MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Astudillo y la presea Eduardo Neri.

El congreso de Guerrero entregará mañana la presea “Eduardo Neri” al embajador de México en Colombia, Florencio Salazar Adame, en virtud del trabajo legislativo que forma parte de su hoja de servicio. El dictamen, por medio del cual, se aprobó la designación del ex coordinador de la LV Legislatura Local, fue fundamentado por el diputado priísta, Héctor Astudillo Flores, coordinador de la bancada tricolor. Y no podría ser de otra manera. Porque al margen de la trayectoria legislativa que distingue al embajador, su ejemplo sirve para poner al descubierto, al final de cuentas, que ha sido el PRI, precisamente el PRI, el partido que más ha aportado en el Poder Legislativo de la entidad.
Así es. La entrega de la presea Eduardo Neri, en función de los resultados ofrecidos por Florencio Salazar, está total y plenamente justificada. Los argumentos expuestos por el diputado Héctor Astudillo están a la vista de todos. La ley orgánica del poder Legislativo de Guerrero, el nuevo inmueble del Congreso Local y el Instituto de Estudios Parlamentarios Eduardo Neri, son ejemplos claros de la obra legislativa del también ex alcalde de Chilpancingo.
La LV Legislatura ha sido una de las más brillantes del Congreso de Guerrero. Su coordinador fue precisamente Florencio Salazar Adame. Y lo que no se debe olvidar, es que en ese entonces, el hoy embajador militaba en las filas del PRI, siendo ese excelente trabajo, el que lo colocó en la búsqueda de la Gubernatura de la entidad.
En ese sentido, la participación de Astudillo Flores se entiende no solamente como un gesto de atención y cortesía política para un paisano distinguido de la entidad suriana y concretamente de la capital del estado. Sino, más bien, como un mensaje nítido, de que ha sido su partido, el PRI, el que mayores aportaciones ha hecho a la vida legislativa de la entidad. Hoy, desde la tribuna, no podemos soslayar, que ha sido muy puntual el coordinador de la bancada tricolor, al manifestar su compromiso por trabajar de manera constructiva, haciendo un llamado para que se busquen los consensos en la conformación de una agenda que arroje resultados positivos a favor del progreso y desarrollo de Guerrero.
Un dato, que no debemos dejar pasar, es el tema de la famosa reforma política, a la que hoy le han dado la modalidad de construir una nueva constitución para el estado. No le alcanzó el tiempo a Florencio Salazar para concretizar esos cambios. Desde que finalizó la LV Legislatura, se arrastra una crisis enorme en materia legislativa de la entidad suriana, ya que ese asunto pendiente nunca ocupó un lugar importante en la agenda de los diputados locales.
El PRD ya tuvo dos Legislaturas, la LVIII y LIX, en donde le correspondió coordinador los esfuerzos en el poder legislativo, y sin embargo, su aportación ha sido muy pobre. Es más, la calidad de sus coordinadores, fue del más escaso nivel. Sería un pecado compararlos con la talla de un Florencio Salazar Adame. No existe un parámetro cercano para hacer una medición, cuando la mediocridad y la irresponsabilidad fueron los principales ingredientes.
Por eso la participación de Héctor Astudillo en la tribuna para fundamentar la entrega de la presea al embajador no es una cuestión fortuita. Constituye una oportunidad clara para hacer un serio análisis sobre lo que el PRD, desde que se erigió como primera fuerza política, ha aportado a la entidad suriana. En cambio, con Florencio Salazar, aún cuando hoy milita en el PAN, desde las filas del PRI, vivió su etapa gloriosa como legislador, dejando una huella que perdura hasta estos días.
El punto es, que el coordinador de la bancada priísta, ante su participación, en éste tema de reconocimiento al trabajo legislativo, vuelve también, a dejar en claro, muy en claro, que su estancia en la LX Legislatura, será precisamente para aportar y generar los resultados que la gente espera de sus diputados. Esa es la cuestión.

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