MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo

*** Ángel Aguirre; solidario con Acapulco.

Los hechos muestran una fría realidad. Si hoy el Gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, despliega un programa emergente de bacheo en el puerto de Acapulco, significa el colofón del fracaso de un gobierno municipal que pregonó impulsar un Acapulco de diez. La derrota que sufrió el PRI en las urnas del primero de julio no es fruto de la casualidad. Sin embargo, el mandatario estatal, dada la importancia que reviste el puerto en la economía de la entidad, ha tomado una acertada decisión, que es la de no dejar que el barco se siga hundiendo. La solidaridad y subsidiaridad han salido a flote.

Así es. En el papel se supone que la tarea de bachear las calles, a efecto de contar con mejores arterias es responsabilidad directa de los municipios. La del gobierno del estado es la de impulsar los grandes proyectos que detonen el desarrollo. Como es el caso de las obras hidráulicas, el Acabús, el libramiento y el rescate del Acapulco tradicional, en donde las inversiones son de elevada magnitud.  

Desde esa perspectiva, el que calles y avenidas del puerto se encuentren llenas de agujeros o baches, refleja la ineficacia con que se ha gobernado al puerto en los últimos tres años, y por ende, el fracaso de quien prometió a los Acapulqueños impulsar un Acapulco de diez.

El tema podría conllevarnos a hondar en el asunto del ejercicio de los dineros públicos, rubro en el que se ha cuestionado de manera severa al gobierno municipal de Acapulco, especialmente, porque el alcalde con licencia, Manuel Añorve Baños, se habría servido de ese espacio para promoverse en su fallido intento de ser Gobernador. Hoy se habla de una administración municipal que maneja números rojos, con demasiados problemas financieros, que se ven reflejados en la falta de atención en materia de servicios públicos. Uno de esos aspectos es el bacheo.

Al margen de ello, el gobernador no se podía hacer de la vista gorda. Mucho menos cuando Acapulco representa un motor muy importante en la economía de la entidad suriana. De ahí que la mano solidaria de Ángel Aguirre Rivero y la subsidiaridad de su gobierno, deben ser vistos como un ejemplo más del sello sensible que distingue a su administración.

Durante el evento del arranque del programa magno de bacheo, el Gobernador recibió el agradecimiento y reconocimiento de los transportistas, quienes con ésta acción se verán beneficiados, luego de que esto facilitará el desplazamiento de las unidades del servicio público. Éste es tan solo uno de los sectores que se beneficiará con el programa, ya que en suma, la medida impactará de manera positiva en miles de usuarios de vehículos, y en concreto, también servirá para mejorar la imagen del puerto, lo que al final de cuentas, le conviene a todos los prestadores de servicios.

Es evidente, que el gobernador de Guerrero sabe perfectamente que las calles y avenidas llenas de baches constituyen una pésima imagen para el turismo. Por eso es entendible y natural que haya tomado la acertada decisión de poner manos a la obra, y sobre todo, cuando la administración municipal se encuentra sumamente limitada.

Ángel Aguirre Rivero es un gobernador que se ha venido distinguiendo por ser un mandatario solidario. Hoy lo vuelve a demostrar en el puerto de Acapulco. La indiferencia no es parte de su catalogo de valores. Lo vimos días antes, cuando anunció que su gobierno será subsidiario también ante el encarecimiento del huevo, apoyando de ésta manera, a las familias más pobres del estado. Esa es la cuestión.

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