MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** El impacto de la propagada de Claudia Ruiz Massieu. 

Al ser candidata del PRI al senado de la república, la lógica indicaba que en su propaganda, Claudia Ruiz Massieu habría de salir enfundada en una blusa con alguno de los colores que distinguen al partido tricolor: verde, blanco o rojo. Sin embargo, prefirió el color violeta, que más allá de lo que algunos pudieran pensar o cuestionar, deja en claro que tiene muy buenos conceptos y equipo que conoce de publicidad y marketing. Por ende, del manejo de los colores.
Así es. La psicología del color es una rama del conocimiento muy importante para quienes trabajan dentro del ámbito del mercadeo. El impacto de los colores en el consumidor puede ser determinante para que se incrementen las ventas. Mientras que en el terreno político, el efecto en los electores se puede ver traducido en votos.
Grandes maestros, a lo largo de la historia, como Goethe y Kandinsky, han estudiado la psicología del color. Sin olvidar las aportaciones hechas por Lüscher, Heiss y Halder, con la creación de test de colores que ayudan para analizar distintos aspectos de la personalidad. 
Se ha comprobado que los colores despiertan distintas sensaciones y percepciones en las personas. El sentido de la vista capta las imágenes y la mente las traduce en mensajes que se van quedando almacenados y que sirven de referencia a la persona al momento de tomar una decisión.
Por eso la propaganda que hoy maneja Claudia Ruiz Massieu nos vuelve a demostrar que es una mujer preparada. Que sabe y entiende perfectamente que la imagen pública no es un asunto de ocurrencias, sino de un manejo con tacto y muchos fundamentos.
De entrada, el manejo moderado que hace del color rojo es todo un acierto. De esa manera, lo que proyecta es una sensación de acción, pasión y fuerza. El exceso de ese color, puede llevar a las personas a una asociación con circunstancias de índole negativo. No olvidar que el rojo es el color de la sangre. Y que también el color con el que se pinta al diablo. Por eso el manejo controlado de ese tono es lo conveniente, tal y como se aprecia en la propaganda de la candidata al senado, quien de ésta manera no descuida el sentido de la pertenencia al ser uno de los colores que distinguen a su partido.
El fondo blanco de su imagen al combinarse con el rojo es una mezcla muy interesante porque envía un mensaje de alegría juvenil e inocencia. Lo que habla de una persona que busca también el voto de los jóvenes y que al mismo tiempo está diciendo que posee una carrera transparente.
Su figura luce bien cuidada. Y se resalta con el tono violeta de la blusa que porta, puesto que este color es propio de las personas que poseen una personalidad destacada con cualidades de templanza, lucidez y reflexión. Ese color transmite profundidad y experiencia. Tiene que ver con lo emocional y lo espiritual. Es místico, se podría decir que también representa la introversión. 
Claudia Ruiz Massieu, con el uso del color violeta en su propaganda, proyecta también el sello de la femineidad. No descuida la situación del género. Habla bien de su identidad y eso podría redituarle en una mayor atracción del voto femenino.
En suma, su propaganda no es un fruto de una mera corazonada u ocurrencia. Se nota el sello del profesionalismo. Lo que habla, sin duda alguna, de una mujer inteligente, preparada y que busca siempre la efectividad.
Ese ha sido el sello que ha distinguido a Claudia Ruiz Massieu. Una mujer de gran calidad, que camina rumbo al senado de la república. Esa es la cuestión.
Mensajes y comentarios: geruanoc@hotmail.com

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