan el poder se rebasaron, cuando menos no se vió en la tele as ningún Peña Nieto declarando algo, o a López Obrador desgañitarse diciendo que ahora ama al país y q ue quiere ser de “Huevis” presidente, ni don Felipe Calderón magnificar y elevar hasta lo excelente algún acto natural obligado del gobierno para llevar agua al molino electoral del PAN, estuvo demasiado ocupado inclinando el poder político y de importancia que representa al representante de la vieja Roma católica.
Tres buenos días de tranquilidad sin tanta grilla política partidista y hasta 2 partidos de fut bol que jugó la selección nacional en la que por cierto ganaron pasaron desapercibidos, lo que es la presencia de alguien que no conoce en un pueblo hambreado de justicia y de un trato mas igual en todos los aspectos.
Porque no podemos decir que sea la persona del papa el que prodiga todo esto, de ser así la propia Roma no se estaría también convulsionando con los problemas que tenemos nosotros los mexicanos, si no mas bien fue la novedad de que la máxima autoridad de los católicos nos visitara, claro que para esto también tuvo el estado que pagar sus milloncitos en gastos de infraestructura de apoyos y del seguimiento de tan importante personaje y esta no la pagaron ni la iglesia ni mucho menos los ricos millonarios que asistieron a revivir la bendición papal y a disfrutar de la cena de rica viandas que el nivel requirió, esta las pagó sin duda que de nueva cuenta nuestro de por si ya jodido y golpeado pueblo. Que ni que.

P.D.-Y ahora a nuestra cruda y mundana realidad, se abre las apuestas y otros tres partidos, como el PT, convergencia y el PANAL amenazan con entrarle a la contienda en Petatlán, a quien creen que van a restarles votos.

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