La alianza conformada por el Partido de la Revolución Democrática, el PT y Movimiento Ciudadano con el Partido Acción Nacional en la Cámara de Senadores en los temas de rendición de cuentas y transparencia de los sindicatos debe asumirse como una votación histórica que significa el posible inicio de más acuerdos legislativos y electorales para frenar medidas económicas y sociales lesivas para la mayoría de los trabajadores y las familias mexicanas.
Dicho acuerdo demostró que siempre que exista voluntad para sacar acuerdos encaminados a mejorar la deplorable situación en que se encuentran más de 60 millones de mexicanos el Partido Revolucionario Institucional será minoría, situación que debe ser aprovechada por los demás partidos para retomar el impulso de la transición hacia una verdadera democracia.
La confluencia legislativa puede darse en temas, por ejemplo, como la apertura de los medios de comunicación, el aprovechamiento de las telecomunicaciones y el espectro radioeléctrico y el combate a los monopolios en los principales sectores de la economía del país; reformas electorales y políticas que limiten la sobre representación y garanticen mantener la pluralidad representativa; derechos humanos, transparencia, desarrollo económico, educación, medio ambiente, entre otros.
El PRD está en disposición de avanzar en los acuerdos legislativos que sean compatibles con nuestro programa partidario de transformación progresista de México, y bajo esa premisa participaremos en los consensos o en los acuerdos que permitan ese objetivo.
El PAN al frente del gobierno federal no logró, ni lejanamente, la transformación democrática de las instituciones como tanto había postulado y que estaban obligados a impulsar al recibir el bono de la alternancia política. En ese sentido deben reflexionar para retomar la agenda democratizadora de las instituciones, y ojalá también lo hiciera para impulsar la agenda de transición hacia la democracia que está pendiente en varios estados del país, la mayoría de ellos convertidos en cacicazgos regionales del PRI.
Estamos seguros que el PRD en su próximo Congreso Nacional refrendará su vocación de oposición constructiva y propositiva, se abrirá a la sociedad y a las amplias alianzas, prioritariamente con las izquierdas, que permitan la alternancia con contenido y compromisos claros de trasformación democrática rumbo a las próximas elecciones estatales de 2013.
No cederemos ni haremos concesiones ante las posturas antidemocráticas y regresivas de quién sea. Estaremos siempre en contra de las tendencias y acciones represivas de donde provengan y ofertaremos un programa para sacar al país del atraso, la pobreza y la corrupción que han imperado en los últimos años.
Si queremos que la postura asumida tanto por el PRD y el PAN frente a la reforma laboral no sea una excepción, todas las fuerzas legislativas debemos poner en práctica nuestros mejores talentos y hacer nuestros mayores esfuerzos por caminar por la vía institucional y de los acuerdos para frenar las reformas regresivas y antidemocráticas que las bancadas del PRI en el Congreso de la Unión quieren sacar adelante para pagar los compromisos adquiridos con los poderes fácticos durante la pasada campaña presidencial, y de ser necesario, analizar la probabilidad de coaligarnos electoralmente para frenar el avance de la restauración autoritaria priista.
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